Introducción
Aristóteles nació en Estagira (Macedonia) y a los 17 años fue a estudiar en la Academia de Platón, donde permaneció 20 años hasta el 74 a.C., cuando murió Platón. No fue el sucesor de Platón y, tras salir de la Academia, creó otra institución, el Liceo, con un carácter más práctico. Al ser durante un tiempo preceptor de Alejandro Magno, su institución creció de forma significativa. En un principio, Aristóteles siguió la filosofía de su maestro, pero pronto se mostró muy crítico con los principales postulados de este.
En cuanto a sus obras, reflejan un carácter sistemático, pues abordó todos los temas posibles de estudio. Mientras que de Platón nos quedan sus diálogos para gente ajena a la Academia, en Aristóteles son los textos elaborados en clase. Estos textos fueron ordenados y compilados por un aristotélico llamado Andrónico de Rodas. Destacan:
- Obras de carácter lógico: Son la base o fundamento de toda su teoría. Destacan estas obras: Órgano, Categorías y Los Analíticos.
- Obras de carácter teórico: Metafísica, Física, teoría del conocimiento…
- Obras de carácter práctico: Libros de ética y política y, finalmente, obras de saberes productivos, como son las obras de arte y técnicas.
Entre sus obras destacan las siguientes: La Poética, Metafísica (nombre dado por Andrónico de Rodas a los textos que había tras la física), Sobre el alma, Del cielo, Ética a Nicómaco y Política.
En cuanto a la influencia de este autor, ha sido mayúscula en determinados periodos de la historia. Fue considerado como principio de autoridad y denominado «El Filósofo», pero a partir de la Revolución Científica, los presupuestos de su filosofía fueron criticados profundamente.
Física y Cosmología
Aristóteles toma como punto de partida de su filosofar, por una parte, la observación de que es innegable el cambio y la alteración de las cosas y, por otra, la convicción de que solo hay conocimiento verdadero de lo inmutable.
El movimiento esencial para el estudio de la física muestra que el mundo es dinámico, dirigiéndose teleológicamente hacia su perfección, a excepción del motor inmóvil, el cual es acto puro, pues no tiene potencialidad.
Para Aristóteles, el movimiento es algo característico del mundo de las sustancias sensibles y, por tanto, habrá algo que sea sensible y que no tenga movimiento.
Otro tipo de sustancia sensible son los cuerpos celestes, los cuales no se generan ni se destruyen, pues son eternos. De hecho, el único movimiento al que están sometidos es el movimiento circular, el cual no tiene principio ni fin y se asemeja, por tanto, al reposo.
Estructura del universo o la cosmovisión de Aristóteles:
Aristóteles divide el universo en dos grandes mundos: Sublunar y Supralunar. Dentro de su concepción geocéntrica y geoestática, nos propone una visión que toma de la astronomía platónica, sobre todo de Eudoxo, que perdurará hasta la revolución científica iniciada por Copérnico.
Por encima de la esfera de la Tierra se sitúa una serie de esferas cristalinas concéntricas donde se hallan los cuerpos celestes en este orden: la Luna, el Sol, los planetas y, finalmente, la esfera de las estrellas fijas. En el mundo sublunar, los movimientos son de diferentes trayectorias rectilíneas, unas en ascenso, donde predominan los elementos fuego y aire, y otras en descenso, donde se encuentran la Tierra y el Agua. En este mundo sublunar nos encontramos movimientos violentos.
Mundo Sublunar: Existen movimientos violentos, por lo que hay generación y corrupción. En este mundo sublunar no existen los 4 elementos, sino un quinto elemento (éter).
Mundo Supralunar: No hay generación ni corrupción, el movimiento es circular y uniforme, lo que deriva en la perfección de los cielos. Como, según Aristóteles, todo lo que se mueve es movido por otro, se necesita un «Primer motor inmóvil» que trasciende el universo, pero que lo pone en movimiento.
Este movimiento comienza con la esfera de las estrellas fijas y se va transmitiendo por contacto de esfera en esfera, degenerando paulatinamente su perfección.
Este cosmos aristotélico, conjuntamente con las observaciones astronómicas de autores como Claudio Tolomeo, formó el aspecto científico que se mantuvo vigente hasta la revolución científica encabezada por Copérnico y Galileo. Se cambiará el geocentrismo y geostatismo por un cosmos en principio heliocéntrico y posteriormente infinito (del mundo cerrado al universo infinito).
