La Revolución Científica y el Nacimiento de la Ciencia Moderna (Siglos XVI-XVII)

La Revolución Científica, acontecida entre los siglos XVI y XVII, representó una transformación radical en la comprensión del mundo. Más que una simple evolución, constituyó una verdadera revolución que rompió con las estructuras de conocimiento tradicionales, heredadas de Aristóteles y Ptolomeo. Se cuestionó tanto la física aristotélica como el sistema astronómico aristotélico-ptolemaico, que postulaba un universo geocéntrico. Además, se abandonó el silogismo como método científico predominante, adoptando un enfoque experimental basado en la observación, la formulación de hipótesis y su verificación.

Precursores y Figuras Clave de la Revolución Científica

• Nicolás Copérnico: Desafió el modelo geocéntrico, respaldado por la Iglesia, y propuso el heliocentrismo, situando al Sol en el centro del Sistema Solar. Su propuesta marcó una ruptura con siglos de pensamiento establecido y abrió el camino a nuevas investigaciones.
• Johannes Kepler: Formuló las tres leyes del movimiento planetario, demostrando que los planetas se mueven en órbitas elípticas, no circulares. Concibió el universo como un mecanismo de relojería, regido por leyes matemáticas precisas.
• Galileo Galilei: Desarrolló el método hipotético-deductivo y, a través de observaciones telescópicas, confirmó el modelo heliocéntrico. Defendió el mecanicismo, considerando que el universo opera como una máquina gobernada por leyes naturales, en línea con el pensamiento de Kepler.
• Francis Bacon: Enfatizó la importancia de la ciencia experimental y los criterios de prueba, sentando las bases del método científico moderno. Insistió en la observación y la experiencia como pilares del conocimiento.
• Isaac Newton: En su obra Principia Mathematica, formuló las leyes del movimiento y la gravitación universal, consolidando la automatización de las leyes físicas. Su visión consolidó el mecanicismo, transformando el universo en un sistema gobernado por principios matemáticos y verificables.
• René Descartes: Contribuyó a la idea de que la naturaleza está sujeta a leyes fijas e inmutables. Sostuvo que el comportamiento de todos los cuerpos es predecible mediante las leyes de la física, como si fuera un mecanismo. Esta visión sentó las bases del determinismo.

La Revolución Científica no solo marcó la transición a la Edad Moderna, sino que también estableció los cimientos de la ciencia contemporánea.

Olimpia de Gouges y la Lucha por los Derechos de la Mujer en la Ilustración

«Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana»

La Ilustración, con su énfasis en la razón y la igualdad, buscaba erradicar la discriminación social. Sin embargo, los ideales de libertad, igualdad y fraternidad parecían aplicarse exclusivamente a los hombres, quienes tenían derecho a participar en la vida pública. Las mujeres, en cambio, estaban relegadas a las tareas domésticas y a los roles de madres y esposas. Esta limitación de los derechos femeninos otorgaba a los hombres un mayor poder de decisión, utilizando a la mujer como un medio para alcanzar su propia libertad.

Racionalismo vs. Empirismo: El Debate sobre el Origen del Conocimiento en la Edad Moderna

Los filósofos de la Edad Moderna se centraron en el origen y la validez de las ideas, buscando asegurar que el conocimiento humano fuera sólido y verdadero. En este contexto, surgió el idealismo, una nueva corriente de pensamiento que dio lugar a dos posturas filosóficas opuestas sobre el origen del conocimiento: el racionalismo y el empirismo.

El Racionalismo de Descartes

René Descartes, principal exponente del racionalismo, defendió la razón como la fuente primordial del conocimiento, rechazando los argumentos de autoridad. El racionalismo se caracteriza por:

• Confianza plena en la razón humana.
• Creencia en la racionalidad del mundo (todo evento tiene una explicación accesible a la razón).
• Infravaloración del conocimiento sensible (la información sensorial puede ser engañosa y limitada).
• Desarrollo de la duda metódica: un procedimiento para eliminar cualquier saber que pudiera ser falso.
• Existencia de ideas innatas.
• Adopción del modelo deductivo (lógico-matemático).
• Visión mecanicista del mundo, influenciada por la ciencia.
• Subjetivismo: el individuo se centra en su mente y pensamiento, separado del resto del universo.

El Empirismo de Hume

David Hume, figura central del empirismo, sostuvo que el conocimiento humano se basa en la experiencia, en las percepciones. Estas percepciones se dividen en:

• Impresiones: provenientes de los sentidos.
• Ideas: copias debilitadas de las percepciones.

Hume negó la existencia de ideas innatas, afirmando que al nacer, la mente es como una «tabula rasa» (una pizarra en blanco). El empirismo se fundamenta en:

• El método inductivo.
• La crítica constante a los límites de la razón.

Hume introdujo los conceptos de:

• Relaciones de ideas: expresan la conexión entre ideas diferentes.
• Cuestiones de hecho: proposiciones cuya negación no implica contradicción lógica.

Estas dos perspectivas sobre el conocimiento sentaron las bases para el desarrollo de nuevas corrientes filosóficas.

El Contractualismo: Teorías Políticas de la Edad Moderna

La filosofía empirista, además de abordar el conocimiento, se interesó por cuestiones políticas. Una de las propuestas más relevantes es la teoría del contrato social o contractualismo.

