El Siglo XVIII y la Ilustración: Factores Clave, Ideas y Pensamiento de Kant

Factores Políticos, Sociales y Culturales que Conducen a la Ilustración en el Siglo XVIII

El siglo XVIII fue una época de recuperación económica, crecimiento demográfico y grandes transformaciones. En el terreno filosófico, es el siglo del empirismo y la Ilustración.

La Situación Económica

Se producen cambios fundamentales que afectan a la economía europea:

  • Revolución agrícola como consecuencia de las nuevas técnicas y la mejora de las herramientas.
  • Crecimiento demográfico.
  • Se desarrolla un intento de explicación científica de la economía, que dará origen a dos escuelas principales: los fisiócratas franceses, que creen que la base de la riqueza es la tierra, y el liberalismo inglés, que pone como base del sistema económico el trabajo y no la tierra, y defiende un modelo de economía basado en la “ley de la oferta y la demanda”.
  • A finales de siglo se inicia la Revolución Industrial.
  • Ascenso de una burguesía comercial que impulsó la exigencia de un mercado libre.

La Situación Social

La sociedad estamental, dividida en nobleza, clero y tercer estado, entra en crisis. La nobleza comienza a perder peso frente a la burguesía. Para evitarlo, intenta cerrar el paso de la burguesía a los altos cargos del Estado y afianzar la servidumbre del campesinado, lo que desembocará en la Revolución Francesa.

La Situación Política

Este período se caracteriza por el predominio de las monarquías absolutas en gran parte de Europa. Surge una nueva forma de gobierno: el despotismo ilustrado (el Estado toma bajo su responsabilidad la modernización de la sociedad). América declara su independencia y proclama la primera constitución democrática.

Arte y Cultura

Aparece el Clasicismo, con su énfasis en la sencillez y el orden en el arte. En el terreno musical, continúa el Barroco con Vivaldi y Bach, pero también aparece el Clasicismo con Mozart y Haydn. Beethoven comienza la transición al Romanticismo.

Las Nuevas Ideas: Progreso, Educación, Humanidad, Civilización y Naturaleza

La Ilustración es un movimiento cultural, no estrictamente filosófico, que se desarrolla durante el siglo XVIII en Inglaterra, Francia y Alemania. En Francia, en el campo de la teoría política, las aportaciones de Montesquieu y Rousseau serán decisivas para elaborar el concepto moderno de democracia.

La Idea de Progreso

La historia deja de ser concebida como escenario de salvación (pensamiento cristiano medieval) para transformarse en el escenario del progreso humano. El movimiento ilustrado confía en el triunfo de la razón sobre los prejuicios, las supersticiones y el dogmatismo, lo que conducirá al desarrollo de las ciencias y las artes, permitiendo un mayor conocimiento y dominio de la naturaleza para ponerla al servicio del hombre.

Crítica de la Civilización

Rousseau fue el primer crítico destacado de esta concepción del progreso. Argumenta que las ciencias y las artes no mejoran al hombre, sino que ayudan a corromperlo, contribuyendo a crear sociedades artificiales en las que domina la desigualdad y todos los males que esta trae consigo.

La Ilustración en Kant

Toda la obra kantiana es un alegato en favor de la liberación de toda tutela y de empezar a pensar por uno mismo, pero con un cierto límite. Kant distingue entre el uso público de la razón y el uso privado. El uso público implica la libertad total del uso de la razón (discusión pública de todos los problemas que puedan afectar al individuo), mientras que el uso privado tiene ciertos límites, los que estipula el propio cargo o función que cada individuo tiene asignado.

La Idea Kantiana de Ilustración

La Crítica de la Razón como Tarea Fundamental de la Filosofía

Kant trata de resolver el antagonismo entre las diferentes interpretaciones de la razón:

  • La posición racionalista, que consiste en la pretensión de que solo la razón es capaz de interpretar y descubrir la estructura y el sentido de lo real.
  • El empirismo, cuya expresión última es el escepticismo, como intento de reducir el pensamiento a lo dado.

