Contractualismo: Hobbes, Locke y Rousseau
Introducción
El contractualismo es una corriente de la filosofía política que postula que el Estado es producto de un contrato entre los hombres, implicando la voluntad de las partes. Esta teoría se contrapone a la concepción aristotélica, que consideraba al Estado como una entidad natural.
El contractualismo se desarrolla a partir de la idea del estado de naturaleza, una condición pre-social que determina el posterior estado político, pasando por un estado social intermedio.
Thomas Hobbes (1588-1679)
Contexto Histórico
Hobbes escribe en el contexto de las guerras civiles inglesas.
Estado de Naturaleza y Contrato Social
Para Hobbes, el estado de naturaleza es negativo. Tiene una visión antropológica pesimista del ser humano, a quien considera egoísta, malvado, amoral e inteligente. En este estado, impera la «guerra de todos contra todos», donde «el hombre es lobo del hombre». La ambición solo cesa con la muerte. Para salir de este estado, los individuos firman un contrato social, cediendo todos sus derechos al soberano, excepto el derecho a la vida, a cambio de protección.
La naturaleza humana no cambia, por lo que se necesita un poder que controle las pasiones: el Estado. Para Hobbes, la libertad es la ausencia de impedimentos externos. El Estado, encarnado en el Leviatán, tiene el poder absoluto y no está condicionado por el contrato. Su objetivo es la paz exterior y la seguridad interior.
El Leviatán
En la teoría de Hobbes, el Estado, representado por el Leviatán, domina a todos, incluyendo a la Iglesia.
John Locke (1632-1704)
Contexto Histórico y Principios Fundamentales
Considerado el padre del liberalismo político, Locke escribe «Dos Ensayos sobre el Gobierno Civil» y «Carta sobre la Tolerancia». Sostiene que los derechos humanos son inherentes al ser humano. Define la tolerancia como la coexistencia con el otro. Introduce el concepto de «justicia por mano propia» (venganza) y el derecho de propiedad como el derecho a disponer de objetos y ejercer facultades sobre ellos.
Estado de Naturaleza y Contrato Social
En el estado de naturaleza, según Locke, no hay reglas, pero el ser humano es bueno y racional, aunque «puede vivir mejor». La sociedad se forma con la incorporación de reglas. El pueblo entrega al Estado el manejo de las emociones, pero se reserva todos los derechos. Solo se cede el ejercicio de la justicia, dando origen a la teoría de la representación. El Estado nace para garantizar el ejercicio del derecho. El único ente que puede violar los derechos humanos es el Estado.
Teoría de la Representación y Contexto Político
El gobierno recibe la confianza del pueblo y se renueva o no según cumpla con su función (principio de autodeterminación de los pueblos). Locke justifica la insurrección en caso de incumplimiento.
Tras la muerte de Cromwell en 1658, se restaura la monarquía con Carlos II Estuardo. Jacobo II Estuardo intenta restaurar el catolicismo, generando conflictos con el Parlamento. En 1688, la Revolución Gloriosa sienta las bases del parlamentarismo y se establece el Bill of Rights en 1689.
Concepto de Transferencia y Cesión
Locke introduce la diferencia entre cesión (titular y quien ejerce es la misma persona) y transferencia (distinción entre titular y quien ejerce).
Soberanía y Estado Moderno
El Estado moderno nace sobre bases medievales, con la premisa del territorio. La soberanía es el mayor poder absoluto sobre un territorio, basado en los principios de iuris dictio y autodeterminación. Un soberano establece las reglas y no permite la intervención externa.
Tras la Reforma de Lutero y la derrota de Carlos I de Inglaterra en 1648, el poder deja de residir en Dios, pasando de un orden teocrático a uno antropocéntrico. El pueblo rinde cuentas al soberano (Rey – Estado).
Distribución Funcional del Poder
Hobbes aboga por la indivisibilidad del poder, mientras que Locke propone una distribución funcional: legislativa (Parlamento), ejecutiva, federativa (relaciones exteriores) y de prerrogativas (política interior y seguridad). Todas estas funciones, en la práctica, estaban en manos del rey.
Jean-Jacques Rousseau (1712-1778)
Contexto y Filosofía
Rousseau, figura del iluminismo francés y autor de «Emilio», es considerado un autor pre-romántico. Su obra «El Contrato Social» plantea que «el hombre ha nacido libre, pero en todas partes se encuentra encadenado».
Estado de Naturaleza y Contrato Social
En el estado de naturaleza, el ser humano es bueno, libre y feliz. Rousseau describe tres etapas: el «buen salvaje» que vive aislado; luego, se vincula con otros, volviéndose semi-nómada o sedentario; finalmente, pierde su libertad con la aparición de la propiedad privada.
El contrato social busca recuperar la libertad a través de la fundación del Estado, creando una igualdad artificial. El individuo cede todo y se reserva todo, convirtiéndose en soberano y súbdito a la vez.
Voluntad General
La soberanía reside en la voluntad general, que no es la suma de las voluntades particulares. La voluntad general es inalienable, indivisible, infalible y absoluta. No puede ser representada ni dividida. Rousseau critica a Montesquieu y Locke en este punto.
Impacto en la Revolución Francesa
La Revolución Francesa adoptó la idea de la voluntad general, justificando acciones en su nombre. Napoleón llegó al poder a través de un plebiscito, apelando a la voluntad general.
Conclusión
Las teorías contractualistas de Hobbes, Locke y Rousseau ofrecen diferentes perspectivas sobre el origen y la naturaleza del Estado. Desde el absolutismo de Hobbes hasta el liberalismo de Locke y la democracia radical de Rousseau, estas ideas han moldeado el pensamiento político moderno y continúan siendo relevantes en la actualidad.