El Alma y las Ideas en la Filosofía de Platón
El Esquema Tripartito del Alma
Platón propone una división del alma en tres partes, utilizando los siguientes argumentos:
- Experimentamos deseos contradictorios simultáneamente (por ejemplo, tener sed pero no querer beber). Esto sugiere la existencia de más de una instancia dentro del alma, ya que una sola entidad no puede albergar deseos opuestos al mismo tiempo.
- Incluso en ausencia de conflicto, se observa una dualidad en el alma: una parte que desea y otra que evalúa y aprueba el cumplimiento de ese deseo. Esta «brecha» explica por qué podemos posponer la satisfacción de ciertos deseos.
- Nuestros deseos no son genéricos, sino específicos (por ejemplo, no solo deseamos beber, sino beber agua fría o café). Esto implica la interacción de dos partes del alma: la apetitiva (que genera el deseo de beber) y la racional (que especifica el objeto del deseo).
La Parte Irascible del Alma
Además de las partes racional y apetitiva, Platón introduce una tercera: la parte irascible. Esta parte, asociada a los «auxiliares» en su modelo de Estado ideal, tiene como virtud la valentía. Se diferencia de la parte apetitiva en que puede oponerse a los deseos de esta última, como se ilustra en el ejemplo de Leoncio y su repulsión ante los cadáveres. El reproche, según Platón, surge de la parte irascible, que actúa como aliada de la razón al defender el honor y la dignidad. Sin embargo, una persona dominada por la parte irascible no es necesariamente virtuosa, ya que el orgullo, aunque aliado de la razón, no es intrínsecamente bueno.
Las Cuatro Virtudes Cardinales
Platón identifica cuatro virtudes fundamentales:
- Sabiduría: Es la virtud de la parte racional del alma. Se ocupa del bien general y busca la armonía del alma en su conjunto. La principal amenaza a esta armonía son los deseos descontrolados de la parte apetitiva, que pueden dispersar y desunir a la persona.
- Valentía: Consiste en la preservación de las creencias correctas sobre lo que debe temerse, inculcadas a través de la educación. Las amenazas a la valentía son el dolor, los placeres, los deseos y el miedo, que pueden hacernos olvidar lo que realmente importa. Platón amplía el concepto de valentía hasta equipararlo con la fuerza de voluntad, como señaló Korsgaard.
- Moderación (Templanza): Esta virtud es particular porque, en el Estado ideal, se aplica a todas las clases, y en el alma, a todas las partes. Representa un acuerdo fundamental sobre la organización del Estado y la aceptación de este orden por parte de todos sus componentes. En el individuo, implica que la parte apetitiva acepta las directrices de la razón.
- Justicia: Es la virtud que permite que cada parte del Estado, y cada parte del alma, cumpla con su función específica. La justicia facilita la acción unificada tanto del Estado como del individuo.
La Teoría de las Ideas
Platón sostiene que las ideas pertenecen a un mundo distinto y separado del mundo sensible. Las ideas son objetos abstractos que existen fuera del espacio y el tiempo, pero que poseen una existencia real. El verdadero conocimiento se alcanza al comprender el mundo de las ideas, mientras que el conocimiento del mundo sensible es engañoso.
Teoría del sentido común: Comúnmente, se considera que las ideas son representaciones mentales que corresponden a palabras y que utilizamos para referirnos a objetos. Según esta perspectiva, solo existen las cosas concretas, que ocupan un lugar en el espacio y el tiempo. Por ejemplo, existen sillas concretas, pero no la idea de «silla» en sí misma.
Platón refuta esta teoría utilizando argumentos basados en las matemáticas y la ética:
- Matemáticas: La verdad de «3 + 2 = 5» no depende de la naturaleza física ni de un proceso mental. Incluso en un universo vacío, esta ecuación seguiría siendo válida. Y si todos creyeran que «3 + 2 = 7», estarían simplemente equivocados.
- Ética: De manera similar, aunque todo el mundo cometiera actos atroces y los considerara correctos, estos actos no se convertirían en moralmente aceptables. Las ideas morales son independientes de los eventos del mundo real y de las opiniones de las personas.
El Mito de la Caverna y el Símil de la Línea
En el Mito de la Caverna, Platón establece una analogía entre los elementos dentro de la caverna (interior, exterior, sol, cosas, fuego, iconos, sombras y reflejos) y los elementos fuera de la caverna (mundo sensible, mundo de las ideas, idea del Bien, ideas, sol, cosas, sombras y reflejos). Las sombras que ven los prisioneros representan el nivel más bajo de realidad y el conocimiento más engañoso. Para simplificar, podemos interpretar que las sombras corresponden a las cosas del mundo sensible.
Platón también describe diferentes tipos de realidad y conocimiento a través del símil de la línea. Propone cuatro niveles de realidad y sus correspondientes tipos de conocimiento:
- Sombras y reflejos: El nivel menos real, asociado al conocimiento engañoso o conjetura.
- Cosas perceptibles: Asociadas a la opinión.
- Mundo inteligible (matemáticas): Un nivel superior de realidad.
- Ideas filosóficas y morales: El nivel más alto de realidad, cuyo conocimiento se alcanza a través de la filosofía.
Un aspecto complejo es la distinción entre los dos tipos de conocimiento más elevados: el pensamiento discursivo (que parte de axiomas y deduce conclusiones, apoyándose en imágenes sensibles) y la dialéctica.
La idea del Bien es el fundamento último de todo. Es la idea suprema, la base de todas las demás ideas y de todo lo que existe. Para Platón, las cosas materiales imitan o participan de las ideas. El Bien se concibe como una forma de armonía, orden y estructura inteligible. Las cosas son lo que son en la medida en que poseen forma y una estructura interna coherente.