Fundamentación de la Ética: Filosofía del Ser y Trascendental
Kant
Kant: Idealismo (contacta con la realidad a través de una idea), trascendentalismo (pasa por encima del ser de las cosas). El objeto del conocimiento humano son los fenómenos (aquello captable por la demostración). La experiencia tiene el monopolio. El paradigma del conocimiento es la ciencia basada en la demostración. En cuanto a la ética y la moral (la moral es autónoma), los motores de la moralidad son la conciencia y la voluntad. Los imperativos morales son categóricos (hay una idea de deber como única razón de lo moral), moralidad universal (formal). La idea de felicidad es algo que no permite vertebrar la idea de ética en la vida que nos toca vivir (cualquier guiño a la felicidad se hacía con cuidado).
Santo Tomás
Santo Tomás: Filosofía del ser (analiza las cosas como son, parte del ser de las cosas). El objeto del conocimiento humano no son solo los fenómenos, sino también la condición humana (a través del ejercicio de la abstracción). La experiencia va acompañada de una reflexión sobre lo que son las cosas en sí. El paradigma del conocimiento es también la ciencia basada en la demostración (enderezado además con un conocimiento metafísico sobre las cosas). La moral es heterónoma. Los motores de la moralidad (aparte de conciencia y voluntad existe la razón, el control metafísico para verlos y los fines). Los imperativos morales son hipotéticos. La moralidad es universal (material), y la idea de felicidad es decisiva, debiendo ser perfecta y absoluta.
El Bien Humano
La Persona como Sujeto Moral y la Concepción de Bien Humano
El objeto de la ética queda descrito por la idea de bien humano. Todo obrar humano mira siempre a un fin último o supremo. Cuando hablamos de fin último nos referimos a que la conducta humana es finalista, unitaria y globalizante (existiendo jerarquía en los deseos, habiendo uno superior y globalizante).
Hay varios fines y bienes, pero hay uno principal, el cual unifica, ordena y engloba una escala de deseos que permiten la orientación racional del comportamiento de cada agente. Hay un bien o bienes que cada agente persigue con cada uno de sus actos, con sus acciones elegidas libremente y atendiendo al fin último.
¿Qué tipo de relación cabe encontrar entre el fin último y el punto de vista moral? El fin último está muy relacionado con la propia vida. La consideración de totalidad de la vida puede plantearse desde su extensión y duración temporal. Exige prestar atención al conjunto de tendencias y deseos y a los bienes con sus distintas prioridades. El gobierno de la acción (las normas) presuponen el gobierno de la vida (la virtud), que mira al bien último. La llegada a ese punto constituye ese ser en potencia del hombre, la felicidad.
¿Cómo se introduce el concepto de felicidad en la perspectiva ética que estamos explicando? Aristóteles hablaba de ello en la *Ética a Nicómaco*, refiriéndose al bien supremo como «eudaimonía». Es un concepto prefilosófico, se refiere a la aspiración natural presente en todo hombre. La aspiración a la felicidad es natural. No puede evitarse, es algo fenomenológico. Sin embargo, antes se debe llegar a la idea de bien perfecto, completo, la plenitud del ser.
La idea de felicidad es vaga y problemática. La ética filosófica debe determinar en qué consiste la felicidad. Todo actuar se dirige a un fin que es la felicidad, analizando en qué consiste y fijando elementos normativos para las acciones que lo lleven a cabo. Dicha relación entre finalidad y fin último es fruto del razonamiento filosófico. El hombre puede reconocer su propia realidad orientada a un fin último como aquello que más le puede satisfacer (metafísicamente y desde el punto de vista apetitivo). Esa tendencia hacia el mayor bien se visualiza en el ser humano a través de un elemento racional, ordenando sus actos hacia ese fin.
¿Qué papel juega la virtud en todo esto? La ética propone determinar: qué es razonable considerar como fin último para alcanzar el mayor grado de felicidad y fijar con ello elementos normativos acerca de los actos que se pueden realizar. Ante esto, las virtudes están orientadas al bien humano, el seguimiento de las virtudes tiene un componente normativo, con un aspecto colectivo y otro individual que facilita llegar a dicha felicidad.
