Ética de Kant
Immanuel Kant es considerado el máximo exponente de la filosofía crítica. Criticó todas las filosofías anteriores, cuestionando hasta qué punto podían ser ciertas. Reconoció aspectos positivos tanto en el racionalismo como en el empirismo de Hume e intentó integrar elementos de ambos para crear una tesis superadora. Kant era muy religioso y creía en la libertad y la responsabilidad del individuo. Sostenía que, si bien con la razón no se puede saber, con la fe sí. Nacido en Königsberg, fue una persona muy metódica, amable y divertida. Dedicó su vida a estudiar y dar clases. Sabía de todo, aunque su educación fue la de un físico racionalista. Sus obras se dividen en: período precrítico, período crítico y período postcrítico. Después de dar muchas clases y leer muchos libros, murió por falta de riego.
La ética de Kant responde a la pregunta de qué debo hacer. También es considerada como una crítica a la razón pura práctica. Ya sabemos qué puedo conocer, pero el problema de qué debo hacer sigue ahí, a pesar de haber respondido a la primera pregunta de manera crítica, diciendo que no puedo conocer nada. El hombre sale como libre de la crítica anterior, lo que conlleva ser responsable. Por lo tanto, encontramos dos tipos de morales:
Moral Material
Es una moral no posible. Es aquella que nos dice cuál es el bien (placer, hedonismo) y cómo conseguirlo. Esta moral se da cuando la moral tiene “contenido”. No debemos caer en el error de compararla con moral materialista, pues son términos diferentes. Las morales materiales están mal porque son empíricas (a posteriori, el placer nos parece que es bueno por experiencia); son heterónomas (buscan la razón fuera de sí mismas); y son juicios hipotéticos (si haces una cosa, entonces serás feliz). Por lo tanto, la moral material es consecuencialista.
Moral Formal
Sí es posible, pero ha de reunir tres condiciones fundamentales: tiene que ser a priori, independiente de la experiencia; tiene que ser autónoma, que se basa en la razón práctica; y tienen que ser juicios categóricos, es decir, que algo es bueno en sí mismo, no por las consecuencias. Estas tres condiciones son duras, pero se pueden resolver mediante el imperativo categórico, que cumple las tres condiciones. Podríamos definirlo diciendo que nunca se debe tomar al hombre como medio, sino como un fin. En este mundo, este tipo de ética formal no garantiza la felicidad.
Respecto a los ideales que aparecen en metafísica y teoría del conocimiento, cabe decir que ahora aparecen en forma de postulados de la razón práctica. Un postulado es una proposición necesaria para que todo tenga sentido. Son una suposición, ya que los crees por la religión, es decir, por la fe. Así pues, tiene que haber un Dios, que une lo que es (ser) con lo que debería ser. El mundo debe ser libre y comprensible científicamente. Kant también defiende la inmortalidad del alma. También es necesario suponer que hay un más allá en el que me premian si me porto bien. Y también que actuamos libremente, ya que, si no, no tiene mérito que haga las cosas. El actuar sobre mi conciencia no garantiza la felicidad.
A modo de conclusión, necesitamos obrar de tal forma que nuestra conducta pueda convertirse en un principio universal de acción, es decir, regidos por el imperativo categórico, buscando la moral formal, ya que la material no es posible.
Política de Locke
John Locke fue contemporáneo de Spinoza y Leibniz. De nacionalidad inglesa, estudió medicina en Oxford. Pertenecía al partido liberal, cuyo objetivo era imponer los usos parlamentarios al último rey Estuardo. Lo más destacado de Locke es su teoría política, un tratado sobre el gobierno civil. Actualmente vivimos en una forma de gobierno lo más parecida posible a lo que dijo Locke. Es fundamental para entender nuestro mundo. Proviene de la Gloriosa Revolución de 1688, cuando Jacobo II es expulsado y Guillermo de Orange es nombrado rey a cambio de que acepte los usos parlamentarios, que exigen que el parlamento vote las leyes. De esta última exigencia surgen cosas como la idea de constitución de los ingleses, la independencia de los Estados Unidos, etc. Locke es el primer teórico del liberalismo político.
El Estado de Naturaleza
Locke se pregunta, al igual que Hobbes, qué pasaría en un estado de naturaleza, sin gobierno, leyes, etc. La única diferencia con Hobbes es que Locke no cree que estemos en un estado de guerra permanente. Aunque no hay anarquía, hay algunos que abusan de su fuerza. Locke reconoce que Hobbes tiene razón cuando dice que todos somos iguales. Esta igualdad implica que todos tenemos derechos por el hecho de ser hombres (lista de derechos). Puedes negar esto si piensas que los derechos los tienes por pertenecer a una raza. Pero, aunque el hombre no pertenezca a la nación, posee derechos. Nadie te da los derechos, los tienes tú por el hecho de nacer, de ser hombre.
Derechos Naturales
Locke enumera los derechos más importantes:
- Vida
- Libertad
- Propiedad
El derecho a la vida es el más importante y el de propiedad el que más polémica provoca, ya que este dice que cuando te apropias de algo aumentas la riqueza de toda la humanidad, pues sacas partido a algo que estaba sin explotar. Para proteger nuestros derechos son necesarias unas leyes y un pacto social.
División de Poderes
Hay que imponer un poder fuerte para que haga cumplir las leyes, y débil para que nadie abuse de él. Esto se consigue mediante la división de poderes en:
- Legislativo: elabora leyes mediante el parlamento.
- Ejecutivo: compuesto por el rey, ministros, funcionarios.
- Federativo: se ocupa de la guerra y de la paz.
Esta división tiene que controlarse. El legislativo controla al ejecutivo, por ejemplo. Eso sí, hay posibilidad de rebelión contra leyes injustas. El rey tiene el poder de aplicar leyes con cierta discreción.
Tolerancia y Habeas Corpus
Todo este proceso funciona por dos cosas fundamentales:
- Tolerancia: consiste en dejar que cada uno piense lo que quiera, lo que nos lleva a la libertad de conciencia y a un gobierno justo.
- Habeas Corpus: dice que el poder ejecutivo no puede detener a nadie de una manera arbitraria. El juez decide respetando las leyes. Si se pudiera detener a todo el mundo, lo primero que se haría sería detener a quienes van contra ti. Puede parecer ridículo, pero es lo primero que se hace cuando una democracia deja de ser democracia.
Como conclusión, la teoría política de Locke tiene mucha repercusión en nuestro mundo actual: el poder legislativo se desarrolla hasta democratizarse; el ejecutivo, en el rey, va siendo cada vez más simbólico – se llega a una mezcla entre ejecutivo y legislativo; el poder federal acaba transformándose en el poder judicial, así que no se lleva a la práctica. El único vestigio que queda de este poder lo encontramos en el Senado de Estados Unidos, que es una cámara federal y tiene derecho a declarar la guerra, la paz y firmar tratados.