Vigencia del Pensamiento de Marx
La proyección del pensamiento de Marx ha sido enorme, tanto en el surgimiento de los sistemas socialistas o comunistas originados a partir de la Revolución Rusa, como en la aparición de corrientes ideológicas y filosóficas que han generado movimientos sociales y culturales vigentes en la actualidad, como la **Escuela de Frankfurt**.
El comunismo, como modelo económico que se inspira en el materialismo histórico, ha desaparecido, enterrado por una profunda crisis. Después de la caída del Muro de Berlín (1989) y la desmembración de la Unión Soviética, ha quedado como un partido político más dentro del sistema democrático, con la excepción de Cuba y los países asiáticos, en los que se percibe un acercamiento a las democracias occidentales. No ocurre lo mismo respecto a sus críticas al capitalismo, también vigentes hoy como en el siglo XIX. Existen medidas como la PAC (**Política Agraria Común**) o la OMC (**Organización Mundial del Comercio**) que impiden que la saturación y crisis de superproducción previstas por Marx acaben con el capitalismo, pero este no está exento de grandes contradicciones.
Existen profundas desigualdades (llegan inmigrantes en patera a una playa en que otros seres humanos disfrutan de sus vacaciones); el modelo económico con mayor capacidad para producir sigue sin solucionar los problemas de escasez. Las nuevas fuerzas productivas, representadas por las empresas orientales, son más competitivas que las europeas o estadounidenses, privando a sus trabajadores de derechos y salarios equiparables a los conquistados por los europeos. Los procesos de «deslocalización» —cierro comillas— se producen porque las empresas, aplicando la lógica capitalista, buscan las condiciones que les permitan ser más competitivas. Todos estos hechos dan la razón a Marx: **el mercado abandonado a su libre funcionamiento no produce beneficios para todos**, tal y como creían los economistas ingleses. Tampoco pueden obviarse los antagonismos entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción. Las modernas sociedades del siglo XXI confirman este fenómeno.
La entrada de productos asiáticos a muy bajo precio en los mercados occidentales, las páginas web que permiten descargar música gratuita, las copias de CD y DVD en el *top manta*… son ejemplos de la capacidad de las nuevas fuerzas productivas para vender más barato. Se trata de ventas ilegales; las películas o la música se hacen con aparatos elaborados por las propias empresas que lo denuncian. Es decir, las nuevas fuerzas no hacen más que exprimir el sistema aplicando su lógica.
La crítica de Marx a la guerra también es actual. Marx fue crítico de la solución que el modelo capitalista propone a sus problemas de superproducción: la guerra. Las políticas coloniales y expansionistas en Asia y África eran la solución a los excedentes de producción. La tesis sigue siendo válida. Por un lado, la máquina bélica de los países occidentales se nutre fundamentalmente de población de los estratos más humildes, de aquellos que el sistema empuja a la pobreza. Por otro, la industria bélica supone un porcentaje notable del Producto Interior Bruto de muchos de estos países; **la guerra permite dar salida a los excedentes (humanos y materiales) y continuar con la producción**.
Contexto Histórico-Cultural
**Karl Marx** (1818-1883) vive un periodo en el que, como consecuencia del desarrollo científico y técnico, se consolida en Inglaterra la **Primera Revolución Industrial**. En torno a 1830, Francia y Bélgica se incorporan al proceso, y alrededor de 1870 se inicia la **Segunda Revolución Industrial**, en la que empiezan a destacar Alemania y Estados Unidos. La revolución agraria y las mejoras en higiene y medicina producen un crecimiento demográfico que da lugar a las emigraciones a los centros industriales, donde nace la ciudad moderna con sus problemas de hacinamiento y falta de infraestructuras.
Las emigraciones intercontinentales potenciarán la colonización. La industrialización enriqueció a la burguesía, que se convirtió en la clase dominante, pero los trabajadores sufrieron la explotación y la marginalidad, problemas sociales claves que explican la aparición de los movimientos obreros. El **realismo** (Stendhal o Dickens en literatura, y Courbet, Millet o Daumier en pintura) y su posterior evolución, el **naturalismo** (Émile Zola), también reflejaron esa situación social. Sin la industrialización y sus consecuencias no se entiende la crítica a la sociedad burguesa moderna desarrollada en la *Contribución* (1859).
