Sustancia, Atributos y Modos en el Racionalismo: Descartes, Spinoza, Malebranche y Leibniz

Las Tres Sustancias, los Atributos y los Modos según Descartes

Descartes define la sustancia como aquello que no tiene necesidad más que de sí mismo para existir. El único ser capaz de subsistir por sí mismo es Dios, res infinita; los demás seres necesitan de la creación y conservación por Dios. Si bien en sentido propio Dios es la única sustancia, por analogía, también se pueden considerar sustancias aquellos seres creados que sólo necesitan del concurso divino para existir. Así, distingue dos sustancias creadas: el yo o sustancia pensante (res cogitans) y los cuerpos o sustancia extensa (res extensa). De ellas tenemos ideas claras y distintas: son autónomas o independientes.

Nosotros conocemos las sustancias por sus atributos. Descartes habla también de modos, que son modificaciones variables de la sustancia y necesitan de ésta para existir; la figura, el movimiento, son modos de la sustancia extensa, y la imaginación, el sentimiento, son modos de la sustancia pensante.

El Hombre según Descartes

El hombre es un compuesto de dos sustancias, la sustancia pensante y la sustancia extensa. Y, como el entendimiento tiene una idea clara y distinta de cada una de ellas, es evidente que se trata de dos sustancias distintas, independientes, y que el alma puede existir sin el cuerpo, que de la muerte del cuerpo no se sigue la muerte del alma. Este dualismo antropológico tiene importantes consecuencias: por un lado, la afirmación de la inmortalidad del alma y, por otro, la afirmación de la libertad del hombre. El alma queda excluida del mecanicismo y la necesidad, propios de los cuerpos, sustancia extensa.

El hombre es libre, pero no se identifica libertad con indiferencia; al contrario, la voluntad es menos libre cuanto más indiferente es para elegir entre una cosa y otra; es, en cambio, libre cuando, teniendo el entendimiento ideas claras y distintas sobre lo bueno o lo verdadero, la voluntad se inclina por ello y lo elige. Por otro lado, la elección de lo propuesto por el entendimiento expresa la idea central de la ética de Descartes.

Ideas de Otros Autores Racionalistas

Baruch Spinoza (1632-1677)

Entiende por sustancia lo que existe por sí mismo y no tiene necesidad del concepto de otra cosa del que deba formarse. Tales condiciones sólo las cumple Dios: Él será la única sustancia que exista y se identificará con la Naturaleza: monismo y panteísmo. Los atributos de Dios son aquello que el entendimiento percibe como constitutivo de la substancia: son infinitos; pero sólo conocemos dos: la res extensa y la res cogitans, que no serán ya dos sustancias sino dos manifestaciones de ella. Modos son las variaciones de la sustancia, por lo que no pueden concebirse sin ella: así, todos los seres que existen no son otra cosa que variedades de la divinidad.

El hombre será un compuesto de dos modos de los atributos de la sustancia divina: sólo de esto procede su unidad. El alma es sólo una idea del cuerpo y desaparece cuando el cuerpo muere, no es inmortal. El problema de la interacción alma-cuerpo y otros que pudiera generar el dualismo cartesiano dejan de existir con Spinoza: sólo existe una sustancia, Dios, que es fuente de todo y que se despliega en las cosas que existen, que son sus modos.

Nicolás Malebranche

Máximo representante del ocasionalismo del s. XVII. El único ser con verdadera eficacia causal es Dios; las criaturas no son más que ocasiones de que Dios se vale en orden al cumplimiento de sus designios. No hay ninguna relación causal necesaria de un cuerpo a otro ni de un espíritu a otro. Desde esta perspectiva queda anulado el problema de la interacción espíritu-materia entre las criaturas: Dios es el único ser con eficacia causal. También defiende el ontologismo: el hombre conoce todas las cosas en Dios. Dado que el objeto del conocimiento son las ideas y no las cosas, y que aquéllas son entidades muy superiores a las cosas, no pueden ser producidas por éstas; y como sólo Dios, por ser el creador de todo, tiene en su mente los arquetipos de las cosas, y puesto que Dios está presente en el alma del hombre, nosotros contemplamos las ideas en Dios. Aquí se mezcla la teoría de la iluminación agustiniana con la tesis cartesiana de Dios como garante y creador de verdad.

G. Wilhelm Leibniz

Intentó la superación del empirismo de Locke. El empirismo había hecho suyo, de un modo peculiar, el viejo aforismo de que «nada hay en el entendimiento que no haya estado antes en los sentidos»; a ello Leibniz…

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