Hobbes y el Absolutismo

Thomas Hobbes, defensor del contractualismo, sostenía que todo lo existente es corpóreo y, por lo tanto, está sujeto al mecanicismo, incluida la conducta humana. Defendió una visión materialista. Según Hobbes, en el estado de naturaleza, el ser humano vive en un estado de miedo constante, compitiendo por la supervivencia. El contrato social, un acuerdo que pone fin a esta guerra, implica que los individuos ceden su fuerza a un soberano, quien debe usarla para imponer la ley y garantizar la paz. Hobbes, por lo tanto, abogó por un gobierno absolutista como el modelo político más adecuado.

Locke y el Liberalismo Político

John Locke, considerado el padre del liberalismo político, ofreció una perspectiva diferente. Argumentó que los seres humanos poseen tres derechos naturales desde el nacimiento, inherentes al estado de naturaleza: la vida, la libertad y la propiedad. Defendió un sistema liberal que respeta la libre voluntad de los individuos. Para prevenir la tiranía, propuso la división de poderes, separando el poder ejecutivo del legislativo, evitando así la concentración de poder en una sola figura, como ocurre en las monarquías absolutas.

Rousseau y la Voluntad General

Jean-Jacques Rousseau postuló que el ser humano es bueno, libre y feliz en el estado de naturaleza, pero es corrompido por la civilización y la propiedad privada. Su filosofía propuso una reforma educativa y social para recuperar la bondad natural perdida. En su obra «Emilio», enfatizó un modelo educativo basado en la curiosidad y la experiencia. Rousseau consideró necesario establecer un nuevo pacto social en el que predominara la voluntad general, soberana, indivisible e inalienable, característica de un modelo de democracia directa. En resumen, el contractualismo ofrece diversas perspectivas sobre la organización política, cuya reflexión sigue siendo relevante para el equilibrio entre libertad, seguridad y justicia.

El Giro Copernicano de Immanuel Kant

El «giro copernicano» de Immanuel Kant representó una revolución en la filosofía al modificar el enfoque del conocimiento. En lugar de que el conocimiento se ajustara a los objetos, Kant estableció que son los objetos los que se adaptan a las estructuras cognoscitivas del sujeto. Esta idea es el núcleo central de su «Crítica de la Razón Pura», donde analiza las condiciones que hacen posible el conocimiento.

Los Juicios en la Filosofía Kantiana

Kant distinguió tres tipos de juicios:

• Analíticos a priori: no amplían el conocimiento y son verdaderos por el análisis del sujeto y el predicado.
• Sintéticos a posteriori: se basan en la experiencia.
• Sintéticos a priori: fundamentales para la ciencia, ya que amplían el conocimiento sobre el mundo y no dependen de la experiencia.

Sensibilidad, Entendimiento y Razón

Kant explicó que el conocimiento comienza con la sensibilidad, que proporciona datos del mundo. La organización de la información sensorial es posible gracias al espacio y al tiempo, que, según Kant, no son realidades objetivas, sino el marco que nuestra mente impone para percibir la realidad. Los datos sensoriales, sin embargo, carecen de sentido sin el entendimiento, que los estructura mediante conceptos a priori o categorías, siendo la sustancia y la causa las más importantes. La síntesis de la razón une ambas facultades, posibilitando el conocimiento del mundo fenoménico.

Ciencia y Metafísica

Según Kant, tanto las matemáticas como la física son consideradas ciencia, ya que permiten elaborar juicios sintéticos a priori sobre el espacio y el tiempo, y sobre las categorías de sustancia y causalidad, respectivamente. Sin embargo, la metafísica, como ciencia, es imposible, ya que no disponemos de fenómenos relacionados con las tres grandes ideas reguladoras: el mundo, el alma y Dios.

Fenómeno y Noúmeno

Kant estableció una distinción crucial entre el fenómeno (la cosa tal como se nos muestra) y el noúmeno (la cosa en sí). El conocimiento humano solo alcanza el fenómeno, mientras que el noúmeno permanece incognoscible.

En conclusión, el giro copernicano de Kant marcó un hito en la filosofía al establecer que el conocimiento es una construcción activa del sujeto, no una mera copia pasiva de la realidad.

Baruch Spinoza: Naturaleza, Necesidad y Razón

Según Spinoza, la naturaleza opera siguiendo leyes necesarias y perfectas. No existen errores o «vicios» en sus procesos; todo cuanto ocurre tiene una causa según su orden natural. La percepción humana de «defecto» o «imperfección» surge de su limitada capacidad de comprensión, no de fallos en la naturaleza misma.

Spinoza sostiene que la comprensión de todo cuanto existe debe seguir un único método coherente, basado en la razón. Esto implica ver la realidad desde una perspectiva global que acerca al ser humano a Dios, que es la totalidad del universo. Para lograrlo, es necesario unificar la percepción del mundo, ya que todo forma parte de una única sustancia que se percibe desde distintas perspectivas. (Todos los aspectos pueden abordarse desde la matemática).

Spinoza afirma que todo en la naturaleza ocurre siguiendo leyes o reglas universales, inmutables y necesarias. Esto significa que todos los fenómenos se explican mediante estas leyes, que son las mismas para cualquier circunstancia. Esta postura refleja la visión racionalista del filósofo, basada en la percepción de la naturaleza como un conjunto ordenado (matemáticamente) y comprensible.