Antropología y Ética en Aristóteles: Alma, Felicidad y Virtud

V – Antropología Aristotélica

El ser humano es para Aristóteles un ser natural más. Siguiendo su teoría hilemórfica, el ser humano está compuesto de materia y forma: la materia es el cuerpo, mientras que la forma es el alma. Pero el alma de la que aquí habla Aristóteles no debe entenderse como el «alma espiritual» de la cual hablaba Platón, y luego el cristianismo; sino que esta alma es la forma sustancial que produce la vida humana, y pertenece a la realidad material.

El Alma Humana según Aristóteles

En este momento del desarrollo de la teoría aristotélica, el alma humana no es espiritual, sino que pertenece a la realidad material. Platón había defendido de manera absoluta la espiritualidad del alma humana. Además de otros pensadores, el cristianismo también defiende esta espiritualidad. «Alma», en este momento, significa «el principio que produce vida». Es la forma sustancial que, unida intrínsecamente a la materia, le da vida (hilemorfismo). La unión de alma y cuerpo en Aristóteles es sustancial; mientras que en Platón era accidental: esto implica que, en Platón, el alma podía existir separada del cuerpo; mientras que en Aristóteles no es posible la existencia del alma humana fuera de la materia.

Tipos de Alma según Aristóteles

Aristóteles distingue tres tipos de alma, que dan principio a tres niveles de vida:

  1. Alma vegetativa o nutritiva: ejerce las funciones de asimilación y reproducción. Es propia de las plantas.
  2. Alma animal o sensitiva: ejerce también las funciones vegetativas; pero además añade la percepción sensible, el apetito, el movimiento local, y la imaginación y la memoria.
  3. Alma humana o intelectiva: ejerce las funciones del alma vegetativa y de la animal; pero además añade la función racional: el pensamiento racional.

VI – Ética Aristotélica

La ética es el estudio que intenta descubrir cuál es el bien, la perfección y la felicidad que le corresponde al ser humano, con el fin de ajustar a ellos la orientación práctica de su conducta. El bien propio de cada ser está determinado por su propia naturaleza: consiste en la satisfacción de todas las exigencias de su naturaleza. Si el ser humano logra satisfacer con perfección los bienes que le exige su naturaleza, entonces alcanza la felicidad.

Clasificación de los Bienes según Aristóteles

Aristóteles clasifica los bienes que ansían los hombres en tres bloques:

  • Bienes externos: honores, fama, riqueza…
  • Bienes del cuerpo: placeres…
  • Bienes del espíritu: sabiduría, amor…

Aristóteles propone como el sumo bien para el ser humano aquel que satisfaga su función más específica; es decir, la función racional. Por consiguiente, la actividad de la razón será, en último término, la que podrá deparar al ser humano la felicidad suprema. Todos son necesarios para alcanzar un equilibrio; sin embargo, los demás bienes serán realmente bienes en cuanto sean medios para alcanzar el sumo bien.

Características de la Ética Aristotélica

La ética aristotélica es profundamente finalista y eudaimonista.

  • Es finalista o teleológica porque el comportamiento humano se justifica por el fin, meta u objetivo a alcanzar («telos»). Kant, en los siglos XVIII-XIX, a este género de ética, que se justifica por el fin a alcanzar, la llamará «ética material». El ser humano, en su comportamiento libre, aquel comportamiento que no es impuesto por las leyes de la naturaleza física, sino que nace de una determinación de la voluntad, lo hace «por alguna razón»; es decir, «buscando un fin».
  • Es eudaimonista porque el «fin a alcanzar» es la «felicidad» que proporciona la posesión del sumo bien. («Eudaimonia» significa el bien del espíritu, de la razón).

Teoría de la Virtud en Aristóteles

La virtud es el medio para alcanzar la felicidad. La virtud es un hábito adquirido voluntariamente mediante la repetición de actos, mediante la educación. Se requiere esfuerzo y tenacidad para alcanzar un «hábito», una «costumbre» en el buen obrar. No basta con conocer especulativamente en qué consisten las virtudes, sino que es necesario esforzarse por practicarlas para poseerlas. Esta educación en la virtud es voluntaria: solamente si el sujeto realmente quiere educarse, podrá educarse.

Clasificación de las Virtudes

Las virtudes son muchas. Entre ellas, las más importantes:

  • Virtudes dianoéticas: («dianoesis»: conocimiento racional lógico, discursivo; razonamiento). Se refieren al entendimiento, al saber teórico (ciencia), al saber práctico («arte», tecnología, prudencia…).
  • Virtudes éticas: son las que van encaminadas a dirigir el comportamiento humano: la valentía, el autodominio, la liberalidad, la generosidad, la amistad, la justicia…

También resulta interesante en Aristóteles la teoría del término medio en las virtudes éticas. La virtud se halla en el término medio entre dos extremos viciosos. Así, la valentía se encuentra en el término medio entre la cobardía y la temeridad. Pero este medio entre dos extremos viciosos no debe entenderse de manera matemática; ni podrá tener el mismo valor para distintas personas. Serán las personas sensatas y con experiencia las que podrán determinar en cada caso lo que es el término medio.

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