Comparativa de las Filosofías de Kant, Platón y Descartes: Conocimiento, Realidad y Método

Idealismo Trascendental de Kant: Conocimiento y Límites de la Razón

La principal inquietud de Immanuel Kant es comprender cómo la ciencia es posible y cómo nos ofrece conocimientos verdaderos. Busca las condiciones que hacen posible este conocimiento, analizando cómo Newton desarrolló sus teorías.

La filosofía kantiana se define como un idealismo trascendental. Kant sostiene que lo que el hombre conoce son sus ideas, y que nosotros mismos construimos los objetos. Lo «trascendental» se refiere a los límites del conocimiento; solo podemos conocer verdaderamente las ideas dentro de estos límites. Lo esencial de este idealismo es que el conocimiento humano se refiere a los fenómenos, no a las cosas en sí mismas (noúmeno). El noúmeno representa el mundo inteligible, la realidad en sí.

Para Kant, «a priori» se refiere al conocimiento independiente y anterior a la experiencia. Distingue un conocimiento «a priori impuro», que no llega a la experiencia pero se basa en experiencias anteriores. El conocimiento «a priori puro» es necesario y universalmente válido. Estas son facultades o condiciones que hacen posible la experiencia. Kant afirma que podemos tener conocimiento de lo sensible y medible por la razón. Lo que conocemos es el fenómeno, una construcción del sujeto a través de la experiencia.

Según Kant, la ciencia se compone de Juicios Sintéticos a priori (JSaP): enunciados informativos, necesarios y universales, sin necesidad de verificación empírica.

Estructura de la Crítica de la Razón Pura

Kant distingue dos orígenes del conocimiento: la sensibilidad y el entendimiento. La Crítica de la Razón Pura se divide en tres partes:

  1. Estética Trascendental

    Se refiere a los sentidos, a lo sensible, que está ligado a la experiencia. Antes de la experiencia, aparecen la «cosa en sí» y la posibilidad de percibir objetos organizados. Kant identifica dos condiciones o límites: espacio y tiempo. Fuera de ellos, no hay percepciones sensibles. Relaciona el espacio con la geometría y el tiempo con la aritmética. La estética trascendental elabora el fenómeno.

  2. Analítica Trascendental

    Analiza el entendimiento, facultad que produce conceptos. A partir de los conceptos y sus relaciones, el entendimiento produce juicios. Percibir es tarea de la sensibilidad (estética trascendental), y comprender lo percibido, del entendimiento (analítica trascendental). Kant investiga las condiciones que posibilitan estos conceptos. Hay dos tipos: empíricos (a posteriori, de la experiencia) y puros (a priori, categorías).

    Nuestro entendimiento elabora conceptos empíricos, pero Kant busca su base: los principios puros. Los límites del conocimiento intelectual son las categorías, que nos permiten comprender un concepto o conocer algo. Son condiciones formales para elaborar juicios. La física es un método a priori, basado en las categorías. La función del entendimiento es unificar los datos de la experiencia y formular juicios.

  3. Dialéctica Trascendental

    Es una crítica al Entendimiento y a la Razón en su pretensión de alcanzar «la cosa en sí». Kant cuestiona si la metafísica es posible como ciencia y responde que no, ya que las categorías solo se aplican a los fenómenos.

    La razón busca juicios generales que fundamenten juicios particulares, es decir, unificar. Dios, Alma y Mundo son ideas de la Razón que no proporcionan conocimiento, pero expresan el ideal de la Razón: encontrar leyes y principios cada vez más generales. Al unificar conceptos como «Alma» se producen paralogismos, y al unificar «Mundo», antinomias.

    Tras las antinomias, Kant se dirige a la moral, en la Crítica de la Razón Práctica.

Platón: Teoría de las Ideas, Dualismo Antropológico y Filosofía Política

Platón (siglo IV a.C.) tuvo un objetivo político en su obra: acabar con el abuso de poder y la corrupción. Creía que todos los Estados de su época estaban mal gobernados y propuso que los filósofos fueran los únicos gobernantes justos. Fundó la Academia para formar a futuros filósofos gobernantes. Fue amigo de Sócrates, con quien compartió ideas. A pesar de su búsqueda racional, recurrió al mito para explicar ciertas cuestiones, aunque siempre buscó la racionalidad y el conocimiento verdadero.

Platón integró ideas de varios filósofos:

  • Parménides: Se abrió a la lógica, rechazando la apariencia de las cosas y buscando el ser por medio de la razón.
  • Pitágoras: Adoptó su concepción dualista del alma-cuerpo y la transmigración de las almas.
  • Heráclito: Tomó su concepción cambiante del «todo fluye», aunque Platón la aplicó solo al mundo sensible.

La Teoría de las Ideas

La teoría de las ideas de Platón afirma la existencia de dos mundos:

  • Mundo sensible: El de los objetos que nos rodean.
  • Mundo inteligible: El de las ideas.

El mundo sensible está en constante transformación y las cosas carecen de realidad, porque no tienen esencia. El mundo real es el inteligible, donde cada idea tiene existencia propia y es una esencia. El verdadero ser de las cosas, su esencia, no está en las cosas, sino en las Ideas. El mundo sensible tiene realidad porque participa en el mundo de las ideas.

