Materialismo Filosófico
El materialismo filosófico, que emerge en el siglo XIX, se desarrolla como una crítica radical tanto al idealismo como al materialismo mecanicista. Se presenta como la consecución de una verdad unificadora entre ambas corrientes.
Orígenes y Desarrollo
En general, el materialismo del siglo XIX consiste en una inversión del método dialéctico de Hegel, llevada a cabo por Feuerbach, quien transformó el idealismo en materialismo al sostener la prioridad de la naturaleza sobre el espíritu. Su enfoque se centró en la crítica de la religión, argumentando que no es Dios quien crea al mundo y al hombre, sino que es el hombre quien crea a Dios.
Materialismo Dialéctico de Marx y Engels
Con estos antecedentes, el materialismo dialéctico de Marx y Engels se erige como un método revolucionario que parte de la filosofía hegeliana y expresa la naturaleza de la realidad como un proceso. La dialéctica idealista de Hegel se transforma en la dialéctica materialista de Marx, una dialéctica práctica y crítica a la vez.
Aunque Marx es el fundador del materialismo histórico, el materialismo dialéctico de Engels tuvo una gran influencia posterior. Se define como la ciencia de las leyes generales del movimiento y se presenta como un sistema filosófico que propone la materia como la esencia de todo lo real. Por lo tanto, la materia se rige por una dialéctica anterior.
Leyes Dialécticas de la Materia
Las leyes dialécticas que rigen la materia y la naturaleza son:
- Ley del cambio de la cantidad en cualidad.
- Ley de la contradicción.
- Ley del cambio universal y del desarrollo incesante.
- Ley de la acción recíproca.
Las categorías de la dialéctica adquieren un nuevo significado en Marx, donde la dialéctica es la expresión de un movimiento real en el que surgen contradicciones. El principal motor es la negación, pero en Marx priman las contradicciones económicas del modo de producción capitalista y las del antagonismo de la lucha de clases.
La categoría de totalidad implica que cada elemento debe explicarse en función del todo. La categoría de mediación implica descubrir la verdadera esencia oculta debajo de las leyes que rigen lo que aparece. La categoría de superación implica la superación de todas las contradicciones por medio de la revolución. Por eso, el materialismo de Marx consiste en la consideración de la realidad como el proceso dialéctico real de producción.
El objetivo del materialismo histórico es considerar que la filosofía ha de cambiar la situación del hombre para recuperar su esencia humana.
Alienación
El concepto de alienación, procedente de Hegel y Feuerbach, significa para Marx que los productos de la actividad humana se convierten en fuerzas superiores y autónomas que dominan al ser humano. El hombre, que es libre y creador, se convierte en esclavo y dominado. Hegel decía que la alienación era una etapa necesaria y positiva, mientras que Feuerbach la consideraba negativa y la empleaba para describir el estado en que se encontraba el hombre con el cristianismo. Marx comparte esta visión: la alienación supone deshumanización y pérdida de libertad.
Tipos de Alienación según Marx
Según Marx, existen tres clases de alienación: religiosa, sociopolítica y económica.
- Alienación Religiosa: Marx parte de la tesis de Feuerbach y añade que es un fenómeno provocado por la miseria económica y social, un consuelo imaginario a las opresiones del mundo, el opio del pueblo.
- Alienación Sociopolítica: El hombre está alienado por una doble visión que radica, por un lado, en la vida individual como persona dominada por intereses y, por otro, en el comportamiento público como ciudadano miembro del Estado.
- Alienación Económica: Es la más importante. Acontece en el proceso de trabajo de la sociedad capitalista. El trabajo es la esencia del hombre, pero el producto del trabajo no le pertenece, es una mercancía que se coloca ante él como algo hostil que incrementa su explotación y miseria. Por eso, en la sociedad capitalista, el trabajo niega al ser humano, no lo afirma.
Como conclusión, se propone la teoría del hombre nuevo, que supone la superación de todo tipo de alienación y la recuperación de la esencia humana.
Materialismo Histórico
El materialismo histórico consiste en la aplicación de las tesis materialistas y el método dialéctico a la historia de las sociedades. Para Marx, la historia es un proceso de maduración progresiva que depende de las condiciones materiales objetivas, de acuerdo con la dialéctica establecida entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción.
La expresión histórica de este desarrollo es la lucha de clases, que constituye el auténtico motor de la historia. Por eso, para Marx, la verdadera actividad humana es la revolucionaria. Si toda la sociedad es un sistema de estructuras interrelacionadas, Marx considera que la base del sistema se conforma por medio de la infraestructura económica y determina toda la superestructura cultural. El conjunto de todo el sistema social, Marx lo llama modo de producción.
Infraestructura y Superestructura
La infraestructura económica se conforma por dos elementos: fuerzas productivas y modos de producción. A cada grado de desarrollo le corresponden unas determinadas relaciones de producción. La superestructura está formada por dos niveles: la estructura jurídico-política y la estructura ideológica.
El materialismo histórico afirma que la infraestructura económica condiciona la superestructura ideológica. Entre ambas hay una relación dialéctica de influencia mutua, aunque en última instancia la económica es la determinante. Por eso, Marx considera que el factor determinante del cambio histórico es la contradicción dialéctica entre fuerzas productivas y relaciones de producción. Esta contradicción se manifiesta históricamente con la lucha de clases.
Modo de Producción Capitalista
La crítica de Marx a la producción capitalista está encaminada a la revolución del proletariado y al comunismo. Por medio del método dialéctico, pretende poner al descubierto el fetichismo de la mercancía, la plusvalía y la falsa igualdad de trabajo de la sociedad capitalista.
En toda mercancía hay un valor de uso y un valor de cambio. Marx considera que el único valor es el trabajo, no el consumo. Por eso, el trabajo, aunque no tenga valor, crea y es valor. El excedente de valor que crea el obrero es la plusvalía. En este proceso, hay un tiempo de trabajo necesario y un tiempo de plus-trabajo, es decir, el tiempo en que se crea plusvalía para el capitalista. Así, en la plusvalía está originada la ganancia del capitalista y es la manifestación de la explotación del trabajo por parte del capital.
El capital es trabajo muerto hecho en las máquinas y materias primas del capitalista que se alimenta del trabajo vivo del obrero. De este modo, Marx pretende que tanto el materialismo histórico como el modo de producción capitalista sirvan de base para una revolución comunista que supondrá un cambio radical en la estructura económica, política e ideológica.
Transición al Comunismo
El paso al comunismo presupone una etapa de transición donde se debe destruir toda estructura capitalista para llegar a una etapa de libertad: la sociedad comunista. Para ello, es necesario pasar por las siguientes fases:
- Etapa Democrática: El proletariado instaura su dictadura.
- Etapa Socialista: Presenta un carácter plenamente económico y donde se abolirán plenamente las clases sociales.
- Etapa Comunista: Se define por la abolición de la propiedad privada, la desaparición de las clases sociales y la eliminación del Estado, defensor de los intereses de una minoría.