La Teoría del Conocimiento (Epistemología): Platón y Aristóteles
Platón y Aristóteles coinciden al considerar que la ciencia es conocimiento universal, no de casos particulares, sino de aquello que nunca cambia. Mientras que para Platón los universales pertenecen a otro mundo, para Aristóteles los universales se encuentran en las propias cosas. Para Platón, el conocimiento consistía básicamente en un proceso de recuerdo.
Aristóteles no acepta esta teoría. Afirma que al nacer, nuestra mente está vacía y todo aquello que lleguemos a conocer lo iremos adquiriendo a través de la información que nos proporcionen los sentidos y las demás facultades humanas. Platón comparte un alejamiento y una infravaloración de lo sensible. Aristóteles dice que no hemos de alejarnos de las cosas sensibles y materiales, pues son las únicas que nos pueden acercar al auténtico conocimiento. Los sentidos se revalúan. Aristóteles sostiene que hay cinco sentidos. También hay caracteres sensibles, a los que llama **sensibles comunes**, que no son propios de ningún sentido concreto. La función de discernir entre lo que pertenece a uno u otro sentido es llevada a cabo por el **sentido común**. También intervienen la **imaginación**, cuya función consiste en conservar y reproducir las sensaciones recibidas a través de los sentidos externos, y la **memoria**. Para Aristóteles, el conocimiento científico ha de ser de lo universal y necesario.
La Antropología Aristotélica
La concepción aristotélica del ser humano es la de un compuesto de cuerpo y alma. Entiende que el alma es esencialmente principio de vida, lo cual implica que todos los seres vivos tienen alma. El alma es la forma y también es el acto. Alma y cuerpo son complementarios. Así, dado que el alma es forma y acto, la unión cuerpo-alma es natural, esencial y sustancial. Ambos forman para Aristóteles el ser vivo. La contrapartida de esta unión sustancial es la negación de la inmortalidad del alma: muerto el cuerpo, muere también el alma.
Gracias al alma, el ser vivo realiza una serie de funciones vitales específicas:
- Se nutre, crece y se reproduce (actividad vegetativa propia de las plantas).
- Posee sensaciones y la capacidad de trasladarse (sensitivas, propia de los animales).
- Tiene la capacidad de pensar y entender (funciones racionales propia del hombre).
Aristóteles distingue el **alma vegetativa**, el **alma sensitiva** y el **alma racional o intelectual**. En estas capacidades hay una gradación, de forma que las funciones anímicas superiores implican las inferiores, pero no al contrario. Establece una visión jerárquica.
La Ética
En la ética, Aristóteles parte del análisis de la naturaleza humana y orienta su moral hacia la actividad intramundana y cotidiana. Tiene en cuenta las tendencias y aspectos irracionales de la naturaleza y desarrolla su teoría moral en la *Ética a Nicómaco*. Aristóteles parte de la consideración del hombre como ser natural que debe dirigirse a algún fin. Este fin puede ser definido como bien, de manera que bien y fin coinciden. Cuando los hombres actúan, lo hacen motivados por varios fines e intereses. Hay un fin último, el bien supremo: la consecución de la **felicidad** (*eudaimonía*). Por tanto, la ética tiene también una orientación teleológica y eudemonista.
La visión propia del hombre no es la vida vegetativa, ni la vida de los sentidos, sino solamente la vida de la razón. La actividad propia del hombre es la actividad racional, y la felicidad consiste en el desarrollo de esta vida teorética, dedicada al conocimiento y a la contemplación desinteresada de la verdad. Para conseguir la felicidad se debe practicar la **virtud**. Aristóteles entiende la virtud como un hábito, una disposición que se adquiere y se perfecciona con la práctica. Es necesario esforzarse en ser virtuoso, hay que ponerle voluntad.
Tipos de Virtudes
Virtudes Dianoéticas o Intelectuales
Son todas aquellas que están relacionadas con la capacidad de recepción y deliberación, la capacidad para entender cómo es el mundo. Las siguientes son virtudes dianoéticas:
- La prudencia.
- El arte.
- La sabiduría.
- La ciencia.
- La inteligencia intuitiva.
Virtudes Éticas o Morales
El máximo bien y felicidad consistirá en la actividad intelectual. El ser humano no es solamente intelecto, el alma humana no sólo cumple una función racional, también tiene la función sensitiva y vegetativa. Las virtudes éticas están relacionadas con la manera de actuar en el mundo, controlando nuestras pasiones y nuestros deseos. El ser humano actuará correctamente si sus deseos y costumbres se encuentran dentro de lo racional. La pauta ética más adecuada es buscar siempre el **término medio**, la moderación en todos los aspectos del comportamiento, evitando tanto el exceso como el defecto. Este término medio dependerá de cada caso y de cada situación. Aristóteles considera que sólo la prudencia y la razón garantizan la elección correcta del término medio.
La felicidad, este tipo de vida, es un ideal inaccesible para la mayoría de los hombres, sólo puede alcanzar una felicidad limitada. La virtud y la felicidad de los individuos sólo son posibles en la *polis*.
La Teoría Política
La virtud no es realizable fuera de la vida en sociedad. El origen de la vida social es que el individuo no se basta a sí mismo porque no puede por sí solo alcanzar la virtud. Defiende que la felicidad no es un asunto privado sino comunitario. Ética y política están íntimamente unidas. La *polis* es la entidad política ideal. El fin del Estado y del individuo coinciden: el Estado prospera cuando los individuos son moralmente buenos, y al contrario, sólo si el Estado es bueno llegarán a ser buenos los ciudadanos.
Aristóteles insiste en que la sociabilidad es un rasgo esencial de la naturaleza humana (**sociabilidad natural**). El hombre es un animal político por naturaleza, y el Estado es algo natural. Sigue presente la noción de la naturaleza humana, y su teoría política se basa en esta naturaleza del hombre. La naturaleza humana es esencialmente social, y la capacidad del hombre para el lenguaje es una prueba de ello. Es en la Ciudad-Estado donde cubre sus necesidades primarias o vitales y se realiza en cuanto que ser moral.
Formas Naturales de Sociedad
- La familia: consiste en la unión de un hombre con una mujer cuyo fin es la perpetuación de la especie.
- La aldea: es la satisfacción de las necesidades cotidianas.
- El Estado.