Descartes y la Búsqueda de la Verdad
René Descartes distingue tres sustancias en la realidad: el sujeto del conocimiento (la realidad pensante), Dios (la realidad infinita) y las cosas del mundo (sustancia extensa). En cuanto a la primera verdad, el sujeto pensante, Descartes cree encontrar una verdad absoluta, inmune a toda duda: «Yo pienso, luego existo«. Con esto demuestra la existencia de la primera sustancia. Esta primera certeza es el prototipo de toda verdad, la más perfecta de las intuiciones, y aplicando el método nos llevará a la conclusión de la existencia de Dios.
Para ello, Descartes recurre a las ideas:
- Adventicias: provienen de la experiencia externa.
- Facticias: son inventadas, construidas por la mente.
- Innatas: el pensamiento las posee en sí mismo.
La segunda verdad: las ideas adventicias y facticias no sirven para demostrar nada. Entre las ideas innatas hay una muy especial: la idea de infinito, que representa a Dios. Descartes propone la existencia de Dios sin acudir a la experiencia (argumento ontológico). El segundo argumento para demostrar la existencia de Dios es la finitud del yo; tiene que existir un ser superior que lo haya creado, y ese es Dios. La tercera verdad: Dios es la garantía de que el mundo exista. En realidad, el mundo es un conjunto de «máquinas», ya que todo son máquinas extensas, sometidas a las leyes de la física.
Ética de Hume: Emotivismo y Utilidad
David Hume critica la moral racionalista: considera que la razón no puede ser el fundamento de los juicios morales, ya que solo conocemos impresiones de los hechos. Los juicios no son solo hechos, sino valores. La razón sirve para advertir de lo útil de una acción; tenemos impresión de un crimen, pero no impresión del mal.
Emotivismo Moral
Hume sostiene que los criterios morales provienen del sentimiento de aprobación o desaprobación que experimentamos. El bien es agradable y el mal desagradable. Esta posición se llama emotivismo moral. Esta es la inclinación por revivir emociones. Por ello, los sentimientos son naturales.
Utilidad como Fundamento de las Cualidades Morales
Las cualidades que provoquen sentimiento de aprobación serán lo bueno, y las que no, serán lo malo. La utilidad social provoca el bien (ética utilitarista).
El Conocimiento según Platón: Reminiscencia y Dialéctica
Para Platón, existen dos tipos de conocimiento:
- Conocimiento intelectual: reside en el alma y su instrumento es la razón. Con ella captamos lo permanente, lo que es.
- Conocimiento sensible: reside en el cuerpo y su instrumento son los sentidos. Con él captamos lo que parece ser.
Estos dos tipos de conocimiento se corresponden con la Episteme (conocimiento verdadero) y la Doxa (opinión).
En el «mito de la caverna«, Platón afirma que hay un proceso del conocimiento, una gradación en el símil de la línea en el que primero se conocen imágenes, después animales o cosas, más tarde aparecen objetos y por último las Ideas. No se adquieren conocimientos, sino que se recuerda lo que el alma ya sabe: se produce la reminiscencia. El método para ello es la dialéctica, que consiste en que, mediante un sistema de preguntas y respuestas, es posible deshacerse de la ignorancia y llegar al conocimiento. El conocimiento del bien es teórico y práctico, por lo que solo el filósofo es el indicado para el gobierno de la polis.
Ética de San Agustín: Felicidad, Libertad y el Problema del Mal
La ética de San Agustín de Hipona trata temas fundamentales como la felicidad, la libertad y el mal. Todo hombre desea la felicidad, quiere poseer los bienes eternamente, pero solo hay un bien permanente, que es Dios. Agustín diferencia entre libertad y libre albedrío:
- Libertad: estado de absoluta felicidad al que se llega cuando se ama y se opta por Dios.
- Libre albedrío: posibilidad de elegir entre el bien y el mal.
El hombre puede salvarse si elige el bien o condenarse si elige el mal. Sin embargo, el hombre solo no puede salvarse porque el pecado original lo dirige al mal; necesita la gracia de Dios. Existen dos tipos de mal:
- Mal físico: causado por factores naturales, ya que el material del que está hecho el mundo es imperfecto.
- Mal moral: causado por las decisiones de los hombres, que abusan del libre albedrío y eligen el mal.
Sociedad y Política en Santo Tomás: El Bien Común y la Monarquía
Para Santo Tomás de Aquino, es necesario que exista una organización social y una autoridad que gobierne, ya que el hombre es un animal social. El Estado tiene como objetivo llevar al pueblo una vida justa, preservar la paz y el bienestar social. El Estado es la sociedad perfecta, ya que tiene todos los medios para llegar a su propio fin. La Iglesia es una sociedad superior al Estado. Ninguna forma de gobierno es ordenada por Dios. Santo Tomás sostiene que lo mejor es la monarquía y lo peor la tiranía, pero que a nivel práctico lo mejor es una forma de gobierno mixto.