Teoría de las Ideas
Platón concibe las ideas como objetos inteligibles. Su motivación para desarrollar esta teoría surge de la necesidad de refutar el relativismo de los sofistas y de establecer una base sólida para la organización social y la educación ciudadana. Siguiendo el método socrático, busca la esencia de las cosas, argumentando que, aunque el mundo es cambiante, debe existir algo fijo: el mundo de las ideas. Platón sostiene que, a pesar de la diversidad de opiniones humanas, debe haber un elemento común a todas ellas: las ideas.
Para Platón, las ideas son esencias separadas de los objetos materiales o sensibles. Son extramentales, universales, eternas, inmutables y únicas, a diferencia de los objetos, que son temporales, mutables, individuales y plurales. Platón divide la realidad en dos mundos: el inteligible (de las ideas) y el sensible (de los objetos materiales). El mundo inteligible es superior al sensible, y la conexión entre ambos se da a través de la participación del mundo sensible en el inteligible, donde cada objeto participa de una idea.
Platón desarrolla la Gnoseología Platónica, que divide el conocimiento en ciencia y opinión. La ciencia se relaciona con las ideas, mientras que la opinión se basa en los objetos sensibles. Dentro de la opinión, la imaginación se considera el nivel más bajo, basada en copias de la realidad, seguida por la creencia, que se basa en el conocimiento de las realidades sensibles. En cuanto a la ciencia, el razonamiento discursivo, basado en los números, es el grado inferior, mientras que la inteligencia, basada en las ideas, es el grado superior. Todo gira en torno a la inteligencia, que permite la estructuración del hombre y de la polis. Platón aborda tres ciencias: la física (mundo sensible), las matemáticas (números) y la dialéctica (ideas).
Entre las principales dificultades de su teoría se encuentran la tipología de las ideas, que plantea la existencia de ideas ridículas además de las buenas, y el argumento del tercer hombre.
Contextualización 4.1: El Mito de la Caverna
El Mito de la Caverna, perteneciente al libro VII del diálogo de Platón La República, es una obra compuesta por 10 libros, escrita entre los 40 y 50 años de edad de Platón. Los diálogos de Platón se clasifican en tres etapas: diálogos de juventud (donde destacan la Apología de Sócrates y Protágoras), diálogos de transición y diálogos de vejez. La República es considerada una obra cumbre por su riqueza de contenido y extensión, siendo central en el pensamiento de Platón, ya que resume sus doctrinas esenciales. Además, es una obra clásica de teoría política, centrada en la justicia, el Estado y la educación.
La Educación Platónica
Platón establece una ontología para clasificar y jerarquizar las realidades sensibles e inteligibles. Su ontología implica una concepción dualista del hombre, compuesto de alma y cuerpo, donde el alma es más importante. El alma se divide en tres partes: la racional (mundo inteligible, en el cerebro), la irascible (pasiones nobles, en el tórax) y la apetitiva (pasiones innobles, en el abdomen). El cuerpo es considerado la cárcel del alma, un obstáculo para la contemplación de las ideas. Las pasiones corporales son ataduras de las que debemos liberarnos mediante la educación. El alma, aunque esclava de las pasiones, busca su verdadero ser, que son las ideas. Platón afirma que el amor no es suficiente para alcanzar el bien y la justicia, sino que se necesita la virtud, que perfecciona al hombre según su tipo de alma.
La perfección moral del alma racional es la sabiduría (conocimiento de las ideas superiores), del alma irascible es la fortaleza o valentía, y del alma apetitiva es la templanza o moderación. La armonía entre estas virtudes es la justicia. Platón estructura la ciudad según tres tipos de hombres, correspondientes a las partes del alma: los gobernantes (sabiduría, filósofos), los guerreros (fortaleza) y el resto del pueblo (templanza). Cada ciudadano ocupa su lugar en la sociedad, con un equilibrio entre alma y virtud.
Contextualización 4.2
La concepción platónica implica la ordenación justa de la polis para superar la crisis y la educación de los ciudadanos para que cada uno sea justo y desempeñe su función adecuadamente. La principal preocupación de Platón es la polis, por lo que elabora teorías sobre la realidad, el hombre y lo humano, influenciado por filósofos anteriores. La calidad de sus escritos y la fundación de La Academia hacen de Platón el pensador más influyente de la humanidad, dando origen a corrientes como el platonismo y el neoplatonismo. La época de Platón (427-347 a.C.) coincide con el ocaso del mundo clásico griego y el inicio del helenismo.