Objeciones contra la Fundamentación de la Ética en la Concepción Práctica del Bien Humano
La Acusación de Hedonismo
Germen en el planteamiento Kantiano. Para él, ser feliz es una exigencia del ser humano, la idea de bien supremo tiene significado propio (una síntesis operada por Dios entre moralidad y felicidad). Pensar que la felicidad es un fin supremo en esta vida es un hedonismo inaceptable. Felicidad y moralidad son realidades distintas y por eso la felicidad no puede proponerse como fin último en la moral. La razón reside en que considera que la felicidad es la suma de todo placer y ausencia de dolor (habría que considerar la felicidad como algo extraético). El hombre solo conoce las cosas y las apetece a través de una intuición sensible, y dicha apetitibilidad solo puede activarse en función del placer y el dolor. Para Kant, toda ética de fines es hedonista. Para evitar dicho hedonismo, Kant propone solo una ética formal.
La Acusación de Egoísmo
Las objeciones se articulan desde puntos de vista de éticas de 3º persona: para estas, la ética en 1º persona es egoísta. Este planteamiento se extiende a las virtudes. Si las virtudes son hábitos del agente porque apuntan a su bien, dicho bien habría de ser el propio y desentendido de los demás. Para sostener esta objeción hay que comprender el interés personal como opuesto o indiferente a los demás. Este planteamiento es del egoísmo racional hobbesiano.
Imposibilidad de Determinar Fin Último
Los objetores afirman que del fin último o felicidad no se puede obtener una determinación filosófica verdadera, por ello, dicho fin último no puede constituir una referencia moral objetiva ni universal. Kant influye en esto. Habermas señaló que la ética de las virtudes solo podría ser defendida si se pudiera demostrar que un determinado tipo de vida es el mejor, y esa afirmación presupone una concepción metafísica general del mundo y el hombre. Habermas afirmó estar en una época postmetafísica, donde la metafísica debía considerarse muerta. Para Habermas, debemos diferenciar entre ética y moral. La ética puede ocuparse de los distintos ideales, valores y proyectos de vida mientras que la moral se orientaría a obtener soluciones a los conflictos de intereses sobre la base del consenso social. La justicia basada en esa idea de moral sería prioritaria respecto de la ética y la idea de bien.
Finalidad Última y Pluralismo
Otra vez Habermas. Afirma que mantener una idea de bien último chocaría con la defensa de una tolerancia, para la cual, cualquier tipo de vida sería tan bueno como otro. Su posición es la de salvar la tolerancia y renunciar a evaluar filosóficamente las diferentes concepciones de vida. Habermas presupone la existencia de una relación antagónica e inconciliable entre la búsqueda filosófica de la verdad y el respeto a la libertad personal del hombre. Ante el dilema de verdad o libertad, Habermas sacrifica la búsqueda filosófica de la verdad en el altar de la libertad. En la actualidad, los valores de paz, libertad, justicia y respeto figuran como fundamentos de una idea de convivencia social basada en la dignidad humana, dimensionada a través del consenso, no como resultado de una reflexión filosófica.
Valor Absoluto e Incondicional del Deber Moral
Formulado por los fenomenólogos. Para ellos, la intuición intelectual de lo propiamente moral parecería más asociada a captar la idea del deber de respetar, por ejemplo, una norma prohibitiva, mucho más que la de un bien moral último que no todos aceptarían. Cabe replicar que es posible darse cuenta de que el agente moral que cumple con una norma prohibitiva puede captar, además del deber, el valor positivo que dicha norma está protegiendo o promoviendo. La ética de la 1º persona asume una idea más profunda y menos fenomenológica del deber: más como exigencia racional de buscar en las acciones un referente representado por el bien y la plenitud humana.
