Cosmovisión Aristotélica Organicista o Teleológica
La cosmovisión más importante se la debemos a Aristóteles. Para él, el universo es infinito y eterno. Está formado por ocho esferas principales concéntricas, introducidas unas dentro de otras, siendo la Tierra el centro. Pero además, el universo de Aristóteles está dividido en dos regiones:
- El mundo supralunar, formado por las esferas de los planetas conocidos, la esfera de las estrellas móviles y, finalmente la esfera de las estrellas. Esta región del universo está formada por un material especial, llamado éter, que es incorruptible; además, los planetas que ocupan cada una de las esferas son cuerpos geométricos perfectos y solo sufren cambios: el movimiento circular y uniforme, que es el más perfecto de todos los movimientos.
- El mundo sublunar, que es el que se extiende desde la esfera de la Luna hasta el centro, donde se encuentra la Tierra, está formado por cuatro elementos (fuego, aire, agua, tierra) y en él se produce cambio, es decir, los seres del mundo sublunar nacen y mueren. Según Aristóteles, todos los seres naturales tienden a realizarse de acuerdo con el fin que la naturaleza les impone para alcanzar la perfección que es propia de su especie.
Cosmovisión Mecanicista Moderna
En esta cosmovisión se considera la naturaleza como una máquina cuyos comportamientos están regidos por un pequeño número de leyes sencillas e inmutables. Esta visión del mundo está íntimamente ligada con la aparición de la ciencia moderna a partir de los siglos XV y XVI, consolidándose en el siglo XVII y llegando a su punto álgido con la figura de Isaac Newton.
Se caracteriza por ser una nueva forma de mirar la naturaleza: la mera observación y la razón no basta, ahora se incorpora la experimentación y matematización para tratar de explicar cómo es y cómo funciona el universo.
Tras varias hipótesis y experimentos de varios científicos y filósofos, algunos de estos últimos contribuyen de manera especial a la cosmovisión mecanicista: deteniendo un determinismo o preguntándose críticamente si de verdad el mecanicismo sirve.
Esta cosmovisión tampoco explica el para qué del universo (ni cómo es posible la libertad humana dentro de tal sistema).
La Necesidad del Saber Humano
Según Aristóteles, “Todos los hombres desean por naturaleza saber”. Esta afirmación ha sido explicada de diversas maneras a lo largo de la historia. A diferencia de los animales, el ser humano nace muy desvalido, precisa de un periodo de crianza y cuidado muy largo, y es muy pobre en instintos y destrezas innatos. A esto hay que añadir que somos también los únicos capaces de preguntar y preguntarnos, y los únicos que sabemos que vamos a morir. Todas estas son las razones para que deseemos “por naturaleza saber” y necesitemos ser educados, mientras que los animales pueden ser adiestrados, pero no educados.
Períodos de la Historia de la Filosofía
La Historia de la Filosofía se divide en los siguientes períodos:
Historia de la filosofía antigua: desde el siglo VI a.C hasta el siglo V d.C. Comprende el periodo ontológico y sus principales representantes eran Sócrates, Platón, Aristóteles, etc.
Historia de la filosofía medieval: abarca del siglo V al siglo XV. Comprende el periodo ontológico y sus principales representantes son Agustín de Hipona, Averroes, Tomás de Aquino, etc.
Historia de la filosofía renacentista y moderna: desde el siglo XV hasta el siglo XVII. Comprende el tema de la Filosofía de la conciencia y sus principales representantes son Maquiavelo, Voltaire, Kant, Locke, etc.
Historia de la filosofía contemporánea: desde el siglo XIX hasta nuestros días. Comprende los temas de “El grito lingüístico” y “El giro práctico”. Sus representantes son Marx, Ortega y Gasset, etc.
Saber Mítico vs. Saber Filosófico
Saber mítico: Sus seguidores tratan de explicar por qué el mundo existe, por qué actuamos de determinada manera y las imágenes de la naturaleza y del destino del hombre. Se centra en la imaginación y en la apariencia, por lo general son inciertos pueda que sean verdad, son creencias populares, es incomprobable al igual que la religión, muchas veces no tiene prueba incluso algunas veces no tiene coherencia.
Saber filosófico: Trata de penetrar, mediante la razón, en lo más profundo de las raíces de comportamiento humanas para plantear, cuestionar y explicar la existencia del ser y del mundo. Recibe información de las demás ciencias y ofrece sus inferencias para apoyar las tesis de las demás. Expresa necesidad, se centra en la razón, es una creencia universal, tiene su pasado comprobado, siempre es verdad, es creada con estudio y experiencia y siempre tiene coherencia.