Meditaciones Metafísicas de Descartes: Un Recorrido por sus Ideas Fundamentales

Resumen de las Meditaciones Metafísicas

Primera Meditación: He de dudar de mis facultades cognoscitivas. Escepticismo metódico

  1. He de revisar todas mis opiniones – analizando la validez de mis facultades cognoscitivas – porque podrían ser falsas.
  2. Duda de mis opiniones basadas en la información esencial suministrada por los sentidos: debo dudar de que las cosas sean como las percibo por la incapacidad del sujeto para percibir correctamente, por lo inadecuado del medio en el que se produce la percepción o por la naturaleza propia del objeto percibido. Pero, si todos estos condicionantes son favorables a la percepción, ¿podré confiar en la veracidad de lo percibido? No, porque los sentidos ya me han engañado con anterioridad y podrían volver a hacerlo.
  3. Duda de mis opiniones basadas en la información existencial suministrada por los sentidos: debo dudar de la existencia de las cosas, aunque las perciba porque podría estar soñando.
  4. Duda de mis opiniones basadas en la certeza de mi razón (verdades racionales): debo dudar de ellas por la hipótesis del **genio maligno**; podría mi razón equivocarse al creer que algo es verdadero.
  5. Primera conclusión: Desconfianza provisional sobre la información sensible: es probable que las cosas que percibo existan y sean como las percibo, pero podría no ser así y no debo aventurarme a sostener como verdadero lo que puede ser falso.
  6. Segunda conclusión: Desconfianza provisional sobre la información racional por la hipótesis del genio maligno: supondré que todo es falso hasta encontrar algo que no pueda serlo.

Segunda Meditación: Descubrimiento de la existencia de su razón

  1. Necesidad de una verdad irrefutable: Arquímedes pedía un punto de apoyo firme e inmóvil para mover la Tierra; yo, un principio o **verdad irrefutable** para edificar sobre ella el edificio entero del conocimiento.
  2. La existencia de mi razón es una verdad irrefutable: “cogito ergo sum”: para que mi razón pueda dudar y equivocarse ha de existir necesariamente.
  3. La esencia de mi razón: Pero, ¿qué soy? Una mente que piensa – atributo esencial de la mente -. Los distintos modos de pensar son: dudar, entender, concebir (elaborar conceptos), afirmar, negar, querer, no querer, imaginar (elaborar representación o imágenes mentales de los cuerpos) y sentir (percibir la información proveniente de los sentidos).
  4. La existencia de la razón es condición necesaria, aunque no suficiente, de la existencia de los cuerpos: porque conozco los cuerpos por medio del entendimiento y no de los sentidos o imaginación.
  5. Ejemplo de la cera.
  6. Conclusión: mi mente existe cuando piensa, esté o no dormido y aunque esté equivocándose al considerar que los cuerpos existen y que son como ella sostiene que son.

Quinta Meditación: Argumento ontológico para demostrar la existencia de Dios

  1. Ya ha elaborado Descartes sus dos primeras pruebas de la existencia de Dios en la Tercera Meditación: pruebas a priori, pero estableciendo como principio absolutamente verdadero que la causa ha de ser al menos tan perfecta como su efecto. En la Cuarta Meditación deducirá de la omniperfección divina su absoluta bondad y veracidad.
  2. Primera prueba: Dios es la única causa posible de la presencia de la idea de Dios – idea de un ser sumamente perfecto – en el “cogito”.
  3. Segunda prueba: Dios es la única causa posible de la existencia de un “cogito” en el que está presente la idea de Dios.
  4. Intuye la crítica que puede recibir: la existencia de relaciones causales y la igualdad o superioridad de la causa respecto del efecto es una verdad establecida por una mente en la que no podemos confiar. No queda demostrada la existencia de Dios ni que sea causa de la existencia de mi razón.
  5. Por ello, en esta Quinta Meditación se dispone a demostrar de forma definitiva la existencia de Dios con su famoso argumento ontológico: pretende establecer que la existencia de Dios es una verdad intuida por la razón, tan irrefutable como la verdad de su propia existencia. La razón establece que un ser absolutamente perfecto – esencia – no puede no existir porque la existencia es una perfección más que ha de poseer.
  6. Críticas al argumento ontológico:
    1. Considera Descartes que la idea de Dios es innata – no lo demuestra -, pero podría ser facticia.
    2. Que la existencia forme parte de la esencia de un ser es discutible – un ser es lo que es, exista o no –.
    3. Que la existencia de Dios no es una verdad del mismo tipo que la de la existencia de la razón porque la razón no puede equivocarse sin existir, pero puede existir y equivocarse sobre la existencia de un ser omniperfecto al no poder partir de sus propias verdades para demostrar la existencia de Dios antes de ser legitimada por Él.
    4. Por último, aunque aceptemos que un ser sumamente perfecto deba existir, no queda demostrado que exista necesariamente un ser de estas características.
    5. Además, la existencia de un Dios, entendido como un ser absolutamente perfecto, no permite eliminar la hipótesis del genio si no consideramos que es el creador de la razón – esto sólo lo demuestra Descartes en su segunda prueba que ya ha sido criticada –.
    6. Deduce de la omniperfección de Dios su bondad y veracidad, y ésta deducción la efectúa una razón que no merece confianza.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *