Felicidad y Vida Ideal según Aristóteles
El texto aborda la relación entre la felicidad individual y la felicidad de la ciudad, así como la naturaleza de la vida más deseable: si es la participación en la vida activa y política o la vida contemplativa y filosófica. Esto refleja su esfuerzo por reconciliar la ética individual con la política, y por determinar cuál es el régimen ideal que permita alcanzar la felicidad colectiva.
Aristóteles sostiene que la felicidad de una ciudad se corresponde con la de sus ciudadanos, ya que las mismas condiciones que hacen feliz a un individuo (virtud, riqueza, poder, etc.) se extrapolan a la comunidad.
A continuación, plantea dos modelos de vida preferibles:
- La vida política, centrada en la participación activa en la comunidad y el ejercicio de la virtud práctica.
- La vida contemplativa, desligada de las cosas exteriores y orientada a la reflexión filosófica.
En cuanto a la política, el “régimen mejor” tiene como fin último organizar la ciudad de manera que permita a sus ciudadanos prosperar y vivir virtuosamente, fomentando las virtudes y proporcionando las condiciones materiales adecuadas para que estas se desarrollen, pues solo así se llegará a la felicidad.
Finalmente, deja abierta la pregunta sobre qué forma de vida representa la más alta expresión de la felicidad humana, si la política o la filosófica.
Reflexiones sobre la Felicidad y la Comunidad Política
La problemática de este fragmento se inscribe dentro de su reflexión sobre la felicidad (eudaimonía), la vida virtuosa y la relación entre el individuo y la comunidad política. Dentro de la relación entre la vida individual y la vida colectiva, se pregunta si la felicidad se logra mejor en la vida contemplativa o en la vida política.
“…una vida contemplativa, que, según algunos, es la única filosófica”.
Aristóteles considera que la vida contemplativa (bios theoretikos) es la dedicada a la búsqueda del conocimiento y la verdad mediante el ejercicio de la razón y la contemplación intelectual. En la Ética a Nicómaco, señala que esta vida es la más plena porque se centra en la actividad propia del alma racional, que es la parte más noble del ser humano. Aquí es donde el ser humano se acerca a la actividad propia de los dioses, es la actividad más placentera y permanente, y por ello conduce a la forma más alta de felicidad.
Problemáticas Filosóficas en Platón y Aristóteles
1. Identificación de la problemática vinculada al autor:
Algunas problemáticas comunes que unen a Platón y Aristóteles giran en torno a la naturaleza del conocimiento, la realidad y el propósito humano. Esto es:
- ¿Qué es el conocimiento verdadero?
- ¿Cómo se estructura la realidad?
- ¿Cuál es el fin último del ser humano?
2. Descripción del problema en el autor elegido: Platón
Platón plantea el problema del conocimiento y la realidad mediante su teoría de las Ideas o Formas.
- Para él el conocimiento verdadero no se obtiene a través de los sentidos, sino de la intelección (nous). El objeto de verdadero conocimiento son las Ideas.
- Estas se dan fuera del mundo material, por lo que Platón postula la existencia de un mundo inmaterial, inteligible, eterno e inmutable, que es la fuente de toda verdad y realidad.
- La finalidad del ser humano es alcanzar este conocimiento, lo que supone una educación que eleve el alma desde lo sensible hasta lo inteligible (expresado en su mito de la caverna).
3. Relación entre ambas posiciones: Platón y Aristóteles
Las teorías de Aristóteles pueden interpretarse como una respuesta crítica a Platón. Lo principal es que no defiende un dualismo ontológico, sino que integra unitariamente ambos mundos en su teoría hilemórfica: ya en la realidad sensible se contienen tanto materia como forma.
Comparten:
- Ambos comparten la convicción de que existe un orden racional en la realidad y que el conocimiento tiene un carácter universal.
- Comparten la idea de que el ser humano tiene un fin último vinculado a la virtud y la racionalidad.
Difieren:
- Pero mientras que, para Platón, este orden es accesible mediante las Ideas; Aristóteles tiene una visión inmanente de la realidad, donde las esencias no están en un mundo aparte, sino en los propios objetos del mundo sensible, es a través de la observación concreta, empírica, y la abstracción de las sustancias como se conoce la realidad.
- Sin embargo, Platón dirá que la vida contemplativa, orientada hacia la contemplación de las Ideas, es la más elevada. Mientras que Aristóteles, aun compartiendo el ideal contemplativo, añadirá la importancia de la acción práctica y la virtud ética en el contexto político.