Conceptos Clave de la Filosofía Moral: Definiciones y Doctrinas

Bien

Se define como aquello que posee valor, mérito, o es digno de estima. El bien es el concepto clave para entender la moralidad humana, en tanto que los actos pueden ser, en una escala de gradación, buenos o malos, mejores o peores. Incluso las personas pueden ser bondadosas o malvadas en mayor o menor medida, tanto en un sentido general (son buenas/malas o poseen bondad/maldad), como en aspectos concretos o puntuales (su comportamiento puede ser valorado como bueno/malo). Sin embargo, el bien es una noción filosófica trascendental, difícil de comprender y explicar, máxime cuando es susceptible de ser interpretado y valorado por un individuo, grupo o sociedad. Este concepto moral presenta, además, vinculación con otros saberes humanos (psicología, religión, etc.), en los que presenta una variabilidad de formas y contenidos en lo que respecta a la naturaleza y conducta del hombre.

Deontología

(gr. deon = deber). Parte de la filosofía que estudia o se ocupa del deber ser. La deontología es aquella rama de la filosofía moral que investiga cómo nuestra razón orienta nuestro comportamiento a través de los preceptos o deberes que ella misma formula y establece. La ética de Kant es una ética deontológica pues establece, como principio de toda acción humana, el hecho de “actuar por deber”. Todas las profesiones poseen actualmente un código deontológico (ej. medicina, abogacía, psicología, informática, etc.), al que deben someterse sus profesionales y que recoge los principales mandatos y deberes que han de regir en el desarrollo teórico y práctico de dicha profesión.

Ética

(gr. ethos = carácter, manera de ser). Disciplina filosófica que trata de establecer valores o normas de conducta y convivencia entre los seres humanos, y de cuya reflexión, emanan principios que tienden a juzgar las acciones como buenas o malas. La ética, también definida como filosofía moral, es la reflexión teórica sobre la práctica moral, es decir, estudia la moralidad (bondad/maldad) de los actos que cometemos los seres humanos y analiza, desde un punto de vista racional (ética cognitiva) o emocional (ética afectiva), si dichos actos son buenos o malos en tanto se ajustan a un determinado principio, valor o norma moral. La ética sería el fundamento de la praxis moral humana, pues estudia no sólo el fenómeno moral (lo que hacemos), sino los conceptos bueno/malo, justo/injusto, correcto/incorrecto, etc., así como los principios según los cuales usamos o deberíamos usar tales conceptos.

Eudemonismo

(gr. eudemonia = felicidad). Teoría ética que defiende que el ser humano y, por tanto, también su moral, tienen como objetivo último la felicidad, entendida esta de una u otra manera. Aristóteles fue su principal exponente al promover la célebre frase de “todos los seres humanos apetecen la felicidad y quieren ser felices”. La felicidad es, para este autor, el bien supremo del hombre y consiste en la adquisición de la excelencia o perfección del carácter (alcanzar la virtud), normalmente acompañada por una cantidad moderada de bienes interiores (intelectuales) y exteriores (materiales), acompañada de afectos derivados de la sociabilidad humana.

Hedonismo

(gr. hedoné = placer). Teoría ética que pone como fundamento de la acción humana el placer y que sostiene que la felicidad del individuo consiste en el logro del placer máximo en todos los órdenes de la vida (placer material o espiritual). Epicuro fue su principal defensor y, aunque dividía los placeres en tres categorías: placeres necesarios (comida, bebida, descanso y sensualidad), innecesarios (disfrute de cosas extravagantes y exquisitas) y banales (honor, riqueza y poder), consideraba que los individuos debían realizar un cálculo de cualquier placer de esta vida, buscando el de mayor satisfacción y evitando el que suponga riesgos o algún perjuicio.

Intelectualismo Moral

Doctrina que defiende la equivalencia entre verdad y bien, es decir, entre conocimiento y bondad (los inteligentes obran el bien y los ignorantes obran el mal). Los autores que defienden este planteamiento consideran que conocer la verdad llevará necesariamente a realizar el bien y no conocer dicha verdad, por insapiencia o ignorancia, lleva a realizar el mal. En definitiva, se comportan moralmente los sabios, los que poseen el conocimiento, y mal los necios, a los que hay que enseñarles la verdad. Sócrates y Platón defendieron este planteamiento moral al entender, respectivamente, que existían verdades y valores absolutos, bien como conceptos mentales (Sócrates) o como ideas espirituales (Platón).

Moral

(gr. mos/oris = costumbres). Conjunto de costumbres y normas que regulan las acciones de los seres humanos, tanto individuales como colectivas, y que permiten clasificarlas como morales o inmorales, es decir, como correctas o incorrectas, buenas o malas, aceptables o reprobables. La moralidad de un acto o acción humana se determina analizando el objeto (qué se hace), el fin (para qué se hace) y las circunstancias (cómo se hace). La moral forma parte de las condiciones de existencia de los hombres y se ve afectada por el desarrollo del ser humano en sus dimensiones evolutiva/madurativa, vital/experiencial y formativa/conceptual. Los seres humanos somos seres morales ya que nuestras acciones, voluntarias y libres, siempre tienen un componente de valoración moral.

Relativismo Moral

Doctrina filosófica que defiende que no existen valores y normas absolutas, ya que nuestra moral está configurada histórica y culturalmente y, por lo tanto, depende de circunstancias, personas o sociedades determinadas. Esta concepción de la moral es contraria al universalismo moral, que defiende que existe una moral válida para todos los seres humanos, sin importar las culturas, ni las épocas históricas. Para los relativistas no puede haber un criterio común para juzgar las acciones morales, sino que debemos comprenderlas desde su marco de referencia concreto, siendo este totalmente arbitrario, voluble y circunstancial. Los Sofistas son un ejemplo de este pensamiento relativista al afirmar que cada individuo o grupo puede tener sus propios criterios morales, sean estos los que fueren.

Valor Moral

Cualidad intangible que reconocemos en las personas y en las cosas que permite que estas nos resulten agradables, atractivas, buenas o válidas. Algunos autores defienden que los valores morales son cualidades objetivas y universales que poseen las personas o las cosas y que, por tanto, podemos llegar a intuirlas diferenciadamente del contexto cultural o de la estimación individual. Sin embargo, otros autores consideran que son cualidades subjetivas que dependen única y exclusivamente de la persona que perciba o aprecie una determinada realidad. En cualquier caso, los valores morales forman parte de las costumbres, maneras de ser y de vivir que tienen los miembros de una sociedad, por lo que todas las personas poseemos y vivimos con unos determinados valores.

Virtud

(gr. areté = excelencia). Virtud, desde el punto de vista etimológico, es la excelencia de un ser en general o de una capacidad especial que posee ese ser gracias a la cual actúa de manera perfecta o destacando sobre las demás. La virtud también designa aquel comportamiento habitual que lleva al ser humano a actuar con la máxima perfección en su obrar moral, es decir, a actuar de la mejor manera posible en cualquier cosa que este realice. Se dice que una persona es virtuosa o que tiene una determinada virtud cuando destaca por su buen actuar (ser virtuoso) o por mostrar una habilidad o don especial para un determinado arte o tarea vital (acción virtuosa).

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