Formulaciones del Imperativo Categórico
Kant propone diversas formulaciones del imperativo categórico, entre las que destacan:
- «Obra según una máxima que puedas querer que se convierta al mismo tiempo en ley universal«.
- «Obra como si tu máxima debiera servir al mismo tiempo de ley universal para todos los seres racionales«.
- «Obra de tal modo que te relaciones con la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin, nunca como un medio«.
Autonomía del Hombre
Según Kant, las leyes morales son dictadas por la razón. La voluntad no actúa buscando otro fin (bienestar, placer), sino que actúa según la norma que dicta la razón. Dejarse llevar por los sentimientos no conduce a una ley universal. No hay que utilizar a las personas, ni a uno mismo, como un medio; hay que respetar la humanidad y usarlas como un fin. Solo las personas pueden ser autónomas y eso les proporciona dignidad. Las cosas tienen un precio, las personas no, sino que tienen un valor absoluto. Para Kant, un reino es un conjunto de realidades dominadas por unas leyes. El ser humano es un autolegislador en el reino de los fines. Cada persona sería un autolegislador debido a que estamos regidos por las leyes de la naturaleza. La libertad no es hacer lo que nos da la gana, sino que la razón manda a la voluntad lo que debe hacer. Será seguir lo que dice la razón, eliminando deseos y pasiones que no dependen de uno mismo. Hay una ley autoimpuesta que otorga la libertad de actuar.
Postulados de la Razón Práctica
Los postulados, que son exigencias de la razón, son:
- Libertad: Si existe la ley moral, esto implica la existencia de la libertad.
- Inmortalidad del alma: No se puede conocer, pero es exigida por la moral. Somos seres imperfectos, por lo que la ley moral y la voluntad no coinciden. Sin embargo, hay que buscar una manera de que coincidan, aunque Kant dice que es imposible en esta vida, por lo que el ser humano debe continuar existiendo después de morir para que esto suceda.
- Dios: Kant cree que tiene que haber un agente inteligente que recompense la voluntad buena (moral) con la felicidad.
Hay una doble consideración del ser humano: como determinado por las leyes de la naturaleza y conocido por el entendimiento del mundo fenoménico y como sujeto libre y autolegislador del comportamiento moral, perteneciente al mundo inteligible, conocido por dicha razón práctica.
Comparación con otros filósofos
Kant vs. Aristóteles (Epistemología)
Platón decía que había ideas a priori que no proceden de la experiencia y de ahí hacemos la ciencia. Para hacer ciencia hay que añadir elementos a priori. Kant estaría de acuerdo con él en que sin los elementos a priori no podríamos hacer ciencia. Aristóteles es realista, para él, se conoce un árbol tal cual es. Kant es idealista, esa realidad produce en él la imagen del árbol, la cual es estructurada y ordenada. La elaboración que hace la mente la damos por supuesta. La metafísica de Aristóteles sería una metafísica dogmática. La única metafísica de Kant es en cuanto a la estructura de la mente, no se podría estudiar el ser en sí mismo. Estudia los elementos a priori que la mente percibe para que existan las categorías.
Kant vs. Aristóteles (Ética)
Mientras que para Kant la ley moral (y por extensión la ética como disciplina) se define por su universalidad y necesidad, para Aristóteles, al contrario, la ley moral se define por su universalidad, pero no por su necesidad. La ética kantiana se basa en un solo imperativo categórico válido para todas las circunstancias posibles. Al contrario, en el caso de Aristóteles, la ética está formada por muchos imperativos hipotéticos. En el caso de Kant, la ley moral no se basa en la experiencia, sino en el propio sujeto que es capaz de concebir la ley moral. Tiene, por lo tanto, un fundamento a priori. Para el filósofo griego, al contrario, es la experiencia, en consonancia con su empirismo, el fundamento de la ley moral, a posteriori. Para Kant, el cumplimiento de la ley moral es un fin en sí mismo, no un mero medio para algo, para un premio. Al contrario, para Aristóteles, la virtud es un medio para conseguir el Bien Último Supremo del hombre, que es la felicidad.
Hume vs. Kant
Hume defiende, basándose en sus principios empiristas y de inmanencia de la experiencia, cuyo recuerdo serían las ideas, que el conocimiento ha de cumplir dos condiciones: la formal (las estructuras del sujeto, sus ideas) y la empírica (información factual y empírica del objeto). Kant, por otro lado, establece que el conocimiento ha de cumplir dos condiciones: la formal (las estructuras del sujeto, sus ideas) y la empírica (información factual y empírica del objeto).
Hume, en su escepticismo, llegará a poner en duda hasta la idea de «yo» o sujeto receptor de impresiones, pues al no provenir esta de una impresión, no sería lícito afirmarla. El alma, para él, sería la memoria formada por un haz de ideas o recuerdos de impresiones. Kant nos dirá que el ser humano es a la vez fenómeno (como otro objeto cualquiera del mundo físico) y noúmeno (dado su carácter moral y libre), estando determinado por sus tres disposiciones originarias: disposición a la animalidad, a la humanidad y a la personalidad. Hume, como consecuencia de su ética, defenderá un utilitarismo, mientras que Kant defenderá el republicanismo.