Nihilismo y la Decadencia Vital
El nihilismo puede ser expresión de decadencia vital en una cultura que cree en una realidad absoluta con valores objetivos de Verdad y Bien. La cultura cristiana y occidental, según Nietzsche, es nihilista al dirigir su pasión a lo inexistente (Dios, el Mundo Racional), despreciando la realidad de la vida. El nihilismo pasivo surge tras la «muerte de Dios», con la conciencia de la falta de fundamento en lo sobrenatural. El nihilista pasivo no cree en valores, cayendo en la desesperación. El nihilismo activo busca mostrar cómo los valores dominantes son una invención, proponiendo la destrucción de los valores vigentes para dar paso a una nueva moral y al superhombre.
El Hombre y el Superhombre
El Hombre es un ser miserable por despreciar la tierra y el cuerpo, un ser a medio hacer entre la bestia y el superhombre. Su voluntad debe eliminar los valores morales impuestos para alcanzar una nueva moral. El Superhombre se preocupa por la vida, guiado por su conciencia natural: lo que favorece la vida es bueno, lo que la perjudica es malo. El superhombre acepta las jerarquías, rechazando la igualdad como moral de esclavos. Vive fiel a la tierra, asumiendo la vida como un experimento y el devenir. La voluntad de poder surge de las ansias de vivir, sin despreciar el instante, buscando que la vida merezca ser vivida.
Crítica a la Cultura Occidental y el Vitalismo
Nietzsche considera que la cultura occidental es decadente por oponerse a la vida y los instintos, priorizando la racionalidad. Su crítica se dirige a la moral, la metafísica y las ciencias positivas. Propone una nueva moral basada en la vida, donde los impulsos apolíneo (razón) y dionisíaco (vitalidad) se armonizan. Con Sócrates y Platón, se impone lo apolíneo, un error que va contra la vida. La moral tradicional, al centrarse en otra vida, genera culpabilidad y resentimiento.
La Moral de Señores y Esclavos
Nietzsche distingue dos tipos de moral: la moral de los señores, propia del superhombre que ama la vida y el poder, y la moral de los esclavos, que invierte los valores. Los débiles han impuesto su criterio a los fuertes, llevando a la decadencia. Para superar esto, propone al Superhombre, libre de servidumbre religiosa y dogmatismo.
Crítica a las Ciencias y la Muerte de Dios
Nietzsche critica las ciencias positivas por matematizar la realidad, lo que impide conocerla. La muerte de Dios simboliza el fin de las verdades absolutas. La idea de Dios impide al hombre ser superhombre, siendo la gran objeción contra la vida. Al matar a Dios, el mundo se redime y el superhombre ocupa su lugar.