René Descartes: Método, Duda y Sustancia en su Filosofía

Contexto Histórico y Biográfico de Descartes

René Descartes marca la transición del Renacimiento a la Edad Moderna. Se educó en el colegio jesuita de La Flèche y, tras concluir sus estudios, decidió viajar para leer el gran libro del mundo. Recorrió Europa y finalmente se instaló en un lugar tranquilo: Holanda. Participó en los estudios científicos de la época, como la geometría y la óptica. El famoso Discurso del Método es un prólogo que, justo antes de su publicación, se vio afectado por la condena de Galileo por aceptar el sistema copernicano, lo que llevó a Descartes a detener su publicación.

Descartes se preocupa por el hombre. Escribe de manera autobiográfica y pretende narrar cómo ha investigado, sus preocupaciones hasta alcanzar sus objetivos y la sustitución del viejo método de investigación.

Para Descartes, el primer fruto de la razón es la ciencia, que busca una filosofía práctica que permita al hombre adueñarse de la naturaleza y ponerla a su servicio. Para él, el avance tecnológico solo se consigue si se sigue el método adecuado, convirtiéndose este en el primer objetivo de la filosofía de Descartes.

1. De la Ciencia a la Filosofía: Fundamentación y Método

Para Descartes, la diversidad de opiniones y el error que de ellas puede derivarse son consecuencia del método seguido, no de la falta de inteligencia. Tenemos que elegir el camino que conduce a la verdad. Descartes trata de fijar un método, definido como un conjunto de reglas ciertas y fáciles, por las cuales todos los que las observen no tomarán nunca lo verdadero por falso y alcanzarán el saber, el conocimiento verdadero de todo lo que sean capaces. El método cartesiano tiene dos elementos:

  • Método de resolución-composición: ante cualquier problema científico deberían seleccionarse las variables relevantes y propiedades esenciales para poder establecer hipótesis teóricas expresadas matemáticamente (método hipotético-deductivo).
  • Influencia de las matemáticas: todos sus desarrollos pueden seguirse sin necesidad de apelar a la existencia. En matemáticas, las verdades son evidentes y demostrables, basando la razón para conocerlas.

Esta propuesta pretende evitar el error, llegar a verdades indudables y extraer nuevas verdades. Descartes afirma la necesidad de destruir todo el conocimiento anterior y comenzar uno nuevo, haciendo aparecer la verdad y eliminando verdades basadas en argumentos de autoridad.

Las Cuatro Reglas del Método Cartesiano

  • Regla de la evidencia: es la más importante y consiste en aceptar como verdadero aquello que sea claro, es decir, con evidencia. Para Descartes, es evidente algo que es distinto y claro; claro es el conocimiento que tenemos de las cosas cuando las tenemos presentes en la mente y, por último, distinto es el que se diferencia de todos los demás.
  • Regla del análisis: método de investigación consistente en dividir cada una de las dificultades que encontramos en muchas partes para llegar a elementos simples, cuya verdad se puede establecer mediante la intuición.
  • Regla de la síntesis: consiste en proceder con orden en nuestros pensamientos, desde los objetos más simples hasta los más complejos.
  • Regla de las comprobaciones o la enumeración: consiste en revisar cada uno de los pasos de los que consta nuestra investigación, hasta asegurarnos de no omitir nada y no haber cometido errores.

En las cuatro reglas están presentes tres actos de nuestra mente:

  • La intuición, por la cual vemos de forma inmediata, con claridad, la verdad de una proposición.
  • La deducción, referida a toda inferencia necesaria a partir de otros hechos que son conocidos con certeza.
  • El orden, capacidad de descomponer y simplificar.

2. La Duda Metódica: El Cogito y las Ideas

El primer problema que plantea Descartes es encontrar una verdad evidente, recurriendo a la duda (indubitable para, a partir de ella, levantar un sistema filosófico). La duda cartesiana se caracteriza por ser:

  • Metódica: la duda cartesiana es la base de un método que pretende alcanzar la verdad, es la forma de encontrar un principio indubitable para la metafísica. La duda cartesiana es constructiva.
  • Teorética: se aplica al ámbito de la metafísica, no al de la religión o la moral.
  • Universal: Descartes pone en duda todos los conocimientos, tanto los de la experiencia sensible como las matemáticas.

