Pensamiento y Antropología de Platón: Influencias, Alma y Conocimiento

Influencias Filosóficas en Platón

Platón, figura central de la tradición filosófica europea junto con su maestro Sócrates y su discípulo Aristóteles, recibe diversas influencias clave.

En primer lugar, destaca la influencia de Sócrates, de quien adopta el método de conocimiento (ironía y mayéutica) para superar la opinión (doxa) y alcanzar el conocimiento universal, la ciencia (episteme).

La crítica al relativismo y escepticismo de los sofistas, presente en diálogos como Protágoras, Gorgias o Teeteto, evidencia la importancia de estos filósofos para Platón.

Platón también incorpora la filosofía de Heráclito, a través de su primer maestro Cratilo, y posiblemente de ahí provenga el uso de la palabra «dialéctica» (influencia de Sócrates), aunque con un significado diferente al original de Heráclito.

La influencia de Parménides es notable en la noción de Idea inmutable y eterna, que Platón ubica en el mundo inteligible.

Finalmente, el Pitagorismo y su visión matemática de la naturaleza influyen fuertemente en Platón, quien en el Timeo describe cómo los seres del mundo material han sido modelados geométrica y aritméticamente.

Antropología Platónica: Alma y Cuerpo

La antropología platónica sigue la tradición órfico-pitagórica, considerando que lo más importante en el ser humano es la psyché (alma), no el cuerpo. El cuerpo pertenece al mundo sensible, limitado e imperfecto, mientras que la psyché, de naturaleza similar a las Ideas, es capaz de conocerlas, siendo bella, sabia y buena.

Platón adopta la idea pitagórica de la transmigración de las almas: la muerte del cuerpo no implica la desaparición del alma, sino una liberación. Esta liberación no es definitiva, ya que el alma renacerá en otro cuerpo.

El destino del alma depende de cómo se alimente (con belleza, sabiduría y bondad) durante su unión con el cuerpo, considerado una prisión. Es posible liberarse de esta prisión, como se ilustra en el mito de la caverna. El error que causa el encarcelamiento es alejarse del Bien y la Verdad. Llenando el alma de Bien y Verdad, se puede lograr la liberación definitiva del ciclo de reencarnaciones. La vida filosófica, por tanto, permite alcanzar la perfección y liberarse de las limitaciones corporales.

La concepción platónica del ser humano postula que el alma recuerda lo que ya conoció en el mundo de las Ideas. Este conocimiento es una tendencia natural del alma para liberarse del cuerpo, ya que su verdadero lugar es el mundo de las Ideas.

Partes del Alma según Platón

Según la antropología platónica, el alma se compone de tres partes:

  • Parte racional: Ubicada en la cabeza, es la única inmortal e independiente del cuerpo. Su función es alcanzar el conocimiento racional del mundo.
  • Parte irascible: Situada en el pecho, es mortal y fuente de pasiones nobles. Su finalidad es controlar los impulsos.
  • Parte concupiscible: Localizada en el vientre, es el origen de las pasiones innobles y está ligada al cuerpo.

Argumentos de Platón sobre la Inmortalidad del Alma

  1. El alma recuerda las Ideas preexistentes, indicando que su existencia trasciende la vida.
  2. El alma es simple, y solo lo compuesto se corrompe. Por lo tanto, es inmortal.
  3. Alma significa vida y principio del movimiento propio, lo que implica su inmortalidad.

La antropología platónica se relaciona estrechamente con la ética y la política. A cada parte del alma le corresponde una virtud: prudencia (racional), valor (irascible) y serenidad (concupiscible).

Teoría de la Reminiscencia

Platón, en su etapa de juventud, argumentó que para aplicar correctamente un concepto, se requiere una noción general previa de su significado. Para resolver el problema epistemológico de cómo se adquiere este conocimiento, Platón propone en el Menón que investigar y aprender son, en realidad, recordar (anamnesis).

Las Ideas no son inmanentes a las cosas sensibles, sino que estas las imitan o participan de ellas. Las Ideas son una realidad «separada» del Mundo Sensible. El verdadero conocimiento no proviene de la percepción sensible, que solo genera opinión (doxa) sobre lo que está en constante cambio. El conocimiento de las Ideas no se logra despreciando los sentidos, sino usándolos para descubrir lo que sugieren. En el Fedón, Platón afirma que la percepción del Mundo Sensible permite al alma (psyché) recordar las Ideas que contempló en el Mundo Inteligible y olvidó al encarnarse. El conocimiento sensible sirve para recordar, y el recuerdo, para reducir a la unidad de la Idea la multiplicidad de las sensaciones.

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