TOMÁS DE AQUINO Y EL ARISTOTELISMO CRISTIANO (s. XIII)
1-RELACIÓN ENTRE FE Y RAZÓN
Su mayor aportación a la filosofía es el establecimiento de una clara diferencia entre fe y razón que permite el desarrollo de la racionalidad científica definiendo cada una de ellas:
- Razón o “conocimiento natural”: es descrita parecido al realismo aristotélico pero con cambios por razones teológicas. El proceso de abstracción es descrito a través de cuatro pasos:
- Sensación: datos captados por los sentidos interpretados como propiedades de la criatura que dan lugar a la “especie sensible e impresa”.
- Imaginación: configuración de esos datos para crear una imagen coherente a partir de estos. Se crea así la “especie sensible expresa”.
- Entendimiento agente: pone en relación las imágenes de las criaturas de una misma especie para configurar la llamada “especie inteligible impresa”.
- Entendimiento paciente: a partir de las imágenes de las criaturas se lleva a cabo la abstracción de la esencia o “huella de Dios”, que representa el modelo divino.
- Fe o “conocimiento sobrenatural”: facultad de la voluntad que permite al creyente creer aquello que su razón no puede comprender: “creo aquello que es absurdo”. Muestra que el contenido de la revelación contiene contenido entendible pero también elementos mistéricos que el creyente acepta mediante la fe.
- Colaboración entre Fe y Razón: las describe evitando el conflicto entre ellas pero propone una posible colaboración entre ambas.
La razón ayuda a la fe interviniendo antes y después del “acto de fe”: antes, muestra contenido de la experiencia que pueden explicar la existencia de Dios. Después, analiza y discute los aspectos no mistéricos.
La fe ayuda a la razón a encontrar la fuente del error cuando la razón llega a conclusiones que contradicen a la fe (cuando la razón se equivoca).
2-ONTOLOGÍA TOMISTA: DIOS Y LAS CRIATURAS
El tomismo distingue entre un ser necesario, es decir, Dios o “aquel que existe por sí mismo”, y un conjunto de seres o criaturas creadas por Dios. Para conciliar el Hilemorfismo con la creación cristiana distingue dos momentos sucesivos del Hilemorfismo:
- Acto 1º: Dios concibe las posibles combinaciones entre materia y forma.
- Acto 2º: se crean las criaturas mediante Dios pone en el ser aquello que ha concebido antes.
De esta forma Tomás de Aquino establece la posibilidad de una analogía entre las criaturas y el Creador ya que en la mente de Dios se encuentran los modelos perfectos de los que cada criatura es una representación material.
3-CONOCIMIENTO DE LA ESENCIA Y DEMOSTRACIÓN DE LA EXISTENCIA DE DIOS
Tomás de Aquino, sin ser consciente de la limitación de la razón humana, propone que es posible un conocimiento que se aproxima a la esencia de Dios que se apoya en el conocimiento de las criaturas. De este modo el conocimiento de las criaturas, de sus cualidades positivas, nos permite remontarnos a la perfección de Dios. El ser humano es la “criatura predilecta” que ha sido creada a imagen de Dios y por ello es la esencia misma de Dios (la voluntad y razón humana son la versión infinita e imperfecta de las cualidades esenciales de Dios).
En cuanto a la demostración racional de la existencia de Dios Tomás formula 5 vías dirigidas a los creyentes (aceptan la existencia de Dios mediante la fe) y se opone a la explicación de Anselmo de Canterbury. Estas 5 vías no pretender demostrar la existencia de Dios sino mostrar que la afirmación “Dios existe” es racionalmente aceptable y proponen la existencia de Dios como explicación de lo observado y de la experiencia:
- Vía del movimiento: parte de la observación de que los cuerpos se mueven por la transmisión de una cierta cantidad de movimiento de unos cuerpos a otros. Al buscar de forma racional el origen de este movimiento se llega a la conclusión de que existe un 1er motor llamado Dios por los creyentes.
- Vía de la causalidad: parte de la observación de que todas las criaturas tienden a obedecer causas de su naturaleza. Cuando se busca explicación racional a esta secuencia de causas el creyente llama Dios a esa causa 1ª.
- Vía de la contingencia: parte del reconocimiento de que las criaturas, al no ser causa de sí mismas, podrían no existir. De este modo es necesario un ser “causa de si” a través del cual existan el resto de criaturas (Dios para los creyentes).
- Vía de la participación: parte de la observación del distinto grado de perfección que las criaturas tienen sin llegar nunca a dicha perfección. Por tanto debe existir un ser perfecto para poder medir ese grado de perfección de las criaturas (Dios para los creyentes).
- Vía de la ordenación teleológica de las criaturas: parte de la observación de que todas las criaturas obedecen su fin propio pero, al carecer de razón, debe existir un ser supremo que les atribuya su fin natural (Dios para los creyentes)