El Contenido del Bien Humano
Aristóteles
Aristóteles: La ética aristotélica recoge una de las más importantes investigaciones sobre verdad y bien perfecto. Aristóteles concibe el objeto de su ética en conexión con una filosofía del ser, apelando a la felicidad (eudaimonia). La felicidad es la actividad más perfecta, alta y excelente, el bien que representa es lo más perfecto y autosuficiente. Lo que hace feliz a los hombres es la perfección de la actividad según la razón: la virtud. Para Aristóteles, la actividad más alta es la contemplación de la verdad, mediante el uso de la facultad racional por los hombres. Cuanto mayor sea su capacidad de contemplar la verdad, mayor nivel de felicidad encontrarán. Las virtudes intelectuales como el arte, la ciencia, la prudencia, la sabiduría o el entendimiento ayudarían en esto.
Aristóteles (Continuación)
También habría un 2º tipo de felicidad: la imperfecta, que solo se logra mediante virtudes éticas o morales. Aristóteles dice que el bien último consiste en la contemplación de la verdad, y en segundo lugar, en la vida vivida de acuerdo con virtudes éticas. ¿Qué valoración final hacemos de la ética aristotélica? Aristóteles asocia la felicidad perfecta a la contemplación de la verdad, y esta referida al conocimiento de Dios. Asimismo, afirma que la razón es el principal principio ordenador de la vida personal y social. La felicidad de Aristóteles es inalcanzable, además de no satisfacer todos los apetitos humanos y las aspiraciones de la subjetividad humana. Aristóteles abrió el camino a Santo Tomás para afirmar que la contemplación de Dios es el bien supremo que el hombre puede alcanzar y funda la razón como principio ordenador de la vida humana.
Santo Tomás de Aquino
Exhibió un amplio uso de ética aristotélica para su pensamiento, desde la perspectiva de un filósofo y teólogo cristiano. El fin último del ser humano se corresponde con lo perfecto y autosuficiente. El modelo de Santo Tomás se basa en una metafísica creacionista en la que Dios es el fin último de la creación y de cada una de las criaturas, deduciendo que la felicidad se obtiene por vía intelectual. Concluye que solo un bien finito puede calmar la voluntad humana de manera estable y definitiva. Ese bien sería Dios. Se podría llegar a esa conclusión por la vía de la razón y la fe. ¿Idea de Felicidad de Santo Tomás? Hay 2 tipos: felicidad perfecta e imperfecta. La perfecta es alcanzable para todos los seres dotados de conocimiento, no obstante, dicho conocimiento intelectual no es posible en esta vida. La imperfecta se refiere a la participación en la felicidad perfecta: algo posible a través de la contemplación, y en segundo lugar, por la operación de la razón práctica que ordena las pasiones y acciones humanas.
Santo Tomás afirma como 1º tesis que el hombre y todo ser dotado de inteligencia solo calma sus anhelos últimos a través de la visión de esencia divina. Esta se produce en virtud del conocimiento directo de la esencia divina que es facilitado por esa misma esencia ¿En qué sentido puede decirse que los hombres tienen un deseo natural de conocer la esencia divina? No puede haber un deseo natural vano, tal visión debe ser posible para todo ser inteligente…
Santo Tomás (Continuación)
Como 2º tesis sostiene que ningún ser inteligente creado, ni siquiera el hombre, puede alcanzar la visión directa de Dios por sus propios medios naturales. Presenta una síntesis del pensamiento de Aristóteles y el cristiano, íntimamente relacionado con la teología. No se trata solo de que el hombre puede conocer progresivamente las cosas de la esencia de Dios, es que en ellas reside su mayor felicidad. Fin Último y Vida Moral. La felicidad perfecta es algo que no podemos alcanzar con nuestras propias fuerzas, no es simplemente un producto de nuestro trabajo y esfuerzo. Supone la intervención de Dios que ha decidido libremente establecer una comunión con el hombre. La voluntad debe ser vista como un medio. El papel del amor en la ética tomista y cristiana es decisivo (la felicidad imperfecta se obtiene por medio de reflexión), hay una diferencia entre Aristóteles y Santo Tomás (Aristóteles plantea que la amistad se basa en la virtud, mientras que Santo Tomás valora la caridad como elemento fundamental para el perdón), Aristóteles piensa que la felicidad se puede conseguir si se da la fortuna (cosa que para Santo Tomás no es imprescindible), la idea de pecado es impensable para Aristóteles (para Santo Tomás, lo que daña al hombre es lo que ofende a Dios).
