Teoría de la Legitimidad de Habermas: Racionalidad y Derecho

Habermas elabora una teoría procedimental para la legitimación de las normas, no solo en el ámbito moral, sino también en el jurídico y político.

Las principales influencias en el pensamiento de Habermas son: Kant, Hegel, Fichte…

Habermas, al igual que Rawls, es un pensador que se inscribe en el proyecto de la modernidad. Considera que la razón ilustrada no se ha agotado.

Habermas se separa de la visión pesimista de los fundadores, argumentando que las patologías de la modernidad no son imputables a la razón, sino que muestran que la razón no se ha realizado plenamente. Plantea que estas patologías fueron el resultado de haber abandonado la razón. Por lo tanto, construye una teoría de la racionalidad y muestra cómo en la evolución de la sociedad se pasa de una razón instrumental hacia la razón comunicativa-deliberativa.

Habermas se plantea construir un procedimiento que permita considerar legítimas las normas. Por tanto, el sujeto puede aceptar la obligación de someterse a las normas desde el momento en que las considera legítimas.

Habermas introduce el concepto de interacción. Esa racionalidad propia de la interacción aspira a la comunicación intersubjetiva y permite comprender, analizar y modificar la estructura de normas e instituciones que nos rigen. Esto destaca la importancia que Habermas otorga a la opinión pública.

Habermas elabora la teoría procedimental en su obra Acción Comunicativa. De ahí se deriva el proceso de justificación de la norma moral y, posteriormente, cómo esto se traduce en el derecho y la política.

La racionalidad que debe regir debe ser comunicativa.



La teoría de Habermas es muy formal, influenciada por Kant.

En nuestras prácticas comunicativas distinguimos cuatro pretensiones de validez:

  • Comprensibilidad o inteligibilidad

Presupuesto básico. Sin ella no hay comunicación posible, porque esta pretensión hace referencia al conjunto de reglas sintácticas, semánticas… que utilizamos. Presuponemos que todos utilizamos la misma lengua.

  • Verdad

Cuando estamos en una comunicación en la cual el emisor plantea proposiciones sobre el mundo objetivo, la pretensión que se da es la verdad. Es decir, esa proposición (los hechos que se dan) realmente existe. En la ciencia, en el discurso teórico, los enunciados… son objeto de verdad o falsedad. Por tanto, la pretensión de validez que existe en esa comunicación.

  • Rectitud

Se trata de ver si el acto lingüístico se ajusta o no a un determinado contexto normativo. Por tanto, si es correcto de acuerdo con los criterios de rectitud, corrección moral… que imperan. Vamos a tener en cuenta lo que tiene que ver con la rectitud o la corrección.

  • Veracidad

Aquí entran las actitudes, sentimientos, deseos… de las personas. Ahí lo que se presupone es la veracidad. Es decir, que el emisor cuando enuncia una proposición (que exprese sus fines o deseos) no pretende engañar. Por eso se habla de veracidad. Lo cual no quiere decir que lo que esté comunicando sea correcto.

Por tanto, Habermas plantea que esas pretensiones de validez son dimensiones en las cuales se tiene que comprobar aquellos que son partícipes en esa conversación. Por tanto, en esa acción intercomunicativa.

Según Habermas, la única forma viable de trasladar el principio de legitimidad que se apoya en el principio del discurso a la sociedad, como un todo, es mediante la legalidad a través del derecho. Las reglas de argumentación y situación del diálogo nos ofrecen un procedimiento para llegar y legitimar ese criterio de verdad o rectitud.

Habermas aborda precisamente su teoría jurídica y política en su obra: Facticidad y validez. Se publica después del liberalismo político de Rawls y en cierta forma tiene elementos que comparten. Él aborda sobre todo la legitimación del estado de derecho. El objetivo central de la obra es justificar el estado de derecho apoyándose en el principio del discurso. Diríamos que lo que trata es ver cómo el principio del discurso que ha funcionado a la hora de justificar la racionalidad de la moral puede funcionar para legitimar el derecho. La fundamentación de su proyecto trata de lograrlo a partir de:

  1. Institucionalización del principio de discurso
  2. Moralidad única
  3. Adaptación del principio del discurso a las condiciones propias de las sociedades modernas

El derecho es un sistema de normas que lleva el elemento coactivo, pero al mismo tiempo reclama legitimidad. Habermas lo plantea señalando que la aplicación del discurso a la realidad social solo se hace a través de la legalidad que es lo que expresa el derecho. Lo que realmente aborda es la legitimidad del Estado de Derecho. Habermas lo realiza siguiendo una serie de pasos:

  1. Institucionalización del principio del discurso: en el ámbito de lo jurídico, una vez logrado llegamos al segundo paso.
  2. La moral única; se llega a la relación con los tres niveles de la razón práctica, moral, ética y pragmática
  3. Aplicación del principio a la sociedad; se hace solamente a través de la legalidad que es lo que significa el derecho.

En este paso se observa la reacción entre el derecho y el poder, llamándose así como relación entre autonomía privada y autonomía pública. Buscando así el equilibrio entre ambas autonomías, partido del sujeto autónomo el que debe ser el coautor de la norma que se aplica.

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