Hume: Percepciones, Ideas y Causalidad
A continuación, se presenta un análisis de los conceptos clave en la filosofía de David Hume, incluyendo sus ideas sobre percepciones, ideas, causalidad y conocimiento.
Percepciones e Ideas
TEXTO 1:
- Según este texto del Compendio, el autor del Tratado de la Naturaleza Humana llama percepción a todo contenido mental: imágenes sensibles, pasiones o cualquier producto de nuestro pensamiento y reflexión.
- Existen dos clases de contenidos mentales – percepciones – : impresiones e ideas.
- Las impresiones – palabra a la que el autor dota de un nuevo significado – son percepciones de las pasiones o emociones sentidas o las imágenes de objetos externos.
- Las ideas son percepciones derivadas de la reflexión sobre nuestras pasiones o imágenes sensibles.
- Las impresiones son percepciones más intensas que las ideas. Esta diferencia existente entre impresiones e ideas es la misma que existe entre sentir y pensar.
Impresiones, Ideas e Innatismo
TEXTO 2:
- El autor de este texto afirma que Locke tenía razón al sostener que no hay ideas innatas porque todas nuestras ideas se derivan de nuestras impresiones y no podemos concebir nada de lo que no hayamos tenido impresión previa. Está, por tanto, de acuerdo con la tesis de Locke sobre la inexistencia de ideas innatas. El que todas las ideas se derivan de impresiones debe aclararse con lo que Hume afirmaba en la parte primera, sección primera de su Tratado: todas las percepciones pueden ser simples y complejas y que se da una perfecta correspondencia entre las impresiones y las ideas simples, siendo las primeras causa de las segundas, pero que no ocurre siempre lo mismo entre las impresiones y las ideas complejas.
- Reprocha a Locke haber designado todo contenido mental con el término idea porque entonces sería falso que no existen ideas innatas porque las impresiones sí lo son al surgir inmediatamente de la naturaleza.
- Malebranche tendría que reconocer que aunque la mente – la imaginación – pueda combinar, mezclar, aumentar y disminuir nuestras ideas depende por completo para realizar tal actividad de las impresiones – de sensación o reflexión – de las que éstas necesariamente se derivan.
- También considera que Locke aceptaría que nuestras pasiones, aunque no las impresiones de sensación, son innatas por no ser otra cosa que instintos naturales derivados de nuestra peculiar estructura mental.
Impresiones, Ideas y Significado
TEXTO 3:
- Las impresiones son siempre anteriores a las ideas y de toda idea de la imaginación tenemos una impresión previa. Este descubrimiento pone fin a las interminables disputas sobre las ideas.
- Las ideas son siempre más débiles y oscuras que nuestras impresiones – que son fuertes y vivas, poseen límites definidos y no se prestan a confusión – y pueden originar confusiones. Especialmente muchas de nuestras ideas, las ideas abstractas y generales, son tan oscuras que desconocemos su naturaleza y composición.
- Siempre que tengamos problemas con el significado de algún término abstracto (o de alguna idea), deberemos preguntar cuál es la impresión de que se deriva y si no la encontramos deberemos concluir que tal término no tiene significación.
- Si analizamos las ideas en su relación con las impresiones de las que se derivan, podremos evitar muchas discusiones inútiles sobre su naturaleza y realidad; como procede el autor del Tratado con la idea de sustancia y esencia, debería procederse en todo debate filosófico.
El Problema de las Ideas
Las ideas de nuestra mente – memoria e imaginación – se derivan de sus impresiones correspondientes. Las impresiones son claras y evidentes, pero muchas ideas son confusas y ambiguas. Cuando un término designa una idea que no se deriva de ninguna impresión – algo frecuente en filosofía -, éste es asignificativo.
Conocimiento: Relaciones de Ideas vs. Cuestiones de Hecho
TEXTOS 4:
Hay dos tipos distintos de conocimientos:
- Relaciones de ideas: verdades lógicas y matemáticas: necesarias, analíticas, explicativas, ‘a priori’.
- Cuestiones de hecho; verdades físicas: contingentes, sintéticas, ampliativas, ‘a posteriori’.
Nuestro conocimiento de hechos se basa en la experiencia. Nuestro conocimiento de hechos queda limitado a lo sentido: impresiones e ideas presentes en la mente. Todos los razonamientos que hacemos sobre cuestiones de hecho – por medio de los cuales inferimos de la existencia de un objeto la de otro – se basan en nuestra convicción de la existencia de relaciones causales. Llegamos a la conclusión de la existencia de relaciones causales al observar la contigüidad espaciotemporal – contacto de causa y efecto y prioridad temporal de la causa – y la conjunción constante de dos hechos. Ejemplo de las bolas de billar. Los razonamientos de la vida cotidiana, los razonamientos sobre hechos pasados y los razonamientos filosóficos se basan en la existencia de relaciones causales.
