NIETZSCHE
1) ¿Por qué valora Nietzsche la cultura anterior a Sócrates, la de la Grecia arcaica?
Nietzsche valora la Grecia arcaica porque, según él, supo captar las dos dimensiones fundamentales de la realidad sin ocultar ninguna, expresándolas a través del culto a Apolo y Dionisos.
- Apolo: dios de la juventud, la belleza, la luz, la forma y la medida. Representa el principio de individuación, el mundo como una totalidad ordenada, bella y racional (aunque sea una apariencia).
- Dionisos: dios del vino, la embriaguez, la música, el caos y la fuerza vital. Representa la vida en sus aspectos oscuros, instintivos, irracionales y la fusión con la naturaleza primordial, más allá de la individualidad.
2) ¿Qué entiende por ¨lo apolíneo¨ y ¨lo dionisíaco¨?
Son dos principios estéticos y metafísicos fundamentales, antagónicos pero complementarios, que explican la realidad y el arte griego:
- Lo apolíneo: Representa el orden, la medida, la forma, la belleza serena, la individuación y el sueño o la apariencia controlada.
- Lo dionisíaco: Representa el caos primordial, la desmesura, la embriaguez, la fuerza vital instintiva, la disolución del individuo y la unidad con la naturaleza.
Nietzsche sostiene que se necesitan mutuamente. Lo dionisíaco, la fuerza vital caótica, necesita la forma apolínea para manifestarse artísticamente sin aniquilar al individuo. En la tragedia griega clásica, antes de Eurípides, se daba la síntesis perfecta: lo dionisíaco (representado por el coro, la música y la danza) se unificaba con lo apolíneo (representado por los personajes, el diálogo y la trama).
3) ¿Qué entiende por ¨platonismo¨ o filosofía tradicional y cuáles son los rasgos fundamentales de esta filosofía?
Nietzsche utiliza el término ¨platonismo¨ para referirse a la corriente principal de la filosofía occidental, que considera decadente. Este modo de pensar, que postula una realidad trascendente e inmutable y desprecia el mundo sensible y el devenir, arranca según él con Sócrates y Platón, y continúa a través de la filosofía cristiana, el racionalismo (Descartes), el idealismo (Kant), etc., hasta su propia época.
Los rasgos fundamentales (la idiosincrasia) de esta filosofía tradicional, criticados por Nietzsche, son:
- Dualismo ontológico: División de la realidad en dos mundos: uno sensible, aparente y cambiante (considerado inferior o irreal) y otro inteligible, verdadero, inmutable y eterno (considerado superior y real).
- Rechazo del devenir y de los sentidos: Se desconfía de la información proporcionada por los sentidos, que muestran un mundo en constante cambio, y se busca la verdad en la razón y los conceptos abstractos.
- Invención de conceptos supremos vacíos: Confusión de lo último (los conceptos más abstractos y generales, como ‘Ser’, ‘Dios’, ‘Sustancia’) con lo primero (la causa o fundamento de la realidad).
- Valoración moral negativa de la vida terrenal: Se considera esta vida como un tránsito o una prueba, subordinada a una vida futura o a un ideal trascendente.
4) Expón la crítica que hace Nietzsche a la ontología tradicional como afirmadora del ser frente al devenir.
Nietzsche critica radicalmente la ontología tradicional (el platonismo) por haber invertido los valores y la realidad. Esta tradición filosófica despreció el devenir, el cambio constante que percibimos a través de los sentidos, considerándolo mera apariencia o ilusión. En su lugar, postuló un Ser inmutable, eterno y perfecto como la verdadera realidad, accesible solo a través de la razón.
Nietzsche propone una inversión total de esta perspectiva: lo que la filosofía tradicional consideró como aparente (el devenir, el mundo sensible, la vida) es para él lo único real. En cambio, el supuesto ‘Ser’ inmutable y trascendente es una ficción, una invención de la razón humana, producto del miedo al cambio y a la muerte.
5) Expón la crítica que hace a la epistemología o modo de conocer la realidad mediante conceptos.
