Justificación del Pensamiento de John Locke
John Locke, uno de los fundadores del empirismo moderno, se opone al racionalismo cartesiano. En su obra «Ensayo sobre el Entendimiento Humano», argumenta que la mente es una tabula rasa (una tabla rasa) que se llena a través de la experiencia. Rechaza el innatismo, sosteniendo que todo conocimiento proviene de la sensación (información obtenida a través de los sentidos) y la reflexión (análisis interno de esas experiencias).
Locke introduce una epistemología de límites, señalando que la razón humana tiene restricciones inherentes. Su objetivo no es alcanzar verdades absolutas, sino delimitar el ámbito del conocimiento posible, evitando tanto el dogmatismo como el escepticismo radical.
La Teoría Política de Locke
En política, Locke desarrolla una teoría basada en la ley natural y el contrato social, oponiéndose al absolutismo de Hobbes. Mientras que Hobbes justifica la necesidad de un gobierno absoluto para evitar el caos, Locke sostiene que el estado de naturaleza es un estado de igualdad y libertad regido por la razón. El contrato social no implica renunciar a la libertad, sino garantizar la protección de los derechos naturales: la vida, la libertad y la propiedad. Locke defiende la separación de poderes y sostiene que un gobierno legítimo debe basarse en el consentimiento de los gobernados.
La Moral en Locke
En el ámbito moral, Locke argumenta que las normas no son innatas, sino adquiridas mediante la experiencia. Aunque existen diferencias culturales, la razón permite identificar principios universales que favorecen la convivencia y el bienestar general. Define el bien como aquello que aumenta la felicidad y el mal como lo que causa sufrimiento. Su enfoque combina un utilitarismo pragmático con la defensa del derecho natural, estableciendo una base filosófica para el pensamiento liberal.
Comparación entre Locke y Platón: Justicia y Legitimidad
La preocupación ético-política de Platón, definir la Justicia, sigue presente en Locke. La tarea platónica era buscar un régimen político que permitiese cumplir el ideal de Justicia del ciudadano. Para Locke, la búsqueda se centra en la Legitimidad del Gobierno: ¿cuándo se puede llamar justo a un Estado?
Sin embargo, sus métodos difieren. Para Platón, el Gobierno debe ser ejercido por aquellos iluminados por la Idea de Bien (los sabios filósofos). La justificación del gobierno reside en la sabiduría. Estos gobernantes permitirán a cada ciudadano alcanzar el orden individual para el que está mejor dotado.
Para Locke, el Gobierno es la institución que ejecuta y hace cumplir las Leyes. La buena Ley busca el Bien Común: la paz, la seguridad y la defensa de la propiedad. Solo así el Estado será legítimo o justo. La noción de Bien cambia: en Platón es un criterio óntico-epistemológico (el Bien es la máxima realidad y fuente del saber), mientras que en Locke es un criterio utilitarista (el bien se define por lo que causa mayor felicidad a la mayoría, es decir, la defensa de la paz y la seguridad).
Reiteración de la Justificación (se elimina la redundancia)
La sección de justificación y comparación con Platón se repite, por lo que se ha eliminado la segunda instancia para evitar redundancias y mejorar la claridad del texto.