El Conocimiento y la Verdad
El deseo de conocer es una característica común a todos los seres humanos, y ese deseo implica el anhelo de alcanzar la verdad. La filosofía no solo se cuestiona sobre el origen, el proceso y la objetividad del conocimiento, sino que esta reflexión es inseparable de un acercamiento a qué es la verdad y si es posible conseguirla. Tradicionalmente, se distinguen tres sentidos de la verdad:
- Para referirse a una realidad concreta (ontológica).
- Para referirse a un juicio (lógica).
- Para referirse a una conducta (moral).
Verdad Ontológica
Es la verdad entendida como propiedad de las cosas. Tiene su origen en la filosofía de la Grecia antigua, como descubrimiento de lo que está oculto. San Agustín desarrolla este concepto de verdad griego aplicándolo a las cosas, lo que es verdadero con independencia de que sea conocido o no por el ser humano. Es la verdad óntica. Por ejemplo, las sirenas: creemos en ellas, pero no sabemos si existen.
Verdad Lógica
Es la verdad expresada mediante juicios. La verdad es la adecuación entre lo que se dice y la realidad sobre la que se habla.
Verdad Moral
Es la correspondencia entre lo que decimos y lo que pensamos o hacemos. Se denomina verdad moral porque conlleva un compromiso personal con la verdad. Ser uno mismo no es igual que ser uno mismo solo. El ser humano es un ser social por naturaleza, es un ser en relación con otros, no un ser solipsista.
Escepticismo y Relativismo
El Escepticismo
Para el escepticismo radical, la verdad no existe y, si existiera, el ser humano no sería capaz de conocerla. La realidad es solo apariencia, y de lo aparente no se puede decir verdad alguna. El representante más extremo de esta escuela fue Pirrón de Elis. El escepticismo radical es más una postura psicológica que filosófica; supone una rendición sin haber planteado batalla alguna. Por otra parte, es contradictoria en sus propios términos: si se niega la capacidad humana de alcanzar la verdad, se está dando por cierta la realidad de dicha incapacidad, se está afirmando algo como verdad. También hay un sano escepticismo, la postura cautelosa de quien no se cree todo a la primera, sino que busca indicios razonables de credibilidad.
El Relativismo
Se llama relativismo a la postura que defiende que no hay verdades absolutas, pues la verdad o falsedad dependen de las circunstancias en las que son reconocidas como tales. La verdad es relativa. A diferencia del escepticismo, el relativismo no niega la realidad, sino que la hace depender del sujeto que la conoce y de sus circunstancias. Es una postura intelectual que tiene repercusiones fundamentalmente éticas: si todo depende de las circunstancias, nunca se podrá decir que una acción u otra sean buenas o malas; lo malo para uno puede ser bueno para otro. Un relativismo moderado y saludable consiste en adoptar una actitud crítica ante estilos de vida contrarios a la dignidad humana y que se quieren formular como válidos. Este relativismo moderado puede ayudar a confrontar la verdad. Este tipo de relativismo evitaría su efecto contrario, que es el dogmatismo: ‘yo tengo la verdad’.
Acepciones del Término Naturaleza
Naturaleza se refiere al conjunto de todos los seres que forman el universo. Son naturales porque no han sido producidos por el hombre. La naturaleza englobaría todo lo no artificial. Un ordenador no sería parte de la naturaleza porque es una fabricación propia del ser humano.
Una segunda acepción del término hace referencia al principio intrínseco que caracteriza a ese ser y lo distingue de otro. Gracias a ese principio intrínseco, los seres actúan de un modo determinado según su naturaleza.
En la primera definición ofrecida (naturaleza como conjunto de todos los seres que forman el universo), está incluido el ser humano porque forma parte de ella y está sujeto a las leyes que la naturaleza marca. No obstante, el ser humano es libre e inteligente y, aunque no pueda suprimir las leyes de la naturaleza que le afectan, sí puede transformarlas. En la segunda definición (naturaleza como principio intrínseco que caracteriza a un ser o grupo de seres), también está incluido el ser humano, porque posee ese principio intrínseco que le hace comportarse como tal y diferenciarse de otros seres. Habría que discutir, en primer lugar, qué se entiende por naturaleza humana, es decir, determinar con claridad cuál es ese principio común a todos los seres humanos y qué manifestaciones tiene. Y, en segundo lugar, debemos preguntarnos por qué el ser humano no se muestra capaz de ser consecuente con sus capacidades y se deja llevar. Si somos libres o solo naturaleza en el sentido pleno, o si somos, al mismo tiempo, naturaleza y libertad.
