Contexto Histórico y Cultural
Contexto histórico cultural: Descartes estudió en el colegio jesuita de La Flèche, donde recibió una formación neoaristotélica y escolástica, además de una excelente preparación matemática. El siglo XVII estuvo marcado por una creciente inestabilidad y complejidad en Europa. Las disputas religiosas entre católicos y protestantes en el Sacro Imperio Romano Germánico, unidas a la pugna política entre el centralismo del emperador y los príncipes reformistas, la ambición de Suecia por controlar el Báltico y la rivalidad entre Francia y España por la hegemonía europea, desembocaron en la Guerra de los Treinta Años (1618-1648). Francia, bajo el reinado de Luis XIII y Luis XIV (el Rey Sol) y el cardenal Richelieu, jugó un papel crucial. Descartes se alistó en el ejército y, durante los descansos en los campamentos de invierno, descubrió los principios de la ciencia admirable, decidiendo abandonar la vida militar y establecerse en París.
La Paz de Westfalia (1648) puso fin a la guerra, dividiendo el Sacro Imperio Germánico. España quedó agotada, y Francia, aunque mejor posicionada, entró en una crisis económica. La brutalidad de la guerra llevó a cuestionar la racionalidad humana. La búsqueda de una ética racional, válida para todos y por encima de los sentimientos religiosos, se convirtió en una tarea urgente, aunque Descartes murió antes de poder desarrollarla completamente. En París, Descartes frecuentó los círculos más cultos, tanto en cuestiones científicas y filosóficas como religiosas. Sin embargo, las discusiones entre católicos y protestantes lo llevaron a trasladarse a Holanda en busca de tranquilidad. En 1633, la Santa Sede condenó la obra de Galileo, y Descartes renunció a publicar su tratado sobre el mundo, que recogía las ideas heliocéntricas de Galileo. La revolución científica se consolidaba, logrando un conocimiento más profundo de la realidad. Las polémicas contra Descartes se intensificaron, y aceptó la invitación de la reina Cristina de Suecia para trasladarse a ese país, donde murió de pulmonía en 1650.
Culturalmente, el Barroco se caracterizaba por reflejar el carácter ilusorio de la vida y la presencia amenazante de la muerte.
Contexto Filosófico
Contexto filosófico: El triunfo de la nueva ciencia, que unía explicación matemática y experimento para alcanzar conocimientos útiles, había desplazado a las físicas de corte filosófico. Esta nueva ciencia implicaba una visión mecanicista del mundo, con figuras como Kepler, Galileo y Descartes. Galileo defendía que la naturaleza estaba escrita en lenguaje matemático. Según Francis Bacon, el saber ya no era contemplación, sino poder, al servicio de la utilidad técnica. En Francia, existía una corriente escéptica heredada de Montaigne, quien sostenía la imposibilidad de alcanzar verdades absolutas. La filosofía escolástica seguía siendo la filosofía de la universidad, pero recibía fuertes ataques de la nueva filosofía moderna y entraba en decadencia. En el siglo XVII, la ruptura entre fe y razón, que había aparecido en el siglo XV, era total. La fe seguía siendo importante, pero ya no era el factor crucial para interpretar el mundo. Descartes se movió fuera de la universidad, en una época en que los hombres de ciencia desarrollaban su labor al margen del saber oficial, alentados por mecenas y agrupados en diversos círculos.
Influencias de Descartes: Directas, en el racionalismo continental. Indirectas, en dos rasgos de su pensamiento: la idea de que la filosofía debe ser un sistema de verdades interrelacionadas que den una explicación completa del mundo, y que la filosofía debe comenzar por el estudio de la capacidad de conocer del hombre y los tipos de objetos que puede conocer.
Objetivo de Descartes
Qué pretende: Descartes pretendía desarrollar un sistema de verdades indudables, todas conectadas y basadas en un fundamento seguro. Para ello, rompió con lo anterior y se concretó en:
- No confiar en la autoridad.
- Encontrar un método que permitiera descubrir y demostrar verdades. El método escolástico solo servía para demostrar lo ya conocido, no para descubrir nuevas verdades.
En el valor de la razón, Descartes propuso:
- La intuición: una actividad puramente intelectual con una concepción libre de toda duda que aparece a una mente atenta.
- La deducción: la actividad por la cual se extrae necesariamente una verdad no conocida a partir de otras conocidas.
La experiencia tiene un papel secundario, sirviendo solo de auxilio a la razón cuando sea oportuno.
Tipos de Ideas
- Adventicias: Aparecen por la experiencia sensible, son concretas y cambiantes, y no son fiables.
- Ficticias: Fruto de la imaginación, tampoco son fiables.
- Innatas (virtualmente innatas): La mente produce este tipo de ideas a partir de sus propias capacidades naturales e innatas. Son fiables, verdades indudables de manera clara y distinta, y serán importantes para diferenciar a los filósofos racionalistas de los empiristas.
El Método Cartesiano
Cómo lograr lo que pretende: El método: Unas reglas fáciles que, si se observan, impiden tomar algo falso como verdadero. Sus características son:
- La certeza que proporciona su uso.