La idea es una realidad inmutable, eterna, que no puede existir en el mundo cambiante de los sentidos. La tarea de los filósofos es sacar a los hombres del mundo sensible y conducirlos al mundo de las ideas. La idea es también aquello que permite el verdadero conocimiento. Lo ontológico (el ser) y lo epistémico (el conocimiento) se unen en las ideas.

Las ideas existen independientemente de las cosas particulares y de la mente humana. Tienen características similares a lo que Parménides llama «el ser»: cada idea es única, eterna e inmutable. No pueden ser captadas por los sentidos, sino conocidas por la inteligencia. Platón afirma que las ideas son causas de las cosas, porque constituyen su verdadera esencia o sirven de modelo.

Dualismo Antropológico y Ética

Platón considera tres ideas superiores: Bien, Belleza y Justicia, destacando la idea de Bien. Su teoría de las Ideas es inseparable de su concepción del ser humano, lo que se conoce como dualismo antropológico: distingue dos partes en el ser humano.

La superioridad del mundo de las ideas sobre el mundo sensible se traduce en una prioridad absoluta del alma sobre el cuerpo. El cuerpo es la «cárcel» del alma, un lastre negativo que le crea necesidades y temores, obstaculizando la búsqueda de la verdad. El alma representa lo más elevado del ser humano, y el cuerpo es solo una apariencia.

Platón distingue tres partes del alma:

  • Alma Racional: Inmortal, se dedica al pensamiento puro y busca la contemplación de la verdad.
  • Alma Irascible: Mortal, ubicada en el tórax.
  • Alma Apetitiva: Mortal, ubicada en el bajo vientre.

Su teoría del alma es dualista: una parte mortal ligada al cuerpo y otra inmortal (el alma racional). Los sofistas sostenían que, si existen el bien o la justicia universales, no podemos conocerlos. Para ellos, la política consiste en convencer con la palabra. Contrario al empirismo político de los sofistas, Platón sostiene que sí existe un conocimiento perfecto de lo bueno y lo justo, alcanzable solo mediante la verdadera filosofía. El filósofo gobernante debe conocer esta verdad para guiar al Estado hacia una utopía.

Descartes: Método, Duda Metódica y las Tres Sustancias

La Revolución Científica marcó el paso a la nueva ciencia. Copérnico negó el método aristotélico-ptolemaico, y Galileo demostró la teoría copernicana. Las matemáticas eran cruciales para la ciencia, permitiendo explicar los fenómenos naturales y establecer proporciones numéricas. Descartes solo encontraba saber verdadero en ellas.

El objetivo de Descartes era alcanzar el conocimiento verdadero y refutar el empirismo. Afirmó que la razón y la certeza son alcanzables por el ser humano.

El Método Cartesiano

Descartes abandonó sus creencias previas, considerando lo verdadero como dudoso hasta encontrar algo indudable. Su intención era que todos dirigiéramos la razón adecuadamente. Afirma la existencia de dos modos de conocimiento:

  • Intuición: Método inmediato basado en la evidencia.
  • Deducción: Método basado en otros hechos ciertos.

Su objetivo era unificar un método para alcanzar conocimientos verdaderos en todos los ámbitos. Desarrolló cuatro reglas:

  1. Aceptar como verdadero solo lo evidente.
  2. Realizar un análisis profundo del problema hasta simplificarlo (deducción).
  3. Realizar una síntesis, recurriendo a la deducción.
  4. Enumerar para asegurar la correcta aplicación del método.

Duda Metódica y Cogito

En relación con el método, y con la regla de la evidencia, Descartes introdujo la duda metódica: dudar de todo y rechazar lo que creemos verdadero. Consideraba más dudosos la fiabilidad de los sentidos y la dificultad de distinguir entre la vigilia y el sueño.

La primera clave del conocimiento verdadero es el cogito. Mediante el método y la duda metódica, llegó a un enunciado universal y verdadero: «cogito, ergo sum» («pienso, luego soy»). Se refiere a la existencia del sujeto pensante. Es verdadero porque deriva de la intuición y es claro y distinto.

Las Tres Sustancias

Descartes plantea una teoría sobre las ideas. No duda de la existencia de ideas en nuestro interior, sino de su realidad extramental. Concluye en:

  • Ideas adventicias: Provienen del mundo material, pruebas de una existencia real.
  • Ideas facticias: Construcciones de la mente y la imaginación, rechazadas por Descartes.
  • Ideas innatas: De gran importancia para Descartes, existen en el pensamiento de forma natural (perfección, infinitud).

Descartes se plantea que si hay un ser infinito y perfecto, es Dios, capaz de hacernos poseer las ideas innatas. Introduce el sujeto: para él, el sujeto es cosa o sustancia pensante. La sustancia es aquello que tiene autonomía y no requiere de otra cosa para existir. Como «sujetos pensantes», solo tenemos ideas.

Dado que Dios es perfecto y bondadoso, y no puede engañarnos, podemos confiar en la existencia del mundo. Al cuestionar el error, Descartes concluye que Dios no es culpable, sino la precipitación del sujeto. Por lo tanto, podemos concluir en la existencia de Dios, del yo (sujeto) y de la materialidad del mundo.

Descartes se refiere a esto como sustancia infinita (Dios), sustancia pensante (yo) y sustancia extensa (mundo material).

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