Nietzsche critica duramente el conocimiento basado en conceptos y la noción tradicional de verdad como correspondencia (adecuación del pensamiento a la realidad). Argumenta que los conceptos son generalizaciones abstractas que petrifican la realidad, que es fluida y cambiante. Al crear un concepto (por ejemplo, ‘hoja’), eliminamos las diferencias individuales de todas las hojas reales y nos quedamos con una idea fija y vacía.
Creemos erróneamente que estos conceptos reflejan una realidad objetiva e inmutable, sin darnos cuenta de que son construcciones humanas, metáforas olvidadas, establecidas por convención social y lingüística para fines prácticos de comunicación y dominio, no para captar la esencia de lo real. La verdad, en este sentido tradicional, es una ilusión útil pero engañosa.
6) ¿Qué entiende Nietzsche por ¨metáfora¨?
Para Nietzsche, la metáfora no es solo una figura retórica, sino el modo fundamental en que el lenguaje y el conocimiento se relacionan con la realidad. Entiende la metáfora como la expresión de una captación intuitiva y momentánea de la experiencia, que establece relaciones creativas y cambiantes entre sujeto y objeto. A diferencia de los conceptos fijos, las metáforas reconocen la fluidez y multiplicidad de lo real. Considera que el lenguaje en su origen es metafórico y que la creación de nuevas metáforas nos aproxima más a la riqueza del devenir que los conceptos abstractos.
7) ¿Por qué la filosofía tradicional rechaza los sentidos?
La filosofía tradicional (el platonismo) rechaza los sentidos por varias razones interconectadas:
- Engañan sobre la realidad: Muestran un mundo de pluralidad, cambio y devenir, ocultando la supuesta ‘verdadera realidad’ inmutable y eterna que busca la razón.
- Son fuente de inmoralidad: Se les asocia con la sensualidad, el placer, las pasiones y el cuerpo, considerados inferiores o pecaminosos frente al espíritu o la razón.
- Impiden el conocimiento verdadero: Al estar ligados a lo particular y cambiante, no pueden proporcionar el conocimiento universal y necesario que la filosofía tradicional busca en los conceptos y la razón.
Por ello, rechazan cualquier conocimiento basado en la experiencia sensible, como la historia o la biología (en su dimensión vital). Para Nietzsche, este rechazo supone negar lo más valioso: la vida misma.
8) ¿Qué valora Nietzsche de Heráclito? ¿Por qué considera también que fue injusto con los sentidos?
Nietzsche valora enormemente a Heráclito como una rara excepción en la filosofía presocrática y posterior, principalmente por su afirmación radical del devenir (‘todo fluye’, panta rei) como la única realidad. Heráclito comprendió que el ser es cambio constante, lucha de contrarios.
Sin embargo, Nietzsche también le critica por ser, en cierto modo, injusto con los sentidos. Aunque Heráclito partía de la experiencia sensible, creía que los sentidos por sí solos no revelaban la verdadera naturaleza del devenir (el logos o ley subyacente). Nietzsche, en cambio, defiende la veracidad fundamental de los sentidos: «Los sentidos no mienten nunca». Es la razón la que, al interpretar los datos sensibles mediante conceptos fijos, introduce el error y la mentira (la idea de un ‘ser’ estático).
9) ¿En qué sentido los filósofos tradicionales confunden lo último con lo primero?
Nietzsche acusa a los filósofos tradicionales de una inversión genealógica: confunden lo último con lo primero. Ponen como principio o fundamento de la realidad (lo primero, la causa) a los conceptos más abstractos y generales, como ‘Ser’, ‘Sustancia’, ‘Bien’, ‘Dios’.
Sin embargo, Nietzsche argumenta que estos conceptos supremos son, en realidad, lo último en el proceso de conocimiento: son el resultado final de un proceso de abstracción y generalización a partir de la experiencia sensible. Al ser los más generales, son también los más vacíos de contenido real, los más alejados de la vida concreta y cambiante. Son como el humo que se disipa de la realidad evaporada.
