Filosofía, Guerra y Paz: Reflexiones Éticas y Políticas

El Problema de la Guerra

La guerra, desde los inicios de la filosofía en Atenas, ha sido un tema de debate constante. En la actualidad, el problema se ha vuelto más dramático debido a la capacidad destructiva de las armas y los ejércitos modernos, así como por la aparición del terrorismo internacional de signo islamista. Las preguntas fundamentales que se plantean son: ¿Es legítimo el uso de la fuerza por parte del Estado como medio para conseguir la paz, tanto en su propio país como fuera de él? ¿Es legítimo el derecho de injerencia para hacer respetar los derechos humanos?

El Monopolio de la Violencia

El uso de la fuerza ha sido una constante en la historia humana, tanto por parte de los Estados como por parte de los ciudadanos. Desde la aparición del Estado moderno (siglos XV y XVI), se ha impuesto la convicción de que el Estado es el único que puede utilizar la fuerza, poseyendo el monopolio legítimo. A pesar de ello, durante mucho tiempo, el abuso del poder por parte de los grupos más fuertes siguió imperando en el mundo. La aparición del Estado moderno en Europa supuso el inicio de una concepción de la política basada en reglas, leyes y códigos que todos debían respetar. Sin embargo, el Estado de derecho y la democracia como ejes organizadores de la convivencia no se asentaron en Europa hasta los siglos XIX y XX.

El Terrorismo

En el mundo actual, ha surgido con fuerza el problema del terrorismo, que atenta contra el “corazón de la democracia”, contra la vida en libertad y en paz de todos los ciudadanos. Aunque los objetivos de los terroristas sean políticos, sus métodos violentos los deslegitiman ante la sociedad y los convierten en “enemigos de la democracia”. Siembran el terror en la población y no respetan los derechos humanos. El terrorismo, sea nacional o internacional, utiliza la tecnología para sus propósitos homicidas y para difundir mensajes.

Paz, Derechos Humanos y Valores Democráticos

España, como miembro de la ONU, la OTAN (Organización para el Tratado del Atlántico Norte) y la UE (Unión Europea), posee y asume compromisos internacionales y participa, junto con el resto de países miembros, en las principales iniciativas dirigidas a garantizar la seguridad internacional. Por ello, las Fuerzas Armadas han participado en numerosas misiones de paz fuera de sus fronteras; estas misiones no dejan de suponer un riesgo y sacrificio, con pérdidas de vidas.

El Pensamiento sobre la Guerra y la Paz

El Pensamiento Griego

En el pensamiento griego ya se intentaba definir el concepto de guerra; Heráclito la concibe como madre y reina de las cosas, dado que la tensión de fuerzas contrapuestas es el fundamento de toda la vida.

San Agustín

San Agustín sostiene que el Estado ha de buscar la paz, no solo porque quiere que la guerra termine, sino porque quiere que termine con un poner las cosas en orden. El orden que causa la paz es la justicia; defiende la guerra justa, que es cuando es mantenida por una autoridad reconocida, combatida por una causa justa y con intención justa.

Erasmo de Rotterdam

Erasmo de Rotterdam sostiene que toda guerra trae crímenes y desgracias. En las causas del conflicto hay una motivación psicológica (locura) y fenómenos más políticos (expansionismo de los estados, conquista). También propone remedios: fijación de fronteras y orden de sucesiones, arbitrajes por autoridades, fraternidad cristiana. No existe la paz, por injusta que sea, que no sea preferible a la más justa de las guerras. Es preciso limitar la arbitrariedad del capricho real y debe obtenerse el consentimiento de la nación para emprender una guerra, una vez agotados los demás medios para hacer prevalecer un determinado derecho.

Tomás Moro

Tomás Moro propone la constitución de un estado pacífico internamente, pero no duda en hacer la guerra para liberar a los demás pueblos oprimidos por la tiranía.

