Teoría de las Ideas y Educación en Platón: Fundamentos para una Sociedad Justa

Teoría de las Ideas de Platón

Según la teoría platónica, vivimos en un mundo gobernado por los sentidos y sometido al flujo y devenir permanente de las cosas, lo que nos impide conocerlo realmente. Este problema se soluciona, según Platón, postulando la existencia de un mundo de ideas, independiente del que vivimos, que tiene autonomía y existencia propia y que es causa del nuestro. Ese mundo es de esencias inmutables mientras que el mundo en el que estamos inmersos es un mundo de cosas materiales, sometido al cambio continuo. Esta propuesta se conoce como Teoría de las Ideas. En ella se afirma que existen ciertos modelos, arquetipos y ejemplares, fuera del mundo sensible y material, que son la esencia del verdadero significado de las cosas y del ser. Las ideas son la verdadera o la auténtica realidad. De ahí que, según Platón, el ser verdadero sea ideal y racional y no material ni sensible, que el concepto y el nombre nos muestren la inmutabilidad racional, y que la definición nos diga lo que cada cosa es. Las ideas, por lo tanto, y para cumplir su función en el conocimiento, tienen que ser inmutables. No podría existir conocimiento alguno si un concepto fuera cada vez algo distinto.

El mundo de las ideas es un mundo intelectual al que solo puede llegar el alma por medio del conocimiento, para lo que se necesita la educación, cuyo proceso es llamado dialéctica. Platón afirma que las cosas materiales y sensibles con las que se toma contacto a través de los sentidos son copias o sombras de las ideas o conceptos. El mundo de los sentidos es irreal, y en él las ideas, que son perfectas, proyectan su realidad.

Conocimiento y Recuerdo

La Teoría de las Ideas se completa necesariamente en sus vertientes ontológica (ideas; el ser) y epistemológica (conocer). En el pensamiento platónico, conocer es recordar. Las almas han visto en existencias anteriores las esencias de las cosas, por lo que todo lo que se llama buscar y aprender no es otra cosa que recordar. Platón afirma que todo conocimiento es recuerdo de algo anterior. El conocimiento, en grados sucesivos, lo recupera el alma al recordar hasta alcanzar nuevamente el mundo de las esencias.

Grados del Conocimiento

Los grados del conocimiento están jerarquizados en cuatro estadios sucesivos:

  • Se inicia en el mundo de los sentidos, que corresponde a la opinión o doxa.
  • Primero recorre la eikasia (que corresponde al reflejo o sombras de las cosas).
  • Posteriormente asciende a la pístis (conocimiento directo de las cosas).
  • Tras estos niveles dominados por los sentidos, se accede a la episteme, que se inicia en la dianoia (objetos matemáticos y astronómicos).
  • Finalmente, llega a la noesis (contemplación directa de las ideas).

Entre todos los grados predomina la esencia del bien. Platón afirma la existencia de las ideas innatas. El hombre, al nacer en el mundo material, ya viene con una carga de conocimiento a causa de su existencia anterior. Los sentidos siempre son insuficientes para alcanzar las ideas, por lo que el alma precisa de una educación para descubrir nuevamente las ideas que ya conocía. Todas las almas tienen el germen de todas las ideas y de ahí que, siguiendo a Sócrates, Platón pensara en la importancia de la educación, especialmente la de los gobernantes.

La Educación en Platón

El modelo educativo de Platón está inspirado en Sócrates e intenta emularle por su sentido irónico y mayéutico. Es una clara reacción a los planteamientos de los sofistas que, por un lado, defendían el relativismo del conocer y, por otro, posibilitaban el acceso de cualquiera, aun sin las capacidades adecuadas, al conocimiento. Platón persigue un objetivo, que es el de crear un sistema político en el que gobiernen los más sabios. Para él, los más sabios son los que conocen el verdadero objeto del conocimiento, al cual solo pueden llegar mediante la educación.

La Dialéctica como Camino hacia la Verdad

La educación recibe el nombre de dialéctica en su último tramo, y esta es la visión de las ideas como consecuencia de la educación recibida. Durante el proceso ascendente de la educación, el conocimiento conoce los objetos materiales y sensibles hasta las esencias (dialéctica ascendente). El proceso inverso, que va desde las ideas hasta su aplicación a la práctica es la dialéctica descendente, que actúa en base a los principios ya descubiertos. Los gobernadores ejercen el doble caminar de la dialéctica, primero ascendiendo hacia las ideas hasta descubrir la idea de bien y justicia, y luego volver a descender al mundo material para aplicar sus conocimientos en la marcha de los asuntos humanos. Esta dialéctica descendente es la que permitirá organizar la vida de los hombres conforme a la idea de bien.

Formación de los Gobernantes

La educación formal que se da en Platón proporciona una clara descripción de los contenidos de la educación que es la específica de los que se dedicarán a ser gobernantes. Esta secuencia de contenidos docentes se inicia hacia los 20 años, después de que los jóvenes fueran elegidos. Los conocimientos para los aspirantes a futuros gobernantes se inician con una sinopsis de todo lo estudiado anteriormente para luego pasar al estudio de los seres matemáticos por un periodo que alcanza los 30 años de edad. A partir de los 30 años, y por un periodo de 5 años más, los que han ido pasando las pruebas se inician en el conocimiento de la verdadera dialéctica. Aquí termina la vida de estudio. Los que han sido preparados deben regresar al mundo y empezar a ocuparse de los puestos de gobierno. A la edad de 50 años ya están preparados para gobernar. El gobernante es el encargado de elegir a nuevos estudiantes para prepararlos como futuros gobernantes.

La Sociedad Justa según Platón

La verdadera pasión de Platón fue la sociedad justa. Platón describe la correlación existente entre la triple división del alma y las clases sociales: si la armonía entre las partes del alma es la justicia para los individuos, la armonía entre los estamentos sociales es la justicia en la sociedad, ya que la sociedad es reflejo de los hombres que la forman. Los gobernantes no debían dirigirse al gobierno para su enriquecimiento personal. La convivencia organizada se convierte en una necesidad, esta se organiza a través de la política, que busca la justicia. Por lo tanto, se hace preciso que haya unos profesionales de la verdad que puedan alcanzar ese conocimiento y que luego se encarguen de dirigir la sociedad. La dialéctica, por cuanto que es el conocimiento de la verdad a través de las esencias, es la conducción de quien persiga una sociedad justa.

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