La mejora de los transportes empequeñeció el mundo. La industrialización exigía materias primas abundantes y nuevos mercados. Para conseguirlo, la burguesía presionará a los Estados para que desarrollen una política colonial que beneficia a sus industrias. Para Marx, **la colonización es la internacionalización de las relaciones de explotación entre propietarios (metrópolis) y asalariados (colonias)**, por lo que proyectó estudiar también ese fenómeno en la *Contribución*. Su nueva posición económica permitió a la burguesía conquistar nuevos derechos mediante las revoluciones liberales de 1830, 1848 y los nacionalismos. **Liberalismo y nacionalismo** se nutrieron de la exaltación de la libertad individual y de los pueblos encarnada por el **Romanticismo**, movimiento que alcanza sus expresiones más acabadas en literatura, pintura (Delacroix, Géricault) y música (Chopin, Schumann). Sin embargo, Marx entendió que los nuevos Estados generados por los nacionalismos eran estructuras que beneficiaban a la burguesía. Frente a ellos, propuso la **AIT (Asociación Internacional de Trabajadores, 1864)**, que buscaba la unidad entre ciudadanos, no del mismo Estado, sino de la misma clase.
En segundo lugar, el fracaso de la revolución del 48 (en la que Marx participó activamente) como consecuencia de la unión de burgueses y aristócratas para impedir que los obreros consiguieran sus exigencias democráticas y de mejoras sociales, convenció a Marx de que por este medio los obreros nunca mejorarían. Nace en Tréveris, región prusiana, en 1818, en el seno de una familia de origen judío y religión protestante. Cursa Derecho en las universidades de Bonn y Berlín, donde también estudiará profundamente el pensamiento de Hegel; después, se dedicará a la filosofía y el periodismo. En 1842, comenzó a editar un periódico liberal en Colonia, la *Rheinische Zeitung* (la *Gaceta Renana*), donde se decantó a favor de los trabajadores del vino de la zona de Mosela. Por eso, su publicación fue suspendida. Tras casarse, marcha a París para entablar contacto con los movimientos socialistas franceses, más desarrollados (Louis Blanc, Proudhon, Heine…). Con Ruge, hegeliano radical, comienza a publicar los *Anuarios Franco-Alemanes*. Gracias a esta publicación, conoce a Engels. Es expulsado de París y se traslada a Bruselas. En 1848, funda la **Liga de los Comunistas**, cuyo programa político y filosófico fue fijado en el *Manifiesto del Partido Comunista* (1848). Desde 1848 a 1883 tiene lugar su periodo revolucionario. Marx participa activamente en los movimientos revolucionarios que conmueven toda Europa a partir de 1848.
Apartado B: Análisis de la Alienación y el Comunismo en los *Manuscritos de Economía y Filosofía*
El fragmento que nos ha tocado comentar ha sido extraído de la obra *Manuscritos de Economía y Filosofía*, del autor **Carlos Marx**. Nosotros estudiamos el tercer capítulo, llamado «Propiedad privada y comunismo». Marx realiza un **análisis del capitalismo como sistema de producción de la enajenación (alienación)** y la propuesta del comunismo como liberación del género humano. Entonces, define las distintas formas de enajenación y, de su análisis, explica el origen de la propiedad privada. Con esto, hace una consideración filosófica de la economía, develando así el origen humano de los fenómenos económicos.
Comparación entre Marx y Platón
- Marx rechaza la metafísica idealista platónica y defiende el **materialismo**, que afirma el carácter material de lo real.
- Tampoco está de acuerdo en que el ser humano sea un ser contemplativo, ya que para él, el hombre es un ser de necesidades y, por eso, lo que lo define es la **actividad productiva** y no el pensamiento.
- Valora más la experiencia que las ideas y rechaza el idealismo político: la *República* de Platón es un Estado ideal y no realizable, mientras que el Estado comunista es una meta realizable.
- Ambos confían en la capacidad de la razón humana de desvelar lo real, aunque en Platón lo real son las ideas y en Marx son las condiciones materiales de la existencia.
- Ambos comparten la vinculación filosofía-política y buscan la justicia social.
- Defienden la naturaleza social del ser humano.
Materialismo Histórico y Crítica a la Religión
El **materialismo histórico** es la aplicación de la tesis materialista y el método dialéctico a la historia de las sociedades. Para Marx, la historia es un proceso de maduración progresiva de la capacidad económica de la especie humana. Ambos, Marx y Nietzsche, analizan y denuncian la alienación sufrida por el hombre. Para Marx, el origen está en la estructura económica de la sociedad, mientras que Nietzsche hacía hincapié en los aspectos morales. Ambos autores coinciden también en la dura crítica que hacen a la religión, pues ambos la acusan de ser la causante de limitar el desarrollo humano, pues engaña a sus seguidores.