Evolución del Estado: Liberalismo, Democracia y Bienestar

El Estado liberal se definió desde un principio como Estado de derecho, puesto que en él todos sus componentes estaban sometidos al imperio de la ley. El Estado liberal giró alrededor de una idea fundamental: el individuo es el centro de la actuación política, y el Estado tiene como función crear un marco legal que le permita y le garantice actuar libremente. Los individuos tienen unos derechos propios, anteriores y más importantes que el mismo Estado, y éste tiene que respetarlos al gobernar. El Estado tiene el poder de crear leyes, pero la función de esas leyes no puede ser otra que la de proteger los derechos de los individuos.

Los teóricos de este tipo de Estados situaron el origen del poder de la autoridad en el pacto social, por el que los hombres renuncian a la “libertad natural” para obtener la “libertad posible”.


El Estado Liberal y su Consolidación

Por eso, los Estados liberales son también Estados constitucionales. La actividad política de la autoridad debe regirse toda ella por el derecho que procede de la voluntad popular y se expresa en la Constitución. Para que el Estado funcionara de esta manera se impuso la separación de poderes.

Montesquieu propuso que los poderes del Estado, el ejecutivo, el legislativo y el judicial, estuvieran separados y fueran independientes para que pudiera existir un equilibrio entre ellos. Con el paso del tiempo se vio que era imprescindible, además, para poder controlar el poder político, que algunos de los poderes del Estado —el legislativo y el ejecutivo— fueran elegidos en sufragio universal por la regla de las mayorías, con lo que apareció el Estado liberal y democrático de derecho.


El Pensamiento de Karl Popper

Popper: Este pensador nace en Viena en 1902. De joven es comunista y se interesa por las ideas de su paisano Freud. Pronto el ascenso del nazismo le obliga a abandonar la ciudad. Este hecho y el desarrollo del comunismo encauzaron su pensamiento en una dirección diferente. Su primera gran obra fue La lógica de la investigación científica, en la que se enfrenta a los planteamientos de los neopositivistas. Las preocupaciones de Popper no son solo por la ciencia, sino también por los problemas sociales de la época.

El ambiente opresivo de los totalitarismos le lleva a la defensa de una libertad necesaria tanto para el desarrollo de la ciencia como para el progreso de la sociedad. El planteamiento es paralelo.


La Ciencia y la Sociedad según Popper

La ciencia establece verdades de modo provisional, siempre expuestas a ser falsadas. En el terreno de la reflexión social tiene que ocurrir algo parecido.

Hay que tratar de descubrir las leyes que rigen los acontecimientos de la historia, pero esta búsqueda tiene que ser consciente de que siempre estará limitada a aspectos parciales. Pretender que existen unas leyes que dirigen la realidad en su totalidad conduce al totalitarismo.

Hay que plantear leyes y crear instituciones que aporten libertad y progreso, y promover reformas que mejoren las que ya existen. Hay que realizar propuestas racionales, provisionales, sometidas al desarrollo de los acontecimientos y, por ello, críticas. Para algunos teóricos sociales estas propuestas de Popper resultan parciales y limitadas.


El Estado de Bienestar

A partir de la segunda mitad del siglo XX, y como consecuencia de la influencia del pensamiento socialista y de la lucha sindical, los Estados liberales y democráticos de derecho introdujeron una serie de servicios, dando origen a lo que se conoce con el nombre de Estado de bienestar o Estado social y democrático de derecho. En el Estado de bienestar se asume como tarea propia la defensa de los derechos sociales, económicos y culturales, lo que le lleva a intervenir en el orden económico y social para tratar de conseguir una igualdad real de oportunidades, una situación de pleno empleo y un acceso de los grupos sociales más débiles. Los defensores del Estado de bienestar insisten en que los derechos fundamentales no pueden quedar reducidos a derechos formales.


Críticas y Desafíos al Estado de Bienestar

Para conseguir sus objetivos se valen de una política fiscal y presupuestaria, un cierto control de la actividad económica, y una participación directa en algunas actividades. Como la satisfacción de esos derechos obliga a los Estados a un gasto público elevado y a una política fiscal con un fuerte carácter impositivo, en las últimas décadas se originan una serie de críticas al Estado de bienestar, se le denomina Estado benefactor, en las que se le reprocha el haber aumentado innecesariamente la burocracia; el haber reducido la iniciativa privada. Muchos de los que critican el Estado de bienestar lo hacen en nombre de un Estado mínimo de corte neoliberal: R. Nozick.

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