Estas interpretaciones antagónicas imponen la necesidad de llevar a cabo una crítica de la razón misma.

Ilustración y Libertad como Meta de la Razón

Kant cree que los hombres de su tiempo no viven realmente como “dicta” la Ilustración debido, fundamentalmente, a las limitaciones y a la falta de verdadera libertad. La tarea de la crítica de la razón tendrá como objetivo primordial la realización de la libertad, la superación de sus limitaciones (civiles y de conciencia). Una crítica de la razón será la necesidad y exigencia de un pensar emancipado (libre).

La Síntesis entre Racionalismo y Empirismo en Kant

La doctrina kantiana del conocimiento se fundamenta en la distinción de dos facultades de conocimiento: la sensibilidad y el entendimiento (ambas existen en el hombre). La sensibilidad es pasiva (recibe impresiones) y el entendimiento es activo. El entendimiento produce conceptos sin derivarlos de la experiencia.

  • Esta distinción podría tomarse como fundamento de una filosofía racionalista. Dado que el entendimiento produce espontáneamente ciertos conceptos sin derivarlos de la experiencia, podría conocer la realidad construyendo un sistema a partir de estos conceptos, sin necesidad de recurrir a la experiencia.
  • Sin embargo, Kant rechaza el racionalismo y llega a la conclusión de que nuestro conocimiento no puede extenderse más allá de la experiencia.

Respecto a los conceptos que el entendimiento posee sin derivar de la experiencia, Kant concluye que el entendimiento los emplea para conocer los objetos de la experiencia, para ordenarlos y unificarlos, y que no pueden ser utilizados para referirse a algo de lo cual no tenemos experiencia sensible.

El Formalismo Moral

En la Crítica de la Razón Pura, Kant partió del hecho del conocimiento para remontarse a sus condiciones de posibilidad. En su filosofía moral (contenida en la Crítica de la Razón Práctica y en su Fundamentación metafísica de las costumbres), Kant partirá del hecho moral para determinar las condiciones de posibilidad del mismo.

El hecho moral (la conducta humana de acuerdo con reglas que establecen el bien y el mal) constituye el ámbito de la Razón Práctica, es decir, la razón que se encamina no a conocer el mundo físico, sino a guiar la propia conducta. Kant distingue radicalmente el plano teórico (¿cómo son las cosas?) del plano moral (¿qué debo hacer?).

Los Imperativos

La forma típica de todo conocimiento de lo real es el juicio. En el juicio se realiza una síntesis entre un sujeto y un predicado. Esta síntesis es una síntesis real, expresiva de algo que realmente ocurre en la experiencia. Sin embargo, lo característico de la moral es que no ocurre en la experiencia, pero debe ocurrir en ella.

“Los hombres son mortales” es un juicio teórico. “Los hombres deben ser veraces” es un juicio práctico (voluntad). La forma del conocimiento moral es el imperativo.

Las normas morales son juicios (imperativos) que ordenan a la voluntad que realice una acción. Para determinar mejor la especificidad de los imperativos morales:

  • Imperativos hipotéticos (NO son normas morales): es necesario realizar una acción si se quiere conseguir un objetivo. No son formulaciones absolutas, sino condicionadas.
  • Imperativos categóricos (son normas morales): imponen una norma de conducta de un modo absoluto, sin condición.

El Formalismo Kantiano

Kant se preocupa por la forma, la estructura, todo lo que debería ser común a todo imperativo categórico. Esto es lo que se conoce como formalismo kantiano. Proporcionó tres formulaciones distintas del imperativo categórico, pero solo citaremos una: “obra de tal modo que la máxima que rige tu conducta pueda ser considerada siempre como ley universal”.

El Rigorismo Kantiano

El rigorismo kantiano es una radicalización del sentido del deber y del respeto a la ley.