Iusnaturalismo del Siglo XVII

La doctrina de la guerra justa se vuelve central (Hugo Grocio, Pufendorf). Define las causas justas del fenómeno bélico (defensa contra ataque exterior, coerción al resarcimiento del daño sufrido…) y establece reglas para determinar la legitimidad del poder político que declara la guerra y la legalidad de los medios con que esta se lleva a cabo. Así surge el carácter natural de la guerra para sancionar el derecho racional en ausencia de instituciones jurídicas que lo tutelen. Hobbes radicaliza este principio a través de la identificación de estado natural y de guerra, y de estado de derecho y sociedad civil. En el siglo XVII se advierte una clara evolución del concepto de paz.

Pacifismo Religioso

A Leibniz le preocupa la paz en Europa y proyecta la unión de las iglesias cristianas. Incita en 1672 a Luis XIV a emprender una política de conquista en Oriente y especialmente en Egipto. Es un autor más claramente pacifista, pertenece a la secta de los cuáqueros y es partidario de la no violencia, manteniendo que el cristiano no debe recurrir a la fuerza, preconiza la reducción de armamentos y expone un plan de inspiración federativa.

El Equilibrio Europeo

Saint Pierre no procede de consideraciones religiosas. Le preocupa el equilibrio europeo. Propone una especie de “Santa Alianza” entre los monarcas de Europa, sobre la base de un statu quo territorial.

Pacifismo en Kant

Kant expresa su idea de que la paz no es un asunto de los príncipes, sino de los pueblos. La guerra es una injerencia inadmisible en un Estado independiente. Reprueba el servicio militar obligatorio y afirma que ninguna guerra debe emprenderse sin el consentimiento del pueblo. Una federación internacional de Estados garantizará la paz arbitrando en toda disputa. Kant ve tres remedios contra las guerras: el comercio (el espíritu comercial se apodera tarde o temprano de cada pueblo, siendo incompatible con la guerra), la moral democrática (la paz es una virtud moral, virtud de los pueblos y no de los príncipes) y la publicidad (el secreto de las negociaciones facilita las guerras; la política realizada a la luz pública favorecerá la paz). En el siglo XVIII, la guerra se considera como un fenómeno de irracionalidad y oscurantismo o bien un mero juego de intereses dinásticos (Voltaire, Holbach, Rousseau, Condorcet). La era del romanticismo y de la restauración opuso una justificación a la guerra.

Crítica a la Idea de Globalización

Se critica a las concepciones de globalización que la consideran un proceso global y armónico donde todo está conectado con todo y las diferencias entre sociedades políticas hubiesen desaparecido (Aldea Global). Los estados siguen existiendo y las diferencias (económicas, religiosas, culturales) entre los distintos grupos humanos también; los mismos medios que permiten sostener la idea de la globalización nos permiten constatar las diferencias existentes entre los distintos grupos humanos. La globalización del género humano terrestre sobre la tierra es una totalización operativa cuyo sujeto operatorio no puede ser el propio Género Humano como totalidad, ya que este género humano es más un resultado que un principio. La globalización debe correr a cargo de sujetos operatorios parciales; las distintas globalizaciones existen de manera conflictiva y solo pueden realizarse desde centros diferentes, como tras la Guerra Fría con la URSS y USA. Aparecen proyectos de globalización a veces sin adscripción estatal fija y otros con adscripciones políticas más o menos precisas: islam, China.

Hegel

Hegel critica a Kant y sostiene que la independencia de cada Estado es un concepto esencialmente polémico que se realiza a través de la guerra. Hegel pretende hacer una crítica a la doctrina del derecho natural sobre la guerra. Primero, entender la guerra desde la paz, siendo esta el concepto clave y la situación normal y aquella su negación; segundo, entender la guerra desde la moral, justificar la guerra precisamente a base del concepto de guerra justa. Hegel no acepta estos dos principios. La situación de guerra ha sido normal en la Historia, hay que descubrir la porción de racionalidad que en ella se encierra, es esencial en la historia. La ética es un nivel de praxis que debe ser superado en el nivel político. No se pueden aplicar principios éticos a problemas políticos entre Estados. La guerra es el momento en el que el ciudadano se sacrifica por su Estado. K. Von Clausewitz define la guerra como “continuación de la política con otros medios”, y pone en evidencia su naturaleza profundamente humana y política.