10) ¿Qué entiende Nietzsche por ¨fetichismo del lenguaje¨?
El ¨fetichismo del lenguaje¨ es la crítica de Nietzsche a la tendencia humana, especialmente filosófica, a creer que la estructura del lenguaje (su gramática, sus categorías como sujeto, predicado, sustantivo, etc.) refleja fielmente la estructura de la realidad. Consiste en conferir realidad ontológica a las categorías gramaticales.
Por ejemplo, la estructura sujeto-predicado nos lleva a creer que existen ‘sustancias’ (sujetos) permanentes que ‘realizan’ acciones (predicados). Creemos en un ‘yo’ como sustrato permanente de nuestros pensamientos y acciones porque la gramática exige un sujeto. Para Nietzsche, esto es un error: el lenguaje nos impone una visión estática y fragmentada de una realidad que es puro devenir y flujo interconectado.
11) ¿Qué crítica hace este autor a la ciencia?
Nietzsche critica la ciencia de su época, particularmente el mecanicismo y el positivismo, por varias razones:
- Reduccionismo: Reduce la riqueza de lo real a meros hechos cuantificables, materia y movimiento mecánico, ignorando la dimensión cualitativa, vital y valorativa.
- Continuación de la metafísica: Al buscar leyes universales y necesarias, la ciencia, al igual que la metafísica tradicional, rechaza implícitamente el devenir caótico y creativo, buscando un orden fijo y predecible.
- Falsa objetividad: Pretende una objetividad neutral, pero en realidad opera bajo supuestos metafísicos no reconocidos (como la causalidad estricta) y está impulsada por una voluntad de dominio sobre la naturaleza.
- Nihilismo implícito: Al eliminar los valores y el sentido del mundo que describe, contribuye al nihilismo y a la negación de la vida en su plenitud.
12) ¿Qué crítica hace al cristianismo?
La crítica de Nietzsche al cristianismo es una de las más feroces y centrales de su pensamiento. Considera que:
- Origen en el resentimiento: Nace del miedo, la debilidad y el resentimiento de los impotentes contra los fuertes y vitales.
- Invención de un trasmundo: Ha inventado un mundo celestial ficticio (‘más allá’) para poder soportar y, a la vez, desvalorizar este mundo terrenal, el único real. Es una negación de la vida.
- Moral de esclavos: Ha impuesto una moral (la moral judeocristiana) que invierte los valores naturales, exaltando la debilidad, la humildad, la obediencia, el sufrimiento y la compasión como virtudes, y condenando la fortaleza, la alegría, el orgullo y los instintos vitales como pecado.
- Nihilismo: Al poner el centro de gravedad fuera de este mundo, conduce al nihilismo, a la negación de los valores terrenales y vitales. La ‘muerte de Dios’ es la consecuencia final de esta mentira.
Para Nietzsche, toda religión nace del miedo e impotencia del ser humano, y el cristianismo es la culminación de esta tendencia antivital.
13) ¿En qué consiste la inversión de los valores que lleva a cabo la moral tradicional?
La inversión de los valores es el proceso, iniciado según Nietzsche por el judaísmo y culminado por el cristianismo (y perpetuado por la filosofía moral tradicional), mediante el cual se calificó como ‘bueno’ lo que originalmente era considerado ‘malo’ por la moral aristocrática (la moral de señores), y viceversa.
Esta inversión, propia de la moral de esclavos, consiste en:
- Extravío de los instintos: Se defiende lo que es perjudicial para la vida ascendente y fuerte (la humildad, la renuncia, la igualdad) y se condena lo que la potencia (el orgullo, la ambición, la autoafirmación).
- Fomento de valores mezquinos: Se exaltan la obediencia, el sacrificio por los demás, la compasión universal, la resignación, valores propios de quienes no pueden crear ni afirmarse por sí mismos.
- Condena de la tierra: Se consideran pecado los placeres terrenales, los instintos, la sensualidad y la afirmación del cuerpo.
Es una moral reactiva, nacida del resentimiento contra los valores de la vida fuerte y creadora.