La Teoría del Conocimiento
En un primer momento, su teoría es similar a la de Platón en el sentido de que en ambos aparece un proceso de ascenso desde las imágenes sensibles hasta el razonamiento. La diferencia radica en que, para Aristóteles, el conocimiento sensible, aunque inferior, no es falso ni desechable como para su maestro, sino incompleto.
Podemos decir que su teoría es inductiva, no deductiva como la de Platón.
El proceso de conocimiento sería el siguiente: los sentidos captan las sustancias concretas, pero de ahí no pueden extraer la esencia general sin la ayuda del entendimiento, el cual efectúa lo siguiente:
- Realiza la abstracción, que trata de separar la forma o esencia común de esa sustancia.
- Esta abstracción se plasma en el entendimiento paciente.
- Interviene el intelecto agente, que ya extrae los rasgos comunes y llega a la esencia del conocimiento. Este episodio es uno de los más controvertidos o discutidos de la filosofía aristotélica, pues no dejó suficientemente claro si este intelecto agente es común a todos los seres humanos o es individual. Esta controversia se concretó en la explicación por una parte del cristianismo, con Santo Tomás, que entendía que este intelecto es inmortal e individual; y, por otra parte, desde los musulmanes, Averroes interpretó este intelecto como común a todos los hombres.
Antropología
Para Aristóteles, el hombre es un compuesto de cuerpo y alma, pero mientras que para Platón esta unión es accidental, en Aristóteles es una unión sustancial, es decir, son distinguibles, pero no se pueden separar.
Mientras Platón pensaba que el alma era una característica del ser humano y que se dividía en tres partes, otorgando inmortalidad a la parte racional, Aristóteles dice que el alma es un principio vital y, por tanto, lo tienen los seres vivos, si bien distingue tres tipos con arreglo a sus funciones:
- Alma Vegetativa: Ejerce las funciones de nutrición y de reproducción de la especie. Es de todos los seres vivos.
- Alma Sensitiva: Ejerce funciones de la percepción, el deseo y el movimiento local.
- Alma Intelectiva o Racional: Es superior a las dos anteriores, controla los procesos cognitivos y es exclusiva del ser humano.
Se ha discutido si Aristóteles aceptaba algún tipo de inmortalidad de este último tipo de alma. Parece que no, porque en su obra De Anima mantiene la concepción de la sustancia y, por tanto, la imposibilidad de la existencia separada de las formas.
Ética
La ética de Aristóteles está expuesta en las siguientes obras: Gran Moral, Moral a Eudemo y Ética a Nicómaco. En esta última obra se exponen los argumentos principales de su filosofía práctica, que gira en torno a conceptos como la felicidad, las virtudes, la amistad y todo ello con un aspecto teleológico.
Aristóteles piensa que todas las sustancias del universo tienden hacia un fin y el fin último del ser humano es la felicidad, pero no se ponen de acuerdo en saber en qué consiste la felicidad; unos la sitúan en los placeres, otros en la posesión de riquezas.
Aristóteles cree que esta felicidad hay que buscarla en lo más característico del ser humano, que es la racionalidad.
Para alcanzar este tipo de vida feliz, se han de desarrollar una serie de virtudes, unas con respecto a la acción y otras al raciocinio. Hay dos tipos de virtudes:
- Virtudes éticas: Se alcanzan a través de la costumbre o el hábito. En ellas existe un término medio donde se encuentra este tipo de virtud frente a los vicios, que serían por defecto o exceso.
- Virtudes dianoéticas: Tienen que ver con los aspectos racionales. Estas virtudes serían la sabiduría o la prudencia. No existe el término medio.
Otro tema importante sería su concepto de amistad, al cual le dedica un libro entero. Este tema tendrá una gran relevancia e influencia posterior en autores como Epicuro. Como conclusión de este apartado, cabe hacer notar que la felicidad es difícil de alcanzar, pues solo unos pocos pueden conseguirla, porque no solo consiste en el desarrollo de la racionalidad, sino que además debe ir acompañada de la posesión de bienes materiales y de familia y amigos.