Concepto de Paz

La paz es la suspensión más o menos duradera de las modalidades violentas de la rivalidad entre unidades políticas. Según las relaciones de fuerza entre los Estados, distinguimos tres tipos de paz:

  1. Paz de equilibrio: Las fuerzas de las unidades políticas estatales se encuentran en equilibrio.
  2. Paz de hegemonía: Las fuerzas de las unidades políticas estatales están dominadas por las de una de entre ellas.
  3. Paz de imperio o imperial: Las fuerzas de las unidades políticas estatales se ven sobrepasadas por las de una de ellas, hasta el punto de que todas las unidades, salvo una, pierden su autonomía y tienden a desaparecer como centros de decisiones políticas. El Estado imperial se reserva, finalmente, el monopolio de la violencia política. El progreso de las técnicas de producción y de destrucción masivas introduce desde 1945 un tipo diferente de paz, típico de la Guerra Fría.

La Paz por el Terror

La paz por el terror es la que reina o reinaría entre unidades políticas, cada una de las cuales tiene o tendría la capacidad de ocasionarle a otro daños mortales. Entre las tres primeras (dependientes del poder de los estados) y la paz del terror, existe la paz por satisfacción. La paz la imponen los vencedores. La paz es lo que se busca durante la guerra; todos los beligerantes quieren la paz, pero quieren una paz que les convenga, de acuerdo con sus intereses.

La Democracia Mediática

La prensa ha sido fundamental en la consolidación de las libertades y derechos democráticos a lo largo del siglo XX. La radio, la TV, la aparición de los sondeos de opinión y las nuevas técnicas de comunicación política generan una democracia en la que los medios de comunicación desempeñan un papel decisivo, por lo que se le califica de democracia mediática. Los medios de comunicación representan un doble papel: informan de las cuestiones políticas bajo el tamiz de su propia ideología para que los ciudadanos se formen una opinión de esas cuestiones y sus representantes, y recogen el sentir de la opinión pública a partir del cual los políticos conforman sus agendas y toman sus decisiones.

Así operan como mediadores entre la sociedad y el poder. En una primera etapa, los medios audiovisuales eran controlados por el estado; en una segunda etapa, las presiones del mercado obligaron a abrir el sistema a manos privadas. Los medios pueden hacer creer a los ciudadanos que las cosas y las personas son como ellos las muestran; es una sociedad mediática, ser es aparecer en los medios; la información es poder, el mundo político y las empresas entrarán en contacto y se producen concentraciones de poder en detrimento de los ciudadanos. El remedio para esta concentración de poder es la poliarquía, multiplicar los centros de poder evitando concentraciones. Por otro lado, la información es un producto de consumo que debe venderse si la empresa informativa desea ser viable.

SPF (Síndrome de Paz Forzada)

Un conjunto de fenómenos sociales típicos de los Estados del Bienestar. Se caracterizan por: un clamor universal de ¡No a la guerra! ¡Paz!; una heterogeneidad de los sujetos afectados por tal síndrome; por una manifestación de deseos irracionales de forma automática por su simpleza y por manifestarse de forma colectiva. Se da en los Estados democráticos capitalistas del Bienestar occidentales de tradición judeocristiana; los cristianos y los judíos tratan siempre de preservar la vida frente a esta evidencia, el que declara la guerra, o la apoya, no puede considerarse persona humana, será un asesino o demente. Cree que la paz y el no a la guerra pueden ser objetivos propuestos al margen de la política, los deriva de una conciencia ética de la comunidad o de una conciencia divina. Pedir la paz y no la guerra incondicionalmente, abstrayéndose de cualquier consideración de coyuntura internacional es un acto que roza el infantilismo; las propuestas éticas que no tienen en cuenta las condiciones políticas son infantiles. La cultura musulmana de Yihad y guerra santa. El SPF busca la paz perpetua y universal, no conciben que alguien no comparta.

