Platón: Ética, el Mito de la Caverna y Biografía

Ética en Platón

La teoría ética de Platón se fundamenta en la premisa de que la virtud es conocimiento y que, por lo tanto, este puede ser aprendido. Esta doctrina debe entenderse dentro del marco de su teoría de las Ideas. Para Platón, la Idea suprema es la Idea de Dios, y el conocimiento de esta Idea es la guía fundamental para tomar decisiones morales. Platón sostenía que conocer a Dios es equivalente a hacer el bien. De esto se deduce que quien actúa inmoralmente lo hace por ignorancia. Esta conclusión se deriva de su convicción de que una persona virtuosa es verdaderamente feliz y, dado que los individuos siempre buscan su propia felicidad, siempre aspirarán a actuar moralmente.

El Mito de la Caverna

En el Mundo Subterráneo

Platón propone una situación hipotética: uno de los prisioneros, «de acuerdo con su naturaleza», es liberado y forzado a levantarse, girar hacia la luz y mirar hacia el otro lado de la caverna. Este prisionero sería inicialmente incapaz de percibir las cosas cuyas sombras había visto antes. Se sentiría confundido y creería que las sombras que antes percibía son más verdaderas o reales que los objetos que ahora ve. Si se le obligara a mirar directamente hacia la luz, experimentaría dolor en los ojos y trataría de desviar su mirada hacia los objetos que le resultan familiares.

En el Mundo Exterior

Si este prisionero fuera arrastrado a la fuerza hacia el exterior, sentiría dolor y, acostumbrado a la oscuridad, no podría percibir nada al principio. En el mundo exterior, le sería más fácil observar primero las sombras, luego los reflejos de los hombres y los objetos en el agua, y finalmente los hombres y los objetos mismos. Después, contemplaría durante la noche lo que hay en el cielo, la luz de los astros y la luna. Finalmente, percibiría el sol, no como una imagen, sino en sí mismo y por sí mismo. Tras esta experiencia, llegaría a la conclusión de que el sol es lo que produce las estaciones y los años, que gobierna todo en el ámbito visible y que, de alguna manera, es la causa de todas las cosas que ellos habían visto.

Al recordar su antigua morada, la sabiduría que allí se consideraba valiosa y a sus compañeros de cautiverio, se sentiría feliz y los compadecería. Recordaría que en el mundo subterráneo, los prisioneros se honran y elogian mutuamente, recompensando a aquel que percibe con mayor agudeza las sombras, al que mejor recuerda el orden en que aparecen y al que es capaz de predecir las que vendrán. Esa vida anterior le parecería ahora insoportable.

Regreso al Mundo Subterráneo: Exigencia Moral de Ayudar a sus Compañeros

Confusión Vital por la Oscuridad de la Caverna

Si el prisionero liberado descendiera y volviera a ocupar su antiguo asiento, tendría los ojos cegados por la oscuridad. Sería incapaz de distinguir las sombras; los demás lo harían mejor que él. Se reirían de él y dirían que, por haber subido a lo alto, se le han estropeado los ojos y que no vale la pena intentar ascender.

Burla y Persecución

Si intentase liberar a sus compañeros y conducirlos hacia la luz, se burlarían de él, lo perseguirían y lo matarían.

Biografía de Platón

Platón (427-347 a. C.) nació en Atenas en el seno de una familia aristocrática. Su iniciación en la filosofía se produjo a través de Crátilo (discípulo de Heráclito), quien enseñaba el constante fluir de todas las cosas. Sin embargo, el acontecimiento que marcó de forma más profunda su trayectoria personal y profesional fue su encuentro con Sócrates, a quien siguió durante diez años, hasta la muerte de este. El impacto del maestro sobre el discípulo se refleja en el hecho de que Sócrates siempre aparece como el principal interlocutor en las obras de Platón.

Desilusionado por la condena de su maestro, dictada por las autoridades atenienses, Platón abandonó su propósito de participar activamente en la política y dejó Atenas. En el año 387 a. C., viajó al sur de Italia y Sicilia, donde se familiarizó con la filosofía pitagórica. De regreso a Atenas, fundó la Academia, que algunos han calificado como la primera universidad. En el año 367 a. C., emprendió un segundo viaje a Siracusa para influir en el nuevo gobierno, pero no tuvo éxito. Esto lo llevó a regresar a Atenas, donde se dedicó a la Academia y a la redacción de sus obras.

En el 361 a. C., fue llamado nuevamente a Siracusa (tercer viaje, que resultó en un completo fracaso). Retornó a Atenas y ya no se movería más, dedicándose a la redacción de sus últimas obras. Murió a los 80 años.

Obras de Platón

  • Primer período: Apología de Sócrates, Critón, Lisis, Laques, Cármides, Protágoras (predominan las cuestiones morales y la búsqueda de definiciones, al estilo socrático).
  • Período medio: Menón, Fedón, República, Fedro (interés en los problemas metafísicos y epistemológicos).
  • Último período: Parménides, Sofista, Político, Timeo. En algunos de estos diálogos, Platón lleva a cabo una autocrítica de su propia doctrina.

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