En este ejercicio, compararemos el pensamiento de Descartes y Tomás de Aquino. A lo largo de la asignatura, hemos estudiado las ideas de Descartes sobre el conocimiento, la metafísica y la antropología. Estos mismos temas también han sido abordados por Tomás de Aquino, por lo que resulta útil analizar sus similitudes y diferencias. Para mantener una estructura clara, seguiremos el mismo orden en que ambos filósofos desarrollan sus ideas:
Metafísica, Conocimiento y Antropología según Descartes y Tomás de Aquino
Metafísica
La comparación comienza con el concepto de metafísica, que para Descartes es una ciencia válida porque se basa en conceptos y sustancias, distinguiendo tres: el yo o res cogitans, el cuerpo o res extensa y Dios o res infinita. Cada una tiene un atributo esencial y depende de Dios. Por otro lado, Tomás de Aquino distingue entre esencia y acto de ser, afirmando que todo existe gracias a Dios como causa primera. Su existencia se demuestra a través de las cinco vías basadas en la experiencia sensible, haciendo así que Tomás de Aquino entienda la existencia como unidad dependiente de Dios.
Conocimiento
En cuanto al conocimiento, Descartes se basa en la duda metódica, buscando certezas absolutas con el «pienso, luego existo». Considera a Dios como garantía del conocimiento y explica las leyes mecanicistas. Tomás de Aquino sostiene que el conocimiento proviene de los sentidos y el intelecto, siguiendo un proceso de abstracción. Para él, fe y razón se complementan, mientras que Descartes separa la religión del conocimiento racional y usa un método basado en evidencia y análisis. Tomás de Aquino parte de la observación para entender la realidad.
Antropología
En la antropología, para Descartes, el ser humano está formado por dos sustancias separadas: el alma y el cuerpo. El alma puede existir sin el cuerpo y explica su conexión mediante la glándula pineal. Para Tomás de Aquino, el ser humano es una unidad de alma y cuerpo; el alma no solo piensa, sino que da vida al cuerpo y no ve necesario un vínculo mecánico, ya que forman una sola sustancia. Descartes define al ser humano por la razón, y Tomás de Aquino lo relaciona con Dios como su origen y fundamento.
Ética
Para Tomás de Aquino, la ética es una síntesis entre Aristóteles y el cristianismo, y su fin último es la bienaventuranza de Dios. Desarrolla la ley natural, basada en la razón y en la voluntad divina, que rige la razón, y dice que la virtud es la clave para alcanzar el bien. Mientras que Descartes propone una moral provisional y dice que la razón debe gobernar a las pasiones para lograr la virtud y la felicidad. La autodisciplina y el control racional son claves para una vida buena.
Comparativa entre Descartes y Hume
Conocimiento
Descartes se basa en la duda metódica, buscando certezas absolutas con el «pienso, luego existo», y cree en ideas innatas que no proceden de la experiencia. Por otro lado, David Hume, que es un empirista radical, sostiene que todo conocimiento proviene de la experiencia y que trabaja a partir de las percepciones, divididas en impresiones e ideas. Niega el conocimiento absoluto y las ideas innatas: sin experiencia no hay conocimiento, y también considera la causalidad un hábito mental basado en la experiencia.
Metafísica
Para Descartes, la metafísica es una ciencia válida basada en el concepto de sustancia, de la cual encuentra tres tipos: res cogitans, res extensa y res infinita, aplicando su método filosófico a la metafísica. Hume rechaza la metafísica como conocimiento válido porque el concepto de sustancia no proviene de ninguna impresión sensorial. Para él, la idea de sustancia es solo el resultado de una relación entre ideas sin una base real en la experiencia.
Antropología
Para Descartes, el ser humano está compuesto por dos sustancias separadas: el alma y el cuerpo. El alma puede existir sin el cuerpo, y su conexión está en la glándula pineal. Mientras que David Hume rechaza la idea de que exista un alma separada del cuerpo; afirma que no hay un yo permanente, solo una sucesión de percepciones y recuerdos que cambian con el tiempo. Afirma que, como no tenemos una impresión directa del alma, es solo una idea creada por la mente y no una realidad comprobable.
Ética
Descartes propone una moral provisional y dice que la razón debe gobernar a las pasiones para lograr la virtud y la felicidad. La autodisciplina y el control racional son claves para una vida buena. Mientras, David Hume dice que la moral no proviene de la razón, sino del sentimiento y la emoción. Así, el bien y el mal no existen objetivamente, sino que son juicios basados en la simpatía humana.