El Binomio Libertad-Seguridad

En los sistemas democráticos se plantea cómo armonizar la libertad individual y la exigencia de seguridad que todos los ciudadanos desean. El binomio libertad-seguridad plantea algunos problemas éticos importantes. ¿Qué se debe garantizar antes, la libertad o la seguridad? ¿El individuo tiene derecho a defenderse por su cuenta? La respuesta es que el Estado es la libertad concreta, sin él no hay derecho y libertad. El Derecho, la ley, y el respeto a las libertades individuales son el fundamento de la convivencia y de la paz social. Para que todos puedan desarrollar pacíficamente su libertad, es preciso que nadie se inmiscuya en los derechos y libertades del resto, es ahí donde pueden surgir los conflictos. La pobreza, las desigualdades y la violencia pueden originar graves conflictos en la convivencia.

Características de los Sistemas Democráticos

El término democracia designa aquellos sistemas políticos en los que el poder lo tiene el pueblo. Tiene unos conceptos claves:

  • Soberanía popular: El pueblo es el que decide, los ciudadanos (de mayoría de edad y que residen en el territorio).
  • Igualdad política y partidos políticos: Todos los ciudadanos pueden elegir y ser elegidos; el medio normal de participación en la vida política son los partidos políticos; debe haber una pluralidad de partidos y que estos puedan exponer sus ideas.
  • Las democracias actuales son representativas o indirectas, ya que los ciudadanos delegan en otros (los dirigentes políticos) los asuntos políticos.
  • Igualdad jurídica de los ciudadanos: Los estados políticos lo son también de derecho, donde los ciudadanos son iguales ante la ley y el estado cumple con su propio ordenamiento jurídico.
  • Debe haber separación de los poderes del estado en: legislativo (parlamento) se encarga de hacer leyes, ejecutivo (gobierno) se encarga de aplicarlas y judicial (jueces) que decide si se cumplen o no; son independientes.
  • Las decisiones se adoptan normalmente con lo que dice la mayoría del parlamento (puede presentar problemas, hasta dónde hay que representar a las minorías).
  • Respeto a todos los derechos humanos.

Los Conflictos Internacionales

Uno de los problemas más graves del mundo actual es el de los continuos conflictos y guerras entre diversos países y estados que no son capaces de resolver sus diferencias políticas por medios diplomáticos y pacíficos en el marco de la ONU. El Consejo de Seguridad de la ONU nació para tratar de pacificar al mundo y dar a los países con conflictos una serie de instrumentos políticos y diplomáticos para evitar las guerras. Sin embargo, el Consejo de Seguridad tiene poca credibilidad, ya que las grandes potencias (China, Rusia, EEUU, Inglaterra y Francia) pueden vetar aquellas resoluciones que no les sean favorables. ¿Puede España intervenir en los conflictos de otros países, en las llamadas “misiones de paz”, guerras preventivas que tienen como objetivo evitar la guerra, cuando es el Consejo de Seguridad el que propone y organiza esa intervención? Hay que ver las obligaciones constitucionales de España y los valores jurídicos y morales que debe promover. La Constitución española determina que las fuerzas armadas deben defender la integridad de España, su soberanía e independencia y el ordenamiento constitucional. Dentro del ordenamiento constitucional están los valores en los que se funda la democracia (libertad, justicia, igualdad y pluralismo político). Una de las tareas más importantes de las fuerzas armadas son las misiones de la paz bajo el mando de la ONU. En España, como en otros países, ha habido una creciente concienciación del valor de la paz, de la defensa de los derechos humanos y de la democracia por los medios pacíficos; a esto han contribuido muchas ONG a favor del desarrollo, la cooperación y la paz. A pesar de todos estos avances del pacifismo, hay muchos países ricos que siguen fabricando y almacenando mucho armamento.