  • Buena voluntad: cumple la ley únicamente por el respeto que le tiene. Sus acciones son por deber (solo esta tiene valor moral).
  • Voluntad de las buenas costumbres (o legal): cumple la ley por temor al castigo, por la recompensa o por amor al prójimo. Sus acciones son conforme al deber.
  • Voluntad moralmente mala: la que viola la ley.

Kant insiste en el carácter autónomo de la voluntad o conciencia moral frente a las éticas heterónomas, que hacen depender la conciencia moral de algo exterior a ella. La moralidad solo puede justificarse a partir de una voluntad autónoma (libre).

Los Postulados de la Razón Práctica

Un postulado es un juicio que ni es evidente ni puede ser demostrado, pero que debemos aceptar si admitimos la existencia de la orden moral.

Los postulados de la Razón Práctica son la libertad de la voluntad, la inmortalidad del alma y la existencia de Dios.

  • La vida moral solo tiene sentido si la voluntad es libre (responsable de lo que hace).
  • La conciencia moral exige recompensas (para la buena conducta) y castigos (para la mala), pero en la vida humana ocurre a menudo lo contrario. Para el mantenimiento de la orden moral, se postula otra vida en la que se recompense la virtud y se castigue el vicio. Esto implica la inmortalidad del alma.
  • Se admite la existencia de Dios como juez que garantiza el cumplimiento de la justicia.

Relación entre el Pensamiento de Locke y Hobbes

Existe cierta afinidad en el pensamiento de Locke y Hobbes, ambos empiristas, desde el punto de vista político y social.

Con Hobbes encontramos por primera vez un esfuerzo sistemático por teorizar acerca del Contrato Social, tema clave de la Ilustración.

Para Hobbes, la única solución es la realización de un pacto social en el que se entrega el poder absoluto a un soberano. En el estado de naturaleza, los hombres, poseídos por un egoísmo insaciable, se vuelven altamente peligrosos los unos para los otros, hasta el punto en que las mutuas agresiones se convierten en forma habitual de vida (Homo homini lupus). Para este autor, la vida en el estado de naturaleza es solitaria, mísera, repugnante, brutal y breve. El poder es entregado a un soberano.

Para Locke, sin embargo, la soberanía de la sociedad que se constituye a través del pacto (igual en ambos autores, hay que hacer un pacto) no reside en el gobernante que aparece a causa de ese pacto, sino en la comunidad que, además, puede revocar ese pacto si el gobernante no cumple las condiciones para las que fue nombrado (idea clave de las sociedades capitalistas y democráticas modernas).

Por otro lado, si para Hobbes el gobierno resultante del pacto tenía muchas características típicas del poder absolutista, para Locke el gobierno civil debía estar constituido de acuerdo con la división de poderes como garantía de su mejor funcionamiento. En este sentido, Locke supone un precedente de la famosa separación de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) teorizada por Montesquieu.

Conclusión: El Legado de John Locke

John Locke es uno de los padres del liberalismo. Su ideología se basa en que cada persona sea libre de hacer lo que quiera en su propiedad, y que el único rol del Estado sea sancionar a quienes violen la propiedad de otras personas. La razón por la que se opone a que el Estado tenga más funciones que esa es que, para ello, el mismo Estado debería violar la propiedad de las personas, lo cual va en contradicción con los principios básicos.

Locke desarrolló una teoría sobre el origen de la propiedad legítima. Sostenía que cada persona es propietaria de su propio cuerpo y, a partir de eso, las personas pueden apropiarse de cosas de la naturaleza que hasta el momento no tengan propietario mediante la acción de mezclar el trabajo con el recurso natural. Luego de eso, la persona también es libre de ceder su propiedad a otra persona (tanto a cambio de algo a modo de intercambio comercial como a modo de regalo).

Esa teoría sobre la propiedad ha tenido influencia en muchos teóricos de la filosofía política posterior, sobre todo en los liberales y en los anarquistas individualistas (no en los anarquistas socialistas).

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *