Nietzsche: Circunstancias Históricas y Sociopolíticas
El pensamiento de Nietzsche se vio influido más por circunstancias culturales que por otras sociales o políticas. Nietzsche critica la cultura occidental en general. Su reflexión se dirige a la crítica de la metafísica, de la moral, del arte y, en definitiva, de toda manifestación cultural. Nietzsche percibe su época como una etapa previa a una serie de grandes cambios sociales, políticos y culturales que habrán de producirse en breve. Él se ve a sí mismo como el profeta que anuncia esos cambios, un hombre adelantado a su tiempo que sabe ver el futuro que se avecina. Ese futuro debe ser radicalmente distinto al pasado, porque el pasado se sustenta en una cultura agotada, que ha explotado al máximo sus posibilidades y que es necesario abandonar. De ahí la crítica feroz de Nietzsche hacia los valores de la cultura tradicional. Esta crítica se enfrenta a distintos enemigos:
- La metafísica racionalista. Originada con Platón, y seguida a lo largo de siglos por distintos filósofos.
- La moral, los valores morales de una caduca sociedad decimonónica y su fundamento cristiano.
- La ciencia y el positivismo. Para Nietzsche, prometen un progreso que no es real, que en realidad esconde más de lo mismo habido hasta entonces.
En la filosofía de Nietzsche influyeron:
- El pensamiento irracionalista de Schopenhauer. Especialmente en lo relativo a la voluntad de poder como fundamento último de la realidad.
- La teoría de la evolución de Darwin y su explicación del mecanismo de selección natural. Las teorías darwinistas están seguramente detrás de la idea del superhombre como resultado de la evolución desde el hombre actual. Si bien es necesario tener presente que en Nietzsche esa evolución no tiene connotaciones biológicas, sino culturales o espirituales.
Por último, podemos aludir a la influencia que el propio Nietzsche ejerció en la sociedad y en los acontecimientos políticos que se sucedieron tras su muerte. Algunas de sus doctrinas, si bien tergiversadas y manipuladas, sirvieron de base para la construcción de la ideología nacional-socialista que se impuso en la sociedad alemana del segundo cuarto del siglo XX. Por otra parte, el nihilismo nietzscheano puede considerarse en gran medida inspirador de las revueltas estudiantiles que sacudieron la Universidad de la Sorbona en la primavera de 1968.
Contexto Personal de Friedrich Nietzsche
En este contexto nació Friedrich W. Nietzsche, el 15 de octubre de 1844, en Röcken (Turingia, Alemania). Su infancia estuvo marcada por un ambiente familiar religioso (su padre y abuelos, tanto paterno como materno, fueron pastores protestantes). De carácter más bien serio y algo retraído, no se adaptó muy bien a la vida de la escuela donde cursó estudios primarios y secundarios. A partir de los 12 años, además, comenzará a sufrir fuertes dolores de cabeza, quizá por problemas oculares, que le acompañarían toda la vida. A los quince años comenzó a leer a Schopenhauer. Con veinte años comienza sus estudios de teología y filología clásica (griego y latín) en la universidad de Bonn, donde llevó una vida algo turbulenta que tendría consecuencias para su salud (caída de un caballo durante el servicio militar y posible contagio de sífilis). A los veinticuatro años es nombrado catedrático extraordinario de la universidad de Basilea adquiriendo nacionalidad suiza. Su primera obra, «El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música» (1871) provocó numerosas críticas entre los filólogos de la época. En 1879 abandonó la universidad y se dedicó a viajar por varias ciudades europeas buscando el buen clima que le aliviara de sus continuas jaquecas, dolor de ojos y vómitos. En 1889 será internado en una clínica de Basilea con el diagnóstico de «reblandecimiento cerebral» y «parálisis progresiva». El 25 de agosto de 1900, tras once años de locura, una apoplejía acabó con su vida.
Periodos del Pensamiento de Nietzsche
Respecto de las obras de Nietzsche, se pueden distinguir cuatro periodos en su pensamiento, que reflejan también las principales influencias que fue recibiendo.
- Periodo romántico. La obra fundamental de esta época es El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música (1871), dedicada a Wagner. Su pensamiento se inspira en los presocráticos (Heráclito), Schopenhauer y la música de Wagner.
- Periodo positivista o ilustrado. Nietzsche se aleja de la filosofía de Schopenhauer y rompe su amistad con Wagner. Su filosofía se inspira ahora principalmente en los filósofos ilustrados, Voltaire especialmente, y adopta una postura positivista o científica para atacar a la metafísica, sobre todo a la platónica. De esta época es Humano, demasiado humano, o La Gaya ciencia.
- Periodo: El mensaje de Zaratustra. Es el momento en el que escribe su obra fundamental: Así habló Zaratustra (1883-1884). Zaratustra rechaza toda metafísica e insiste en la necesidad de cambiar los valores morales de la cultura occidental a favor de valores que fomentan y favorecen todo lo relacionado con esta vida.
- Periodo crítico. Nietzsche ataca directamente a toda la cultura occidental: la filosofía, la religión, la moral tradicional, etc. La crítica a Sócrates, Platón o Hegel se radicaliza aún más. De esta última época son obras como La genealogía de la moral; El crepúsculo de los ídolos, o cómo filosofar a martillazos (1889); El Anticristo y Ecce Homo, su última obra.
Apariencia y Realidad: Parménides y Kant
Parménides
Parménides se centra en la afirmación del ser y el rechazo del devenir, del cambio. El ser es uno, y la afirmación de la multiplicidad que implica el devenir, y el devenir mismo, no pasan de ser meras ilusiones. El poema expone su doctrina a partir del reconocimiento de dos caminos para acceder al conocimiento: la vía de la verdad y la vía de la opinión. Sólo el primero de ellos es un camino transitable, siendo el segundo objeto de continuas contradicciones y apariencia de conocimiento. La vía de la opinión parte, dice Parménides, de la aceptación del no ser, lo cual resulta inaceptable, pues el no ser no es. Y no se puede concebir cómo la nada podría ser el punto de partida de ningún conocimiento. «Es necesario que sea lo que cabe que se diga y se conciba. Pues hay ser, pero nada, no la hay») Por lo demás, lo que no es, no puede ser pensado, ni siquiera»nombrad». Ni el conocimiento, ni el lenguaje permiten referirse al no ser, ya que no se puede pensar ni nombrar lo que no es. «Y es que nunca se violará tal cosa, de forma que algo, sin ser, sea»). Para alcanzar el conocimiento sólo nos queda pues, la vía de la verdad. Esta vía está basada en la afirmación del ser: el ser es, y en la consecuente negación del no ser: el no ser no es.
Kant
Kant abordó igualmente la relación entre la apariencia y la realidad en La crítica de la razón pura. En esta obra se va a referir a la apariencia con el término fenómeno y a la realidad en sí con el término noúmeno. El ser humano no puede conocer la realidad tal cual es en sí, sino sólo tal y como aparece modificada por las estructuras a priori de la mente. Todo conocimiento es una síntesis de dos elementos: algo que recibimos mediante la experiencia, lo dado a posteriori, y algo que aportamos, lo puesto a priori. En el caso del conocimiento sensible, lo dado son las sensaciones, y lo puesto, las formas a priori de espacio y tiempo. El resultado de esta síntesis es el fenómeno. El término fenómeno procede del verbo griego faino, que significa aparecer. Por tanto, el fenómeno es la apariencia o el aspecto que ofrece un objeto a nuestra mente, y nunca podremos acceder a conocer la realidad en sí, sino, como mucho, a pensarla. A esta realidad pensada, pero no conocida, le llama Kant el noúmeno.