- Su universalidad: el método es único y aplicable a cualquier tipo de objeto, contrario al planteamiento aristotélico que consideraba que cada objeto debía tener su método. Para Descartes, si la razón es una, el método también ha de serlo.
Las reglas de Descartes son:
- Solo admitir como verdadero aquello que se conozca con claridad y distinción. Las ideas, para ser ciertas y verdaderas, deben poseer claridad (perfección interna del concepto) y distinción (no confundirse con otros conceptos).
- Dividir las dificultades y problemas a estudiar en sus componentes más simples. El análisis es descomponer lo compuesto en lo más simple.
- Ir desde lo más simple y fácil de conocer hasta llegar al conocimiento de los objetos compuestos, que es la síntesis. El conocimiento científico procederá así, desde lo más simple a lo compuesto, pues este es el camino que va desde la razón a los sentidos.
- El precepto de la enumeración: hacer recuento y revisión del trabajo de investigación para evitar posibles equivocaciones.
La influencia de las matemáticas en el método: Para Descartes, el único método de trabajo científico auténticamente racional es el usado en las matemáticas y la geometría.
La Duda Metódica y la Primera Verdad
La puesta en práctica: La duda metódica y la primera verdad: Una vez que consigue el método, pasa a ponerlo en práctica. Lo primero es buscar una verdad absoluta que sirva de fundamento. Para ello usa la duda. Las características de la duda:
- Es universal: afecta a todo lo que puede ser dudado.
- Es una duda voluntaria que implica negación: lo dudoso es considerado falso, pero no definitivamente.
- Es metódica: duda para salir paradójicamente de la duda.
Descartes propone cuatro niveles en la duda. Procesos de la duda:
- Nivel sensitivo: Se renuncia a los sentidos, ya que no son la base de una ciencia segura.
- Nivel imaginación: A veces creemos que los sentidos aciertan, pero ¿cómo saber si estamos en un sueño o en la realidad?
- Nivel razón: Es posible que todo sea un sueño lleno de orden. No todos los hombres son capaces de entender las matemáticas.
- Nivel de genio maligno: Para reforzar la duda, añade la hipótesis del genio maligno. Es posible que exista un Dios que quiera engañarme y que todo lo que conozco sea algo para divertirse.
Yo puedo dudar de todo lo que me rodea, pero no puedo dudar de mi propia existencia, ya que existo cuando estoy dudando, es decir, pensando. Aquí plantea su primera verdad: Cogito ergo sum (Pienso, luego existo). La primera verdad se caracteriza:
- Es una intuición existencial. Lo único que dice es que cuando yo dudo, existo.
- Posee una idea indudable.
- Al yo indudable le llama res cogitans, cuya esencia es pensar.
- El problema del solipsismo: ¿Cómo demostrar la existencia de la realidad externa, incluido su propio cuerpo? Para ello, utilizará la demostración de Dios como única vía.
La Sustancia
La sustancia: Para Descartes, sustancia son aquellas realidades que no necesitan de nada más para existir. Sin embargo, también se puede considerar como sustancia a las cosas pensantes y las cosas materiales.
La Sustancia Pensante
La sustancia pensante: La primera verdad descubre que él, Descartes, es una cosa pensante, alma. El alma lo concibe como conciencia, no como principio de vida. La sustancia pensante es inmaterial. El cuerpo se conoce porque se siente, pero está dentro de los sentidos y lo exterior, que están puestos en duda. A esta situación se le denomina solipsismo. La única vía que encuentra para salir del solipsismo es demostrar la existencia de Dios, un ser perfecto que garantiza la existencia de todo.
Demostración de la Existencia de Dios
Demostración de la existencia de Dios: Descartes solo puede partir de su propia existencia. Para la demostración de la existencia de Dios, usa el argumento ontológico, es decir, explica la realidad sin acudir a la experiencia, solo a la razón.
Llegar a Dios a través de nuestra imperfección: La duda es una forma imperfecta de pensar. Si califico a mi idea de imperfecta es porque tengo una noción de algo perfecto que no puede venir de la nada, sino de una naturaleza perfecta que ha puesto en mí tal idea. Siendo esa naturaleza Dios. Dios, además, no solo es causa de mi idea de perfección, también lo es de mi causa de ser.
La idea de un ser perfecto implica su existencia: La idea de Dios debe existir para que sea perfecta, ya que si no existiera, no sería perfecta.
La Sustancia Material
La sustancia material: Descartes cree que recibimos ideas, y como Dios ha puesto una inclinación natural a atribuirlas a la actividad de seres materiales, estos deben de existir. La característica esencial de los cuerpos es su extensión (res extensa). Para él, lo material también es movimiento, y para explicar el origen de este, acude a Dios; primer motor que inicia todo. Sin embargo, el hombre es un caso peculiar, ya que está formado por dos sustancias totalmente distintas: el alma (res cogitans) y el cuerpo. Descartes no consigue explicar la relación entre estas dos sustancias.