Ortega y Nietzsche: Un Diálogo Filosófico a Través del Tiempo
Ortega y Nietzsche, nacidos en el siglo XIX y fallecidos en el siglo XX, comparten una proximidad temporal de medio siglo. Sus filosofías, aunque con puntos de encuentro, también presentan diferencias significativas.
1. Crítica al Racionalismo
Ambos autores critican el error fundamental de la filosofía racionalista (Platón, Descartes, Kant), que prioriza la razón sobre la vida. Para Nietzsche, la razón es la gran engañadora, que nos aleja de la vida y debe ser rechazada en favor del instinto. Ortega, aunque crítico con el racionalismo, no es tan radical, pues considera la razón indispensable para analizar nuestras circunstancias y dar sentido a nuestras vidas.
2. La Religión como Enemigo Común
Nietzsche y Ortega coinciden en señalar a la religión como un enemigo de la vida. Nietzsche lo hace de forma radical con su concepto de «Dios ha muerto», que simboliza el fin del mundo religioso y moral. Ortega, de manera más moderada, desconfía de la religión por situar la vida auténtica en un más allá.
3. La Vida como Realidad Primordial
Ambos filósofos concuerdan en que la filosofía racionalista olvidó que la realidad primordial es la vida. Para Nietzsche, la vida ha sido minusvalorada por la sobrevaloración de la razón, mientras que para Ortega, la vida es lo que contiene al hombre y todo lo que posee.
4. Vitalismo: Irracionalismo vs. Razón Vital
Aunque ambos comparten tesis vitalistas, Nietzsche adopta una vía irracionalista (instinto, fuerza, violencia), mientras que Ortega busca conjugar la vida con la razón, corrigiendo los excesos irracionalistas del vitalismo nietzscheano. La razón de Ortega es una razón vital.
5. La Temporalidad: Lineal vs. Cíclica
Ortega entiende el tiempo de forma lineal, donde los acontecimientos pasados desembocan en el presente y determinan el futuro. Nietzsche, por su parte, concibe el tiempo de manera cíclica, como un eterno retorno donde todos los acontecimientos se repiten eternamente.
6. El Hombre como Proyecto
Ambos autores ven la vida del hombre como un proyecto. El superhombre de Nietzsche y el hombre con «existencia auténtica» de Ortega son aquellos que construyen su vida creativamente y hacen uso de su libertad. Nietzsche aboga por apartarse de la generalidad, mientras que Ortega destaca la originalidad del individuo, que debe forjar su personalidad.
El Pensamiento de Ortega: Del Objetivismo al Raciovitalismo
Los primeros pasos de Ortega en la filosofía están marcados por un planteamiento «objetivista», donde valora la ciencia como diferenciador de los europeos. Sin embargo, esta fase evoluciona hacia el perspectivismo, con su famosa frase: «yo soy yo y mis circunstancias, y si no la salvo a ella no me salvo yo».
El Perspectivismo de Ortega
El perspectivismo de Ortega reconoce la multiplicidad y el cambio de la realidad, admitiendo múltiples perspectivas que pueden ser unificadas mediante un principio rector. La verdad es el resultado progresivo de la unificación de las perspectivas.
El Raciovitalismo: Madurez Filosófica
Ortega no abandona su perspectivismo, sino que lo desarrolla en su período de madurez filosófica, conocido como raciovitalismo. Este enfoque busca integrar la razón y la vida, superando las limitaciones del racionalismo y el escepticismo.