La Pregunta por la Realidad
Como seres humanos, experimentamos la necesidad de comprender, ordenar y expresar la realidad. Para entender lo que existe, hemos desarrollado saberes como la ciencia, la filosofía y la literatura. El saber filosófico aborda la pregunta sobre la realidad de una manera especial, intentando comprenderla en su totalidad. La filosofía busca ofrecer una visión de conjunto de toda la realidad, con precisión y profundidad.
La rama de la filosofía que se abre a la totalidad de la realidad, que se pregunta por lo que todas las cosas tienen en común y que trata de descubrir los principios últimos que explican lo que existe y lo que somos, se denomina metafísica.
La Complejidad de Definir lo Real
La historia del pensamiento nos ha legado dos formas de definir lo real: una negativa y otra positiva.
Según la definición negativa, la realidad es lo opuesto a la apariencia o a la posibilidad: lo real es lo no aparente y lo que no es meramente posible. Sin embargo, este enfoque solo indica lo que la realidad no es. Además, se puede argumentar que el aspecto de las cosas puede identificarse con su ser, y que el ser posible también es un modo de ser real.
Al intentar una definición positiva de la realidad, nos encontramos con otros términos que también necesitan aclaración. Definir la realidad, por lo tanto, es una tarea compleja.
Apariencia y Realidad
La confusión entre lo que algo es realmente y lo que aparenta ser es común en nuestra vida. A menudo nos desconcierta algo que parecía real y no lo era. Esta distinción entre realidad y apariencia nos ayuda a ser precavidos. No obstante, como definición de lo real, es insuficiente. Para algunos filósofos, es incluso inexacta, ya que en ciertos casos la apariencia de algo puede ser su auténtica realidad.
Posibilidad y Realidad
También podemos hablar de realidad en contraposición a lo meramente posible. En cierto modo, lo posible aún no es real, aún no existe. Decimos que algo es posible cuando está previsto o anticipado en el desarrollo de algo. La potencialidad se refiere a realidades que ya tienen un futuro preestablecido si se cumplen ciertas condiciones, aunque el resultado final nunca esté garantizado. Cuando este desarrollo ocurre, algo pasa de estar en potencia a estar en acto.
Tipos de Realidad
Lo Contingente y lo Necesario
Hablamos de una realidad contingente cuando nos referimos a algo que es actualmente, pero que puede dejar de ser y pudo no haber sido.
Podemos usar la palabra «realidad» para referirnos a algo necesario, que se define como lo que existe y no puede dejar de existir ni cambiar a ser de otra manera. En filosofía, este modo de realidad se ha atribuido tradicionalmente a Dios.
Cosas Naturales y Cosas Artificiales
Las cosas naturales son las propias de la naturaleza y se oponen a las cosas artificiales, que son producto de la intervención humana. La cultura de la alta tecnología desafía esta contraposición entre lo natural y lo artificial.
La Realidad Virtual: Simulación y Ficción
Con el apoyo de la tecnología, la actividad creativa humana transforma la naturaleza hasta el punto de crear otras realidades. Actualmente, la expresión «realidad virtual» se refiere al conjunto de percepciones y sensaciones generadas con ayuda de un soporte técnico. Estas percepciones tienen un carácter imaginario, dependen del soporte técnico y nos introducen en un entorno o realidad nueva.
Es frecuente que confundamos lo imaginario con lo ficticio.
La Realidad Física y Psíquica
A veces llamamos real a lo que percibimos a través de los sentidos: la realidad sensible o física. Cuantos más sentidos perciban la presencia de un objeto, más probable es que lo consideremos real. Sin embargo, no todo lo que nos muestran los sentidos es real, ni tampoco es real solo lo que ellos nos muestran. Hay cosas reales que no percibimos por los sentidos. Por ello, se habla de realidad psíquica, que sería el tipo de realidad propio de nuestros pensamientos, imaginaciones, etc. Las realidades psíquicas son internas.
La Realidad-Fundamento
La filosofía, en su afán por comprender la realidad, busca el fundamento, es decir, el principio que puede dar razón de todo lo que existe. En este sentido, recurre a la noción de Dios.
La filosofía trata muy poco del Dios de los creyentes. Por ejemplo, el Dios del que habla Aristóteles es un concepto físico: el motor inmóvil que origina el movimiento del universo.
Algunos filósofos aclaran que Dios no puede ser una realidad-objeto, sino una realidad-fundamento, que da sentido y razón para esperar que el dolor y el sufrimiento no tengan la última palabra. Otros filósofos asumen que algo no se explique plenamente y, por ello, no utilizan la idea de Dios para comprender la realidad.
Diferenciamos, por lo tanto, el Dios de las diferentes religiones, objeto de fe, y el Dios de los filósofos, que cumple diversas funciones.