René Descartes y el Inicio de la Filosofía Moderna

René Descartes es considerado un filósofo moderno por sus ideas revolucionarias en la nueva ciencia. La filosofía moderna, que inicia con Descartes, comienza con el problema del método. Este problema surge de la inseguridad que siente al acabar sus estudios escolásticos, ya que se da cuenta de que no tiene ningún criterio seguro para distinguir lo verdadero de lo falso, lo que hace que todo lo que ha aprendido hasta ahora no le sirva para nada.

La solución al problema se le ocurre a Descartes en 1619. Descubre que la razón es la misma para todos los hombres (unidad de la razón). A esta unidad, Descartes la llama el «buen sentido» (lucidez), que es la razón que nos permite distinguir lo verdadero de lo falso. A su vez, esta unidad de la razón es la clave para iniciar el racionalismo moderno: la razón es el instrumento único que permite el acceso a la realidad y la verdad.

El Método Cartesiano y la Unificación del Saber

Descartes aplica el unitarismo de la razón a la ciencia y forma un sistema unitario y articulado del saber. Todo el conocimiento de la Edad Media es considerado falso si no se puede llegar a la verdad por medio de la razón. En su obra «Discurso del Método», Descartes propone un método seguro y capaz de unificar el saber en uno solo, como si fuese un árbol cuyas raíces son la metafísica, el tronco la física y las ramas son todas las ciencias restantes, las cuales se pueden dividir en tres principales: mecánica, moral y medicina.

Esta metodología consiste en un conjunto de reglas fáciles y ciertas que impiden, siguiéndolas escrupulosamente, tomar lo falso por verdadero, y le permiten aumentar la ciencia sin esfuerzo y le conducen al conocimiento de todo lo que se pueda conocer. Por eso, él cita cuatro reglas de su método intuitivo-deductivo:

• Evidencia: Evitar la precipitación; consiste en la simplicidad que se da en la intuición por medio de la claridad y distinción.
• Análisis: Dividir el problema en partes más simples para resolverlo.
• Síntesis: Pensar las ideas en orden, desde la más simple a la más compleja.
• Composición: Repasos generales para estar seguros de no omitir nada (mantener la prudencia).

La Duda Metódica y el «Cogito Ergo Sum»

La condición esencial para seguir este método es encontrar una evidencia. Para encontrarla, debemos considerar todo lo dudoso como falso y dudar de todo al menos una vez para encontrar un principio indudable que sirva como fundamento firme y seguro para el método. Solo se pone en duda la cosa y no su idea, ya que el objetivo es llegar a la verdad. El tipo de duda es universal, así que no se escapa ningún tipo de conocimiento.

Descartes duda de los sentidos, porque pueden engañar; de los sueños, por ser un mundo ilusorio; y no descarta la existencia de un dios todopoderoso que lo engañe, lo que hace que tenga que dudar de todo. Pero en medio de la duda, descubre que «si dudo, es que yo soy». Por lo tanto, Descartes afirma: «pienso, luego existo» («Cogito ergo sum»). De esta manera, se muestra a sí mismo como la primera verdad indudable.

La Idea de Sustancia y los Tipos de Ideas

Descartes se describe a sí mismo como sustancia, ya que para el racionalismo moderno la sustancia es algo que existe por sí mismo. Dicho término también es utilizado en el racionalismo para referirse a la realidad, lo que nos permite pensar racionalmente sobre esta. Del mismo modo, cada sustancia tiene sus características esenciales que la definen. El «yo pensante» es la primera sustancia porque depende de sí mismo como algo que tiene ideas.

Descartes utiliza el término «idea» de manera diferente a Platón. Para Platón, la idea es la esencia real y eterna de las cosas, mientras que para Descartes la idea es solo un contenido de la mente. Es decir, Descartes está poniendo el tema de la verdad en el pensamiento y no, como la filosofía griega antigua de Platón y Aristóteles, que colocan el problema de la verdad en la realidad. Esta es la gran diferencia que introduce la filosofía moderna.

Para Descartes existen dos tipos de ideas:

• Ideas simples (innatas): Proceden de uno mismo y son evidentes.
• Ideas compuestas: Están constituidas por:
  • Adventicias: Percibidas por lo que nos rodea.
  • Facticias: Inventadas por uno mismo teniendo en cuenta las dos anteriores.

Debido a que existen más cosas ciertas y seguras que el «yo», existen más sustancias:

• Res cogitans: Es el «yo» con el atributo pensante.
• Res extensa: Es el mundo con la característica de espacio, figura y movimiento.
• Res infinita: Es Dios con la característica de lo infinito.

La Veracidad Divina como Garantía de Certeza

Dios, sustancia infinita, es fundamental en el proceso de la duda metódica, ya que es quien cierra el proceso porque garantiza la certeza por dos motivos: Dios, que me otorga la capacidad de juicio, no me lleva al error porque es supremamente bueno y me lleva en mis ideas, que no puedo tener por mí mismo porque solo pertenecen a él, como la perfección, etc. De manera que se cierra el proceso porque se supera el tercer paso de la duda metódica invalidando el engaño de un dios.