Marx, Durkheim y Weber: Perspectivas sobre el Capitalismo, el Estado y la Sociedad

Marx, Durkheim y Weber: Un Análisis Comparativo

Introducción

Este documento aborda las perspectivas de Émile Durkheim y Max Weber en relación con la obra de Karl Marx. Se analiza cómo estos dos pensadores, influenciados por el contexto social y político del siglo XIX, desarrollaron sus propias teorías, en parte como respuesta crítica a las ideas marxistas. Se examinan las diferencias en sus enfoques metodológicos, sus concepciones sobre el desarrollo del capitalismo y sus visiones sobre el papel del Estado y la sociedad.

Contexto Histórico y Político

El siglo XIX en Europa estuvo marcado por profundas transformaciones sociales, políticas y económicas. En Alemania, la unificación tardía y la fuerte presencia de los Junkers (terratenientes) crearon un contexto particular. Marx observó que, mientras en Francia se podía dar una emancipación parcial exitosa, en Alemania, debido a su atraso, la revolución debía ser radical. La fallida revolución de 1848 marcó un punto de inflexión, afectando el optimismo de Marx y las aspiraciones del movimiento obrero. En este contexto, surgieron figuras como Ferdinand Lassalle, quien, a diferencia de Marx, creía que la colaboración con la burguesía no beneficiaba al movimiento obrero. La unificación de los defensores de Marx y Lassalle en 1875 reflejó el cambio en el panorama político alemán, impulsado por el desarrollo económico y el nacionalismo.

Marx y el Desarrollo del Capitalismo

Según Marx, Inglaterra ofrecía el modelo básico de un desarrollo capitalista óptimo para una revolución socialista. Lassalle, por otro lado, abogaba por la conquista del Estado capitalista mediante la obtención de derechos universales. Eduard Bernstein, un revisionista del marxismo, criticó las matrices económicas presentadas en *El Capital*, argumentando que no podían explicar completamente el desarrollo económico y político del capitalismo. Su materialismo mecanicista contrastaba con el enfoque más dinámico de Marx. Friedrich Engels, aunque colaborador cercano de Marx, difería en su concepción de la relación sujeto-objeto, transfiriendo la dialéctica a la naturaleza y otorgando a las ideas un papel más pasivo en el reflejo de la realidad material.

Weber y la Unidad Nacional

En 1895, Weber defendió los intereses del imperio y del Estado-nación, buscando mantener la unidad nacional frente a las influencias internacionales. Diferenció el desarrollo de la sociedad moderna del comportamiento de la cultura occidental. Para Weber, el objetivo de la política social no era la felicidad universal, sino la unión de la nación en torno a una economía próspera. Criticó la concepción mística del Estado promovida por los Junkers, considerándolos incapaces de liderar la nación. Veía a la burguesía como la clase dirigente, mientras que percibía a las clases bajas como inmaduras, burlándose del miedo de la burguesía al socialismo. Weber creía posible que las clases bajas se rebelaran dentro del capitalismo y satisficieran sus demandas. Además, señaló que el gobierno de Bismarck había debilitado el sistema parlamentario, esencial para la conducción política futura. Previó que el socialismo aumentaría la burocratización, pero que el partido socialdemócrata se integraría al Estado en lugar de conquistarlo, algo que efectivamente sucedió.

Weber y el Materialismo Histórico

Weber reconoció el aporte del marxismo a la economía, la política y la sociología, y mantuvo amistades con pensadores de esta línea. Sin embargo, consideraba que las concepciones ideales del marxismo solo tenían coherencia dentro de su propio marco teórico, criticando su determinismo y su pretensión de ser una ciencia exacta. Para finales del siglo XIX, Weber veía el materialismo histórico como una vulgarización de la ideología de Marx. Mientras que Marx veía una lógica científica con un fin último y una visión totalizadora de la historia, Weber sostenía que las aplicaciones científicas no podían extrapolarse como verdades absolutas en la sociología. Además, argumentaba que los conflictos sociales no podían limitarse al ámbito económico, sino que también incluían el ámbito social y las desavenencias con el Estado.

Durkheim y la Influencia Francesa

Durkheim, con una identidad más francesa, tuvo una influencia menor de Marx en comparación con Weber, en parte debido a que muchas de las obras de Marx estaban en alemán. Marx consideraba que Francia, al haber superado el feudalismo, era superior a Alemania. El levantamiento de París de 1848 obligó a Marx y Engels a replantear sus deducciones, ya que, aunque los sectores inferiores influyeron, la revolución fue un triunfo burgués. Marx veía a Inglaterra como el paradigma del capitalismo y a Francia como el ejemplo de una política liberal avanzada: los ingleses eran económicos, los franceses políticos y los alemanes filosóficos. La crisis que Marx predijo en Francia llegó, no por el colapso económico del capitalismo, sino por la derrota en la guerra franco-prusiana. Marx pensaba que los conflictos posteriores, como los de la Comuna, generarían odios de clase que fortalecerían una futura revolución.

Durkheim y el Estado de Bienestar

Durkheim se mantuvo alejado de la política, lo que limitó la influencia directa de Marx en su obra. Sin embargo, se oponía a Marx en varios aspectos. Criticaba la visión economicista que limitaba la acción humana a un mercado de intercambios. Para Durkheim, la solución no radicaba en limitar la libertad individual, sino en proporcionar herramientas para que los individuos alcanzaran la satisfacción deseada. Se inclinaba por un Estado de Bienestar, pero sin que este dirigiera todos los aspectos de la vida, especialmente los de la esfera privada.

Durkheim y la Relación entre Socialismo y Sociología

Ante el auge del marxismo en Francia, Durkheim analizó la relación entre socialismo y sociología. Identificó tres movimientos de ideas: los positivistas, los de regeneración religiosa y los socialistas. Aunque contradictorios entre sí, cada uno representaba un aspecto de la realidad social y respondía a las necesidades surgidas en estados de convulsión social. Durkheim sostenía que la ciencia no era la herramienta última, ya que no podía dar respuesta a todo. Los tres movimientos eran necesarios para un estudio sociológico completo, al ser todas manifestaciones sociales. Además, señaló que albergar ideas similares al materialismo histórico no obligaba a adoptar el resto del pensamiento marxiano, y que era posible concebir una idea similar sin haber leído a Marx.

Crítica de Durkheim al Materialismo Histórico

Durkheim impugnó la visión del materialismo histórico que sostenía que el origen de las ideas residía en los órdenes económicos. Argumentaba que, paradójicamente, el origen de las ideas era la espiritualidad y la religión, y que la economía recibía más influencia de la religión que al revés, ya que esta determinaba la conciencia colectiva. **Predijo una tendencia hacia la desaparición de las luchas de clase** y señaló que la igualdad no se lograba manteniendo la propiedad en manos del Estado, sino estableciendo mecanismos de protección social que aseguraran la igualdad, ya que las causas de la crisis eran morales y no económicas.

Conclusión

El análisis comparativo de las perspectivas de Marx, Durkheim y Weber revela diferentes enfoques sobre el capitalismo, el Estado y la sociedad. Mientras que Marx veía la lucha de clases como el motor de la historia y abogaba por una revolución proletaria, Durkheim y Weber ofrecieron visiones alternativas. Weber se centró en la importancia del Estado-nación y la racionalización, y Durkheim en la cohesión social y el papel de la religión. Sus ideas, influenciadas por el contexto histórico y político del siglo XIX, siguen siendo relevantes para comprender las dinámicas sociales y políticas contemporáneas.

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