Cultura y Naturaleza Humana
El ser humano necesita adaptar la naturaleza, el medio concreto en el que vive, a sus necesidades. Los animales y las plantas no realizan esa adaptación. Se adaptan de manera necesaria a la naturaleza, y su peculiar programa genético facilita esa adaptación.
La palabra cultura tiene diferentes acepciones. Se entenderá por cultura todo lo que el ser humano ha ideado, inventado, construido y, en general, ha hecho como ser social, tanto para vivir en los diversos ambientes de la naturaleza como para dar expresión a su espíritu. La cultura se transmite mediante el aprendizaje y es inseparable de la sociabilidad propia del ser humano. Gracias a la inteligencia y la libertad para habitar la naturaleza, en cierto sentido es parte de esa naturaleza. Lo cultural no es naturaleza, pero esto no implica que las manifestaciones culturales sean antinaturales. No lo son porque la cultura es un producto humano, y el ser humano es parte de esa naturaleza. Cualquier expresión es una manifestación cultural. La cultura aumenta las posibilidades de lo real. El mundo no sería el mismo sin la presencia del ser humano.
La cultura supone una prolongación de la naturaleza y no necesariamente una destrucción de la misma, aunque el propio hacer humano pueda dañarla muy gravemente. El ser humano supera a la naturaleza no como negatividad con respecto a la misma, sino como enriquecimiento. La cultura consigue superar muchas de las limitaciones biológicas del ser humano. La cultura, como manifestación creativa, trasciende de los límites naturales y biológicos del ser humano.
El Hecho Cultural
Relación entre Cultura y Sociedad
La cultura y la sociedad van unidas porque el hombre es un ser que no puede subsistir en soledad y, por tanto, necesita la compañía de sus semejantes para realizar cualquier manifestación humana y, en consecuencia, social y cultural. Por el mismo motivo por el que ningún ser humano piensa igual, existe una pluralidad de culturas, que también es debida en gran parte a los diferentes lugares geográficos en los que se dan las sociedades. Por ejemplo, no se piensa igual sobre el trato de la mujer en las tribus de algunos lugares de África que en los países islámicos o, en el otro extremo, en la sociedad occidental. Por tanto, la cultura es relativa a un lugar y tiempo concretos.
Homogeneización de la Cultura
Hoy en día, gracias a los avances técnicos, la comunicación entre cualquier punto es posible en muy corto espacio de tiempo. Una canción puede ser la más escuchada en todo el mundo, aunque no por eso todos los seres humanos comparten la misma cultura. Al mismo tiempo que todo el planeta puede estar de acuerdo en tal o cual cuestión, también surge de manera natural el amor por las costumbres propias, por lo que la pluralidad en la cultura es algo inevitable y natural.
Hecho Diferencial y Etnocentrismo
Sí, porque lo que para una cultura puede ser símbolo de honor, para otras se puede presentar como un signo de aberración. Aunque esto es llevado al extremo, normalmente toda cultura que provenga de la manifestación humana debe ser respetable tanto como otra cualquiera.
Culturas Heterogéneas
Debido a las inmigraciones, varias culturas coexisten en los mismos espacios geográficos y sociedades. De esto podemos observar el carácter de apertura hacia otros modos de pensar del ser humano, que se enriquece y engrandece de este hecho. Hay un ambiente cordial y pacifista, aunque hay hechos culturales no aceptados por todas las culturas, como por ejemplo la circuncisión femenina o la libertad de los hombres a venderlas, que suponen la degradación de la mujer.
Características que Definen la Cultura
La cultura se transmite a través del lenguaje, ya sea oral, escrito, manifestaciones artísticas como pueden ser cuadros y música, juegos y gestos… que no son otra cosa que símbolos, por lo que decimos que la cultura es simbólica. La cultura también es tradición e historia, pues se transmite de unos a otros en una misma sociedad a lo largo de los siglos. Por eso también implica un proceso educativo con contacto con toda la sociedad y es, por esto, una derivación del hecho cultural humano. Como la naturaleza es aprovechada por el hombre para su subsistencia, el ser humano la venera y cuida. Por tanto, decimos que la cultura es ecológica, aunque no es el ser humano dueño de esta, sino su benefactor.