Hedonismo
Epicuro nació en 341 a.c. Fundador de esta nueva filosofía de la felicidad. La razón de la filosofía se convierte en algo nuevo: refugio de las miserias de la vida y caminos para que el individuo se aísle del exterior. Principales características de la felicidad hedonista: el materialismo y atomismo, consistente en un placer pasivo e inteligente. El placer es el principio y fin de la vida feliz. La idea de Epicuro es innovadora, pero no inmoral. Distingue entre placeres cinéticos, estáticos (o catastémicos). Epicuro quiere alejarse del dolor y ansiedad, liberándose de opiniones falsas, ajustando los propios deseos a lo necesario para vivir en paz, respetando la justicia. Siguiendo esto, Epicuro cree que lograríamos la ataraxia. La actitud del hombre ante los acontecimientos que no dependen de él debe ser virtuosa, fundándose en la consideración racional y prudente de la totalidad de la vida. La felicidad dependerá de cómo se enfrenten los acontecimientos de la vida. Las virtudes principales de Epicuro son la justicia y amistad. Junto con el hedonismo, Epicuro renuncia a amar solo para evitar el dolor.
Estoicismo
Fundado por Zenón de Citio en Atenas en el s. III a.c. Parte de que el universo es una estructura racionalmente organizada para comprenderse racionalmente. Ese mismo logos que organiza el cosmos se llama Dios, no impide la libertad del hombre. La felicidad consiste en vivir según la naturaleza, es decir, vivir según la razón y virtudes éticas. El estoicismo aparece como respuesta al pensamiento Aristotélico. Olvida la referencia a contemplar la verdad y concentra la esperanza de alcanzar la felicidad en el ejercicio siempre posible de la virtud ética. Para ellos, la virtud ética misma es la causa y perfección de la felicidad. La virtud es algo alcanzable al hombre, independientemente de su suerte y condiciones. La sola práctica de virtudes aseguraría la ataraxia. La paz interior y felicidad se logran mediante la simple práctica de la virtud ética misma. Para los estoicos, solo el bien moral es un bien verdadero. El resto de cosas no deben formar parte de los juicios morales. Las consideraciones morales no deben compararse. Objeciones a los estoicos: 1. Hay 2 elementos inconmensurables: los bienes y cosas preferentes 2. El estoicismo subraya la importancia de la virtud ética, pero esta no aparece en conexión con contemplar la verdad ni con una idea de bien completa. 3. La virtud moral no se dirige hacia la plenitud humana sino que busca la paz mental del hombre frente a Dios, siendo una afirmación negativa.
Escepticismo
Filosofía griega para encontrar el camino a la felicidad. 3 etapas: Pirrón (360 a.c), Carnéades (214 a.c) y Sexto Empírico (s. II a.c.). En cuanto a las tesis: las cosas son incomprensibles porque de cada una se puede afirmar una propiedad y su contrario. La actitud natural sería suspender el juicio y mostrar indiferencia hacia los enunciados filosóficos. El modelo ético escéptico se fundamenta en que el humano es capaz de comprender. Quiere demoler los dogmas sobre la comprensión de la realidad y el comportamiento humano. Para el escéptico, el fin último de la vida humana es la serenidad del espíritu (ataraxia) en las cosas que dependen de nosotros mismos. Sexto Empírico concibe la noción de fin último como un hecho de la experiencia, no como una hipótesis. Somos infelices por la tensión y la angustia que nos generan las ideas de bien y mal. Por ello, debemos dejar de lado eso. De esa manera llegaremos a la máxima felicidad posible. Consideraciones Críticas: Trasladan el deseo de angustia de un objeto a otro; hay una gran contradicción en
Escepticismo (Continuación)
sus enseñanzas. Aceptan de manera práctica lo que teóricamente han destruido, niegan la verdad del bien sensible pero luego lo viven y lo disfrutan verdaderamente. Detrás de la voluntad escéptica de vivir dejando las apariencias, hay una confianza acrítica en la naturaleza física y humana, que por sí sola llegaría a su destino.