La Causalidad no es un Conocimiento ‘a priori’
TEXTO 5:
La existencia de relaciones causales no es un conocimiento de relación de ideas:
- No es un conocimiento intuitivo: la mente nunca puede encontrar el efecto en la supuesta causa por el escrutinio o examen más riguroso, pues el efecto es totalmente distinto a la causa, y en consecuencia, no puede ser descubierto en él. Adán: bolas de billar, lago o fuego.
- No es un conocimiento obtenido por vía demostrativa: lo contrario no implica contradicción ni absurdo lógico alguno.
La creencia en la existencia de relaciones causales surge de la experiencia.
- Al constatar la contigüidad espaciotemporal y la conjunción constante de dos hechos.
- Adán nunca habría inferido tras el choque de las dos bolas el movimiento de la segunda.
Experiencia y Uniformidad de la Naturaleza
TEXTO 6:
Todos los razonamientos sobre la existencia de relaciones causales se fundan en la experiencia y los razonamientos sacados de la experiencia – como el de la certeza en la existencia de relaciones causales – se fundan en la certeza de la uniformidad de los fenómenos naturales. La certeza de la uniformidad de los fenómenos naturales no es un conocimiento “a priori” porque lo contrario – que el futuro no se acomode al pasado – no implica contradicción para la mente.
Tampoco puede establecerse que la uniformidad de los fenómenos naturales sea algo probablemente cierto porque deberíamos considerar esta una verdad “a priori” o basarnos en la experiencias pasadas, pero los razonamientos extraídos de la experiencia han de basarse en la convicción de la existencia de tal regularidad y así sucesivamente. Adán no podría – al no poder contar con experiencia alguna – haber establecido como verdad absoluta o probable la existencia de la uniformidad de los fenómenos naturales. Se sobreentiende que tras numerosas experiencias inferiría la existencia de relaciones causales, pero nunca podrá tener la seguridad de que estas relaciones existen porque ello se derivaría de la certeza de la uniformidad de los fenómenos naturales.
Resumen: Conexión y Causalidad
TEXTO 8:
RESUMEN
1. PRIMERA VERSIÓN Idea principal: no tenemos ninguna idea de conexión o poder entre hechos y estas palabras no significan nada al emplearlas en razonamientos filosóficos o en la vida corriente.
Explicación breve de la idea principal: nuestra certeza sobre hechos – fenómenos – se reduce a sus impresiones actuales o a sus ideas actuales de impresiones pasadas. Ir más allá exige aceptar que los hechos están “conectados”. Pero sólo percibimos la contigüidad espaciotemporal entre ellos y la percepción constante de esta contigüidad nos puede llevar a sostener que los hechos parecen estar conjuntados, pero nunca que estén conectados, porque no tenemos impresión alguna de esa conexión. Aceptar su existencia sería trascender la experiencia y la experiencia es el límite de nuestro conocimiento. La idea de la conexión entre hechos no se deriva de impresión alguna de sensación o reflexión y es, por tanto, una idea de la imaginación, no de la razón. Somos llevados por el hábito y la costumbre a confundir la conjunción constante entre hechos con su conexión necesaria.
2. SEGUNDA VERSIÓN Idea principal: no tenemos ninguna idea de conexión o poder entre hechos y estas palabras no significan nada al emplearlas en razonamientos filosóficos o en la vida corriente.
Explicación breve de la idea principal: este texto de Hume supone una crítica radical del principio de causalidad, tema central de su filosofía y de su crítica a la Metafísica: el principio de causalidad establece que todo lo que acontece, lo hace en función de una causa. No existe, pues, efecto sin causa. Toda relación causal exige la contigüidad espacial de la causa y el efecto, la prioridad temporal de la causa y la conjunción constante de esta contigüidad espacio-temporal de causa y efecto. Pero esto no basta; es necesario que exista entre la causa y el efecto una conexión necesaria. Para Hume, la experiencia es el origen de todo nuestro conocimiento, pero también es el límite del mismo: tenemos experiencia de la contigüidad espacio-temporal de causa y efecto e, incluso, de la constancia de esa contigüidad, pero no tenemos experiencia alguna de la conexión necesaria entre ambos. Por lo tanto, no podremos concluir que tenemos conocimiento de la existencia de relación causal alguna. Por ello su aplicación en la Filosofía o en nuestras inferencias diarias no está fundamentada lógicamente. La certeza que tenemos de la existencia de relaciones causales es una certeza psicológica que descansa en el hábito y la costumbre.