Pasos de la Duda Cartesiana

  • Fiabilidad de los sentidos: debemos rechazar todas las creencias procedentes de nuestros sentidos. La razón es que no es prudente confiar en quien nos ha engañado alguna vez y nuestros sentidos nos engañan de vez en cuando.
  • Dificultad para distinguir la vigilia del sueño: aunque seamos engañados a veces por los sentidos en cosas concretas, se puede afirmar que no nos engañan en cosas más generales, como, por ejemplo, que estamos donde creemos estar ahora. Descartes rechaza como válido el objeto de nuestra imaginación.
  • Hipótesis del genio maligno: Descartes encuentra una manera de poner en cuestión estas afirmaciones tan claras propias de nuestra inteligencia. Imagina que podría existir un ser muy poderoso y malvado, un genio maligno, que se dedicara a engañarnos en todo, de forma que, aun estando completamente seguros de algo, pudiera ser que esa certeza fuera provocada en nosotros por dicho genio de forma falaz. Aun siendo improbable que exista, es posible, y tenemos que tener en cuenta esa posibilidad y dudar de nuestras creencias. Descartes afirma que no tenemos forma alguna de descartar su existencia.

Descartes ha llegado a poner en duda todo. Llega a desconfiar de la existencia del mundo, de los objetos ajenos a él, de su propio cuerpo y de las matemáticas. Pero se da cuenta de que hay algo que resiste la propia duda: el propio sujeto de la duda, que piensa en la inexistencia de las cosas.

La duda metódica pone de relieve que soy yo quien duda, que tengo que existir para poder dudar y que la duda es una forma de pensamiento. Sigue así una verdad indubitable: cogito ergo sum (pienso, luego existo), tomada por Descartes como el primer principio evidente de la filosofía, una verdad distinta de la que pueden deducirse todas las demás verdades. Por lo tanto, lo único con lo que cuenta como verdad indubitable es el hecho de pensar.

Tipos de Ideas según Descartes

El contenido del pensamiento son las ideas y pueden ser de tres tipos:

  • Adventicias: proceden de los sentidos (árbol, casa, etc.).
  • Facticias: provienen de la imaginación (unicornio, centauro, etc.).
  • Innatas: aquellas que el pensamiento puede llegar a poseer por sí mismo (infinito, sustancia, Dios, etc.).

3. La Idea de Sustancia: Hombre, Mundo y Dios

Descartes parte del cogito e intuye que él es una res cogitans (cosa que piensa). La sustancia es, para Descartes, aquello que no necesita de otra cosa para existir, excepto Dios. Descartes distingue tres sustancias:

  • Alma (sustancia pensante)
  • Materia (sustancia extensa)
  • Dios (sustancia infinita)

La idea de sustancia debería ser una idea evidente, incluyendo la idea de alma pensante (cogito) y a Dios. A lo único que cabría llamar sustancia es a Dios, porque es causa de sí misma. Según Descartes, la idea de sustancia infinita es una idea innata.

Tipos de Sustancias

  • Sustancia Pensante (Res Cogitans): el yo pensante es la primera sustancia, representando la primera verdad. La duda universal y metódica lleva al sujeto que conoce a la existencia de esta realidad. El atributo de esta sustancia es el pensamiento. El alma se define por el pensamiento y el cuerpo por la extensión. El alma es la que percibe y sufre deseos, pasiones, odios, etc.
  • Sustancia Extensa (Res Extensa): tiene como atributo el de la extensión y con una triple dimensión: figura, posición y movimiento. La física de Descartes es mecanicista. El mecanicismo explica la realidad a partir de la causalidad eficiente (sin referencia a ninguna finalidad). Descartes solo quiere la materia y el movimiento para explicar los fenómenos y razones, siendo doble la causa del movimiento:
    • La primera causa es Dios. Una vez introducido el movimiento de la materia, Dios no interviene más, excepto si es para mantener la materia en su ser.
    • La segunda causa estudia la teoría de la materia, que no es otra cosa que el espacio, la extensión pura. La materia se reduce a la extensión en longitud, latitud y profundidad.

    Para Descartes, el movimiento se refiere al cambio de posición, considerando su último origen en Dios. Considera tres leyes responsables del movimiento: la ley de la inercia, la ley del movimiento en línea recta y la ley de choque.

  • Sustancia Infinita (Res Infinita): es Dios. Para Descartes, el yo pensante posee la idea de perfección (Dios), pero no es perfecto. Es una sustancia increada, que piensa y que es causa de todos los seres creados. Es una sustancia infinita, eterna, omnipotente, independiente, etc., y es la garantía de la veracidad.

Las sustancias finitas (pensante y extensa) son lo que son por la acción divina. Llamamos sustancia al alma y a la materia, ya que su existencia no necesita ninguna intervención más, solo la divina.

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