La Ciudadanía Global

La globalización es la mundialización de la economía y la intensificación de las interconexiones de las diversas partes del mundo. Afecta cada vez más al modo de vivir, de comunicarse y de pensar del hombre actual. La globalización no significa que lo local y lo nacional desaparezcan de inmediato en favor de lo “global”: seguirán existiendo durante mucho tiempo. Supone la creación de un nuevo espacio social en el que los ciudadanos de todo el mundo se convierten en consumidores y usuarios de una teleeconomía, una telepolítica y una telecultura globales. La nueva economía y el nuevo orden internacional que han traído las nuevas tecnologías no han significado hasta ahora mayor igualdad y mayor justicia en las relaciones económicas y políticas entre las naciones. Hay diferencias crecientes entre países más y menos desarrollados que indican que la sociedad globalizada está en manos de los países más ricos. Algunos autores insisten en el avance democrático que supone disponer de una red como internet en la que todos pueden democráticamente y sin censura obtener información. Para algunos autores, es sinónimo de igualdad de acceso a todos los conocimientos y el símbolo de la nueva sociedad del conocimiento. Echeverría. La propuesta general de cara al futuro debe ser humanizar el tercer entorno para que todos los ciudadanos de telepolis puedan acceder a todos los bienes disponibles en el ciberespacio; hay que extender el concepto de ciudadanía a todos los seres humanos y no solo a los de unos pocos países, y el horizonte debe ser la Declaración Universal de los Derechos Humanos; no basta con la democracia formal y jurídica, es preciso que la igualdad económica y la justicia imperen en las relaciones internacionales.

Clausewitz

Clausewitz decía que la guerra es la prosecución de la política por otros medios y, además, un acto de violencia destinado a obligar al adversario a hacer nuestra voluntad. No acepta ningún límite lógico, la violencia es el medio, el fin es imponer nuestra voluntad. La conducta estratégico-diplomática de los Estados gira en torno a la posibilidad del conflicto armado. Toda guerra tiende a hacerse sucia. Cada uno de los beligerantes quiere ganar la guerra y, si para ello hay que vulnerar las leyes o tratados, se hará. Además, hay daños humanos y materiales colaterales, que no se buscaban, pero que se producen. Introducir el principio de moderación conduce al absurdo lógico, la guerra es un asunto tan peligroso que los errores debidos a la benevolencia son los peores. La sociedad política está condicionada y codeterminada por las demás sociedades políticas que la envuelven. Platón dice que “lo que la mayoría de las gentes llaman paz no es más que un nombre, y en realidad, hay por naturaleza una guerra perpetua y no declarada de cada ciudad con todas las demás.” Por lo demás, la guerra es una característica propia de la civilización. Permite esclarecer la naturaleza de la guerra.

  1. La guerra es un combate singular ampliado. En este combate se trata de obligar al adversario o enemigo a obedecer nuestra voluntad utilizando para ello la violencia.
  2. La violencia tiene una tendencia intrínseca a ascender a los extremos. Esta violencia no tiene límites en principio.
  3. Hay que dejar al enemigo sin capacidad de respuesta, aniquilarlo. El fin de la guerra, la victoria, consiste en la aniquilación del enemigo.
  4. La guerra es un acto político. La guerra es, pues, la continuación de la política por otros medios.
  5. Hay que distinguir:
  • En la guerra absoluta se produce la ascensión hacia los extremos en la violencia militar. Se sigue la pura lógica militar, lo militar absorbe a lo político.
  • En la guerra real, entran en juego los cálculos y las consideraciones políticas, la política absorbe a lo militar.

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