Santo Tomás de Aquino: Armonización de Razón y Fe en la Filosofía Medieval

Santo Tomás de Aquino: Armonización de Razón y Fe

Para comprender el pensamiento de **Santo Tomás** debemos entender que su origen está en intentar armonizar razón y fe (la verdad alcanzada con la verdad revelada), contradiciendo así la teoría de la **Doble Verdad de Averroes**, en la que la verdad del hombre y la de Dios eran distintas, ya que el mundo natural y el divino no se comunicaban.

La única forma de hacerlo fue reconociendo que hombre y Dios debían tener algo en común (el hombre es creado a imagen y semejanza de Dios), por lo que fuera posible que el hombre llegase a conocer los preámbulos de Dios. Así, partiendo de la teoría del **Hilemorfismo aristotélica** (todo ser está formado por materia, parte cambiante, y forma, parte esencial), **Santo Tomás** afirma que la forma del hombre posee una dimensión divina que le permite conocer la verdad, conocer a Dios.

El Alma Humana y su Dimensión Divina

Para **Santo Tomás**, esa forma es el alma del hombre, que unido al cuerpo (materia) constituyen una unión substancial. Siguiendo las bases cristianas, el alma al que hace referencia no es el mismo que el de **Aristóteles**, sino que como cristiano piensa que el ser humano es el único dotado de alma, que es “racional” por poseer lógica, lenguaje y búsqueda de la verdad. Son los principios los que comparte con todo ser vivo: el principio de conservación de la vida y/o el de conservación de la especie; sin embargo, el alma del hombre puede gobernar sobre estos principios, incluso contradiciéndolos.

Teoría del Conocimiento

Ahora bien, sabiendo que el hombre posee un alma racional que proviene de Dios y le permite conocer, ¿cómo puede alcanzar el conocimiento? **Santo Tomás** debe formular una teoría del conocimiento según la cual el hombre pueda obtener conocimiento verdadero sobre el mundo natural, y por tanto, sobre Dios. **Aristóteles** ya había adelantando camino demostrando cómo el hombre podía obtener conocimiento verdadero, y la teoría quedará ahora así:

Por medio de los sentidos el hombre alcanza el “fantasma” (la imagen sensible del objeto), para que a continuación el **entendimiento agente** elimine de la imagen todo aquello que tenga de particular o de concreto y el **entendimiento paciente** asigne a dicha imagen un “concepto universal”. Por último, añade **Santo Tomás**: el concepto universal regresa al fantasma por lo que el conocimiento que había partido de la realidad vuelve de nuevo a ella (crea un conocimiento práctico).

La Felicidad y la Ley Natural

En este ámbito, el “Aquinate” creía que la felicidad (el fin último de todo hombre es la felicidad) del hombre reside en el conocimiento divino, solo alcanzable para aquellos que logren estar en presencia de Dios (aquellos que sean salvados). Entendiendo que para ser salvado hay que ser bueno, expuso la bondad en actuar conforme a la **Ley Natural**, es decir, la ley inscrita por el Creador en el corazón de los hombres. Dicha ley es universal e inmutable, y tiene tres preceptos (generados por el alma y los principios de la misma):

  • El mantenimiento de la vida.
  • El mantenimiento de la especie.
  • La búsqueda de la verdad, el Bien, el lazo social; en definitiva, la búsqueda de Dios.

Además, **Santo Tomás** encuentra prescrita en la **Ley Natural** una tendencia del hombre, la de vivir en sociedad. Solo en sociedad el hombre puede perfeccionarse y alcanzar la felicidad, siendo el ideal una sociedad fraterna; donde, además de amigos, los hombres son hermanos, en definitiva, el Reino de Dios. En este ámbito, cualquier forma de gobierno debe estar orientada al bien común y gobernada por leyes justas, entendiendo por ley justa aquella que concierte con la propia naturaleza del hombre (con la **Ley Natural**).

Las Cinco Vías: Demostración de la Existencia de Dios

Todo el pensamiento tomista resultaría absurdo sin la presencia de Dios, que requiere por tanto ser demostrada. Así, para comprobar su teoría, **Santo Tomás** utiliza las **Cinco Vías** (probando así su utilidad con el concepto universal de Dios); que comparten la misma estructura por la cual, tras captar una imagen (existen cosas que se mueven) alcanzamos una idea, por el entendimiento agente, (todo lo que se mueve es movido por otro) y, por el entendimiento paciente, el concepto universal (las cadenas causales no pueden ser finitas). Aplicar dicho concepto de nuevo a la realidad de la que hemos partido nos conduce a la necesidad de un ser perfecto; Dios (Dios es el **Motor Inmóvil**).

Conclusión

Es así, como **Santo Tomás**, cristianizando el aristotelismo, afirma la complementariedad existente entre la verdad de Dios y la del hombre, en contra de lo expuesto por **Averroes** (el cual, a pesar de defender la razón humana, llevó al mundo musulmán a elegir entre ambas verdades con su consiguiente declive).

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