La Filosofía de Platón: Educación, Justicia y Bien
La Educación según Platón
Para Platón, la educación es el proceso que permite al hombre tomar conciencia de la existencia de otra realidad más plena, a la que está llamado, de la que procede y hacia la que se dirige. Por tanto, «la educación es la desalineación, la ciencia es liberación y la filosofía es alumbramiento».
Justicia en el Individuo y la Sociedad según Platón
Una persona justa es aquella cuyo elemento racional, ayudado por la voluntad, controla los apetitos. Una sociedad justa, según Platón, es aquella donde el destino de la sociedad está en manos de la virtud, tanto del dirigente como del ciudadano. Es decir, que tanto gobernantes como gobernados han de ser virtuosos, porque sin virtud —como dirá después su discípulo Aristóteles— no hay ciudad, sin virtud no es posible establecer la justicia, que es el leitmotiv de toda ciudad.
La Motivación para Hacer el Bien y la Predisposición Humana
Platón sostiene que el Bien es la idea suprema y que el mal es la ignorancia. No hacer el bien no destruye el alma de los hombres injustos, cobardes, intemperantes e ignorantes, ya que pueden vivir tantos o más años que un hombre bueno, de modo que es lógico pensar que tampoco puede ser destruida por algo externo.
La Propuesta de La República de Platón
La República de Platón propone que cada uno atienda exclusivamente a lo suyo, sin meterse en cosas ajenas. Los zapateros deben hacer zapatos, comer y callar. Los panaderos hacen el pan, y no las preguntas. De ahí el dicho, «pasteleros, a sus pasteles». La justicia platonista no es solidaria. Si los niños se mueren de hambre en África, es problema de ellos. De acuerdo a La República, no hay que vivir atentos al sufrimiento ajeno, sino anestesiados.
La Relevancia de Platón en el Mundo Actual
La importancia de Platón en su tiempo fue inmensa y su influencia posterior también enorme. Recogió toda la problemática filosófica de su tiempo y, a la vez, recopiló esa misma problemática de la filosofía que le precedió, sobre todo de Parménides y Heráclito. La crítica al poder político que ejerció, donde es posible que su planteamiento parezca hoy superado con nuestras sociedades liberales en las que el individuo está por encima de la sociedad, la sociedad predomina sobre el individuo. Platón plantea un sistema de aprendizaje donde debemos dejarnos llevar por las enseñanzas del rey-filosófico, que ha salido de la caverna y contemplado la verdadera realidad. Si este sitio lo ponemos en práctica en la actualidad, podríamos decir que las nuevas tecnologías han hecho que la figura del rey-filósofo haya quedado desplazada, ya que cualquiera puede acceder a esa información por internet. Pero, a la vez, la información del rey-filósofo es verdadera y no cambia, mientras que la de hoy en día en cualquier medio para intentar conocerla es difusa, ya que la realidad cambia dependiendo de quién la cuente. No se trata de un conocimiento verdadero y eterno, sino cambiante y borroso, muy alejado de las ideas verdaderas que Platón creía alcanzar mediante la reminiscencia.
Influencias Filosóficas en Platón
Influencia de Parménides y Heráclito en el Mundo de las Ideas
La influencia de Parménides y su escuela está clara en muchos de sus escritos y tesis. A este filósofo dedicó el diálogo Parménides. La concepción del Ser como inmutable, la división de lo real en dos regiones, el mundo aparente y el mundo verdadero, en paralelo a la división del conocimiento en dos tipos, la ciencia o verdadero conocimiento, que corresponde al ejercicio de la razón (la llamada por Parménides «Vía de la verdad») y la opinión, como conjunto de verdades de rango muy inferior que se ofrecen a los sentidos (la llamada por Parménides «Vía de la opinión») son una muestra de ello. Pero también está presente Heráclito (el diálogo Crátilo es también un homenaje, con el nombre de uno de los discípulos de Heráclito). El «río heraclitiano», la realidad sometida a cambio permanente, aparece en la filosofía platónica en el concepto de «mundo sensible» o conjunto de entidades que se ofrecen a los sentidos.
Herencia de Sócrates en Platón
De su maestro Sócrates, Platón hereda, entre otras cosas, el gusto por el diálogo como método de descubrimiento de la verdad (de ahí que las obras de Platón estén escritas en forma dialogada), el rechazo del relativismo sofista y la defensa del intelectualismo moral (obrar bien exige conocer en qué consiste el bien).
Influencia de los Pitagóricos en Platón
La influencia de los pitagóricos en Platón se manifiesta en varios aspectos:
- En la visión dualista del hombre (alma-cuerpo) y en el carácter separado y opuesto de ambas sustancias. Los pitagóricos recogieron a su vez esta idea del orfismo, expresándola en la frase: «El cuerpo es la cárcel del alma». El alma sería inmortal y preexistente al cuerpo, y habría reencarnación. Estas ideas son también pitagóricas.
- Platón toma en segundo lugar el concepto de «número» pitagórico para aplicarlo a sus «ideas». Parménides fue también pitagórico, lo que vemos en el carácter formal y lógico de su «ser».
- De manera secundaria, los pitagóricos influyen en Platón a la hora de revalorizar las matemáticas («No entre nadie que no sepa geometría») y en la visión de los materiales del universo en relación a los 5 sólidos convexos: tetraedro (fuego), hexaedro (tierra), octaedro (aire), icosaedro (agua), dodecaedro (materia del universo).
- Por último, cabe hablar de una influencia pitagórica en la forma de entender el funcionamiento de la «Academia» al estilo de una «secta pitagórica» por el hecho de mantener ciertas doctrinas en secreto (ágrafa dógmata).