1. Origen del Estado y la Sociedad
Todo Estado es una asociación que busca el bien común, pues los hombres realizan actividades con la finalidad de obtener un bien. El bien más importante es el Estado y la Asociación Política. Quien es capaz de prever con la mente es un líder y el que hace esas previsiones es súbdito; es decir, que el líder y súbdito buscan los mismos intereses. El hombre perfecto es el mejor de los animales, pero apartado de la ley y de la justicia es el peor. La peor injusticia es la que tiene armas, y el hombre está naturalmente dotado de armas para servir a la prudencia y virtud. La justicia es el orden de la sociedad civil, e imparte igualdad.
Adquisición de los Bienes
La adquisición de bienes es inconfundible con la administración doméstica, ya que la adquisición es empleada para suministrar a través de la administración.
Poder Doméstico
La administración de la familia descansa en tres tipos de poder: señor, padre y esposo, según sobre quien se gobierne: si sobre el esclavo, los hijos o la mujer.
2. Examen de la República de Platón
Los Estados deben tener las constituciones imaginadas por los filósofos. La comunidad política debe comprenderlo todo porque el Estado es una ciudad; y la ciudad es de los ciudadanos. La unidad de los Estados (ciudades) es la relación necesaria entre los individuos libres o iguales, porque si no pueden obtener todos a la vez el poder, deben pasar por él en algún momento. Si una ciudad está unida, puede pasar por encima de una nación; si esta nación se encuentra dispersa, será vencida. Hay poco interés en la propiedad común, pues todos piensan en sus intereses privados y cuidan poco de los públicos. El bien del estado es la unión de sus miembros porque evita toda disensión civil. La República carece de cabida para la propiedad y la afección, que son dos grandes móviles de solicitud y de amor.
3. Del Estado y el Ciudadano
Ciudadano es aquel que tiene domicilio y derecho de entablar una acción jurídica. Es el ciudadano de la democracia; el ciudadano goza de cierto poder. El estado es cambiante por la Constitución, que se reforma para los ciudadanos; por ello, el Estado no permanece igual.
Teoría de los Gobiernos y la Soberanía
La constitución determina cómo se organiza el Estado en base a sus magistraturas (destacando la soberana); el soberano siempre es el gobierno, o sea, que es la constitución misma.
4. Teoría General de la Ciudad Perfecta
Cada Estado hace posible un determinado tipo de vida. Será mejor aquel que facilite el goce de la más perfecta felicidad. Los bienes que se pueden gozar son: exteriores, del cuerpo y del alma. La felicidad consiste en poder disfrutar de todos ellos. La educación ha de enseñarse más por los hábitos que por la razón, y en el cuerpo antes que en la inteligencia. Los niños deben entregarse al maestro de gimnasia y al entrenador deportivo, de los cuales, el primero le dará la debida composición corporal y el segundo hará otro tanto en lo que concierne a sus actos.
5. De la Educación en la Ciudad Perfecta
Las costumbres de cada ciudad ayudan al Estado a mantenerse, las cuales favorecen la democracia. El legislador se preocupa de la educación de los niños, de lo que deben o no hacer. La educación debe ser pública gracias al Estado, ya que el individuo parte de este. En las ciudades donde no hay ese fomento de educación, se deteriora la estructura política, porque la educación debe aceptarse a las diversas constituciones en las cuales el carácter peculiar de cada una es lo que suele preservarla.
6. De la Democracia y de la Oligarquía de los Tres Poderes
A la ciencia le corresponde considerar cuál es la mejor constitución política y el carácter que debe tener de acuerdo con nuestro ideal y también el régimen que deriva (que se implante fácil y comúnmente a las ciudades).
Poder Legislativo
La asamblea general, los magistrados y los jueces.
Poder Ejecutivo
Estos son los electores, los candidatos y el modo de elección.
Poder Judicial
Tribunales.
Gobiernos Rectos (Formas Puras)
- Monarquía (Ejecutivo)
- Aristocracia (Judicial)
- República (Legislativo)
Gobiernos Desviados (Formas Impuras)
- Tiranía
- Oligarquía
- Demagogia
7. De la Organización del Poder en la Democracia
La libertad es el principio de la democracia y el fundamento de los derechos políticos es la igualdad. Todos los ciudadanos son electores y candidatos; ningún cargo será vitalicio. Así como la oligarquía considera que la justicia está en las decisiones de los ricos —pues la riqueza es la base de la política—, para la democracia la justicia la constituye la mayoría.
8. Teoría General de las Revoluciones
Aunque todos los hombres reconocen la justicia y la igualdad, se equivocan en el modo de alcanzarlas. La democracia viene de suponer que por ser iguales en un aspecto deben ser iguales en todo, ya que se piensa que por ser todos igualmente libres, han de ser absolutamente iguales. La oligarquía, por su parte, viene de suponer que por ser desiguales en un aspecto, han de ser desiguales en absoluto: que por su diferencia en cuanto a la propiedad, deben ser absolutamente distintos, procurando tener más que los otros, y ambos, cuando no obtienen en la república la parte que estiman corresponder a las ideas que sustentan, promueven la revolución. Pero de todos los hombres, sólo podrían sublevarse con más justicia aquellos que sobresalen por su virtud, aunque son los que menos suelen hacerlo.
La revolución tiene por causa la desigualdad, buscando los que se sublevan la igualdad, ya sea por número o por mérito. De todas las formas de gobierno, la democracia es la más segura y menos expuesta a la revolución que la oligarquía, donde hay doble peligro de revolución: de los oligarcas entre sí y por parte del pueblo.
Para concluir, podríamos afirmar que el criterio de Aristóteles, en su Política, no queda patente, ya que para él, más democrático que Platón desde luego, la democracia era una forma de gobierno de la polis (Atenas) de los “eupatridas”, no de todos los habitantes (bárbaros, metecos, esclavos o “hilotas”, ajenos al igual que los de Esparta o los semejantes, en Atenas, etc.). Es una democracia de los notables, de los agricultores, artesanos y jornaleros, remeros, pescadores, etc., pero no de todos. Pero aun así, su aporte ha sido muy valioso para las bases de la sociedad moderna, que se fundamenta en estos principios.