La Filosofía de Ortega y Gasset: Una Perspectiva Actual
La filosofía de Ortega y Gasset permanece vigente, no sólo por su proximidad en el tiempo, sino también por los temas tratados. A continuación, se presentan algunos ejemplos:
1. El Papel de la Cultura y la Educación
Ortega critica el culturalismo, la concepción racionalista de la cultura. Para él, la cultura o surge de inquietudes e intereses vitales o se convierte en algo falso y extraño al hombre, que este abandonará. La cultura debe incluir unos contenidos que el hombre sienta como fruto de su tendencia a la verdad, el bien y la belleza.
Hoy se critica un alejamiento de la sociedad de los contenidos culturales tradicionales, una especie de «desalfabetización». Lo anterior puede aplicarse a los criterios de la Administración para elegir los contenidos que deben enseñarse. ¿Tiene sentido proponer contenidos no significativos, que no dicen nada a quienes teóricamente deberían interesarse por ellos? Esta posición pedagógica podría ser una expresión del culturalismo criticado por Ortega.
2. El Papel de la Vida Política
La vida política de su tiempo, oligárquica y caciquil, expulsa de sí a la sociedad a la que ni ofrece respuestas ni deja participar. Hoy hablamos de la «clase política», grupo de «profesionales de la política» que parecen ocuparse más de sus propios asuntos que de lo que preocupan a la sociedad. La consecuencia suele ser el desinterés de los ciudadanos por la política. La baja participación en muchas consultas electorales prueba ese desinterés. Otra consecuencia es el auge de organizaciones políticas alejadas de los partidos tradicionales y que se presentan como alternativas que «responden a las necesidades de los ciudadanos» (ONGs). (auge de los totalitarismos). Por ello, las críticas de Ortega a la vida política de su tiempo siguen siendo vigentes.
3. Las Relaciones Internacionales
Según Ortega, la verdad integral solo surgirá de la unión de las verdades parciales proporcionadas por todas las perspectivas de las personas. Todos, individuos, pueblos, culturas, desde nuestra perspectiva tenemos derecho a participar en la toma de decisiones del estado. Es necesario, por tanto, hacer sistemas que permitan la participación y el encuentro entre individuos, pueblos y culturas.
4. La Diversidad Cultural
Con el punto de vista nacen todo tipo de etnocentrismos, que niegan el valor de culturas distintas a aquella en la que se ha nacido. Ortega argumenta dos razones: todo hombre tiene una perspectiva que le permite ver una verdad parcial y, en segundo lugar, al estar en una circunstancia, ningún ser humano puede acceder a toda la verdad. Sólo con la participación de todos se podrá llegar a una verdad lo más completa posible. Ninguna verdad puede despreciar a otras. Todas las culturas deben convivir.
Comparación entre Descartes y Ortega y Gasset
Para Descartes la única existencia real es lo percibido con certeza por la razón. Esta realidad cierta es idéntica e igual para todos los sujetos racionales. Además, distingue el dualismo ontológico, separando la sustancia pensante (razón) de la sustancia extensa (cuerpo).
Para Ortega la realidad no es objetiva ni relativa, sino perspectiva. La realidad se muestra para él desde tantos puntos de vista como sujetos. Por tanto, la realidad completa nunca será conocida. Solo el sujeto que aglutinara las infinitas perspectivas podría conocer toda la realidad (Dios), pues todo yo conoce desde su punto de vista, el proporcionado por su circunstancia.
- Para Descartes será verdadero lo que la razón distinga como claro y distinto, excluyendo al lugar y momento histórico al que pertenezca. La razón que alcanza la claridad y distinción es una razón separada y sin ningún contacto con el cuerpo: la sustancia pensante, que cuando se deja llevar por los sentidos entra en contacto con lo sensible y pierde la capacidad de alcanzar la verdad.
Para Ortega sucede lo contrario, el conocimiento siempre es alcanzado desde una perspectiva, desde un punto de vista. Ningún sujeto ni ninguna época histórica podrá alcanzar jamás el conocimiento absoluto y definitivo, alcanzará solo una parte de la verdad. Por eso, la verdad no es consecuencia de una sustancia pensante, sino de una razón encarnada en la vida (razón vital).
- Descartes propone que lo único indubitable es la existencia del “yo pienso”, una sustancia que se define y justifica su existencia como pensamiento. Lo corporal está separado y es distinto del yo.
Para Ortega lo que define al hombre es su vivir. La vida no es una sustancia, no tiene naturaleza, tiene historia. El hombre es un ser que se está haciendo continuamente a sí mismo desde el marco de libertad que le ofrece su circunstancia. El hombre no puede prescindir de la cultura: de querer conocer la verdad. Sin verdad no hay hombre, pero esa verdad solo es accesible desde un hombre, que es razón vital.