Kant: El Problema del Conocimiento
Según Kant, dado el antagonismo surgido entre el racionalismo y el empirismo, es necesario hacer una crítica de la razón y contestar definitivamente a la pregunta: ¿qué puedo conocer? Para ello, se propone hacer un análisis de la razón pura, de nuestra capacidad de conocer, en su obra Crítica de la razón pura. Para responder a esta pregunta, se cuestionará primero cómo es posible la ciencia, pues para Kant este es un conocimiento seguro y, a partir de él, podremos establecer qué condiciones debe tener cualquier otro conocimiento que quiera también ser cierto.
Las condiciones que hacen posibles los juicios científicos son dos: empíricas (de experiencia, particulares y concretas de cada ciencia) y trascendentales o a priori (anteriores a la experiencia y universales de la razón y, por tanto, necesarias para todas las ciencias), siendo las segundas las que deberemos estudiar. A su vez, clasificará todos los posibles tipos de juicios para analizar cuáles son aquellos que se emplean en la ciencia y conocer cómo son posibles.
- En cuanto a si nos dan una nueva información y extienden nuestro conocimiento, los juicios pueden ser analíticos (el predicado está comprendido en el sujeto y no son extensivos) o sintéticos (son extensivos, amplían nuestro conocimiento).
- Si hace falta la experiencia para conocer su verdad, los juicios serán a priori (su verdad se conoce sin recurrir a la experiencia, es universal y necesaria) o a posteriori (su verdad depende de la experiencia, no es universal ni necesaria).
Para Kant, los juicios científicos serán los juicios sintéticos a priori, que son extensivos, dan un nuevo conocimiento, pero su verdad no depende de la experiencia y, por tanto, son universales y necesarios. Por ello, estudiará cuáles son las condiciones trascendentales de la razón que posibilitan la realización de dichos juicios y para ello analizará las tres facultades de la razón: sensibilidad, entendimiento y razón.
La Estética Trascendental: Sensibilidad y Matemáticas
En la estética trascendental estudia la sensibilidad y las matemáticas. La sensibilidad es la capacidad de percibir de forma pasiva. Sus condiciones trascendentales (que la hacen posible) son las intuiciones puras: el espacio y el tiempo, que pertenecen a la razón y no a la realidad. Al percibir, el sujeto aplica estas intuiciones puras de forma espontánea, creando así el fenómeno, que es lo percibido y no la cosa en sí. De esta manera se da, según Kant, el giro copernicano en el conocimiento, pues es el objeto el que, para ser conocido, debe adaptarse a las condiciones de la propia razón del sujeto. Las intuiciones puras, además, posibilitan los juicios sintéticos a priori en las matemáticas: el espacio posibilita la geometría y el tiempo la aritmética.
La Analítica Trascendental: Entendimiento y Física
En la analítica trascendental estudia el entendimiento y la física. El entendimiento es la capacidad de pensar lo percibido de forma activa. Las condiciones trascendentales que hacen posible comprender lo percibido mediante el entendimiento son los conceptos puros o categorías del entendimiento (vacías de contenido empírico) y que se deben siempre aplicar a lo percibido por la sensibilidad, a los fenómenos de la experiencia, para poder comprenderlos. Las categorías posibilitan los juicios sintéticos a priori en la física y por eso esta es universal.
Por todo esto, Kant distingue entre el fenómeno, lo que percibimos y comprendemos aplicando las intuiciones puras y las categorías, y el noúmeno, la cosa en sí de la que no tenemos experiencia y que no puede ser conocida y solamente puede ser pensada por nuestra razón. Así, toda la realidad, incluido el hombre, tiene un ámbito fenoménico, lo que percibimos, y otro nouménico, lo que es realmente, la cosa en sí. La ciencia, el conocimiento seguro, solo puede conocer los fenómenos, pues el noúmeno es incognoscible y solo puede ser pensado. La filosofía kantiana se llama por eso idealismo trascendental, pues lo que conocemos no son las cosas reales, sino ideas o fenómenos construidos a partir de los elementos a priori de la razón (intuiciones y categorías).
La Dialéctica Trascendental: Razón y Metafísica
Finalmente, en la dialéctica trascendental se estudia la razón y si la metafísica es posible como ciencia. La razón es la capacidad de unificar los juicios del entendimiento añadiendo teorías cada vez más generales. Así surge la metafísica, que busca estudiar y conocer las realidades que están en el ámbito nouménico, más allá de la experiencia, los trascendentes Dios, alma y mundo como totalidad. Para ello, la razón pretende aplicar las categorías e intuiciones sobre objetos que no son de experiencia, directamente sobre el noúmeno, y, por lo tanto, su conocimiento es ilegítimo y lleva siempre a contradicciones. Sin embargo, es una tendencia propia de la razón la búsqueda de un saber incondicionado (no limitado por la experiencia) y por ello no puede dejar de preguntarse por estos problemas. Las ideas metafísicas de Dios, alma y mundo como totalidad expresan el ideal de la razón, el conocimiento absoluto que es inalcanzable, pero por el cual es posible el progreso en el conocimiento científico.