14) Diferencia entre la moral de señores y la moral de esclavos, e indica cómo surgió esta última.
Nietzsche distingue dos tipos fundamentales de moral:
- Moral de señores (o noble):
- Nace de la autoafirmación de los individuos fuertes, nobles y creadores (‘señores’).
- Es activa: crea valores a partir de sí misma. Lo ‘bueno’ es lo que afirma su propia vida, poder, nobleza, salud, creatividad. Lo ‘malo’ es simplemente lo vulgar, lo plebeyo, lo débil, por contraste.
- Ama la vida, la jerarquía, la diferencia, el poder, los placeres, la dureza consigo mismo y con los demás. Es una moral de la excelencia y la superación.
- Moral de esclavos (o del rebaño):
- Nace como reacción y resentimiento de los débiles, oprimidos e impotentes (‘esclavos’) contra los señores.
- Es reactiva: define lo ‘bueno’ por oposición a lo que son los señores. Lo ‘malo’ (el ‘malvado’) es el señor, el fuerte, el diferente. Lo ‘bueno’ es, por contraste, todo lo que alivia la existencia del débil: la compasión, la paciencia, la humildad, la igualdad.
- Tiene su raíz en el instinto de venganza contra toda forma de vida superior. Busca la igualdad, la seguridad, la obediencia, la eliminación del sufrimiento. No crea valores nuevos, invierte los existentes.
Según Nietzsche, la moral de esclavos surgió históricamente con el pueblo judío y se universalizó con el cristianismo, llegando a dominar la cultura occidental y corrompiendo los instintos vitales.
15) ¿Cómo surge, a juicio de Nietzsche, la mala conciencia? ¿En qué consiste el ideal ascético?
La mala conciencia surge, según Nietzsche, cuando el ser humano, especialmente el individuo fuerte con instintos agresivos y de dominio, se ve forzado a vivir en sociedad y bajo el yugo de la moral de esclavos. Al no poder descargar sus impulsos de poder y crueldad hacia el exterior (contra otros), los vuelve contra sí mismo. La agresividad se interioriza, dando lugar al sentimiento de culpa, al remordimiento y al autotormento por los propios instintos naturales.
El ideal ascético es la respuesta que el sacerdote (figura clave en la moral de esclavos) da al sufrimiento humano, incluida la mala conciencia. Consiste en interpretar el sufrimiento no como algo natural o sin sentido, sino como una prueba, un castigo merecido o un camino hacia la purificación y la salvación en otro mundo (el cielo, el nirvana). Propone la renuncia a los placeres terrenales, la mortificación del cuerpo y los instintos como vía para alcanzar esa supuesta vida verdadera. A juicio de Nietzsche, este ideal es un falso consuelo que agrava la enfermedad en lugar de curarla, porque profundiza el odio a la vida y a este mundo, el único existente. Por eso, el ideal ascético es profundamente nihilista.
16) ¿Qué se entiende por muerte de Dios?
La ¨muerte de Dios¨ es una de las proclamas más famosas de Nietzsche. No se refiere simplemente al ateísmo o a la pérdida de la fe religiosa en sentido literal, aunque lo incluye. Significa algo mucho más profundo: la pérdida de fundamento de toda la cultura occidental.
¨Dios¨ representa aquí no solo al Dios cristiano, sino a todo fundamento absoluto y trascendente para la verdad, la moral y el sentido de la vida: la Razón, la Verdad objetiva, el Bien universal, el Progreso, las Ideas platónicas, etc. La ‘muerte de Dios’ significa que todos estos valores supremos y absolutos, que han sostenido la civilización occidental durante siglos, han perdido su credibilidad y su poder ordenador. Hemos dejado de creer en ellos.
La consecuencia inmediata de la ‘muerte de Dios’ es el nihilismo: la sensación de vacío, la falta de sentido y la pérdida de orientación al derrumbarse los valores que daban significado al mundo.
17) ¿Qué es el nihilismo y qué formas puede adoptar?
El nihilismo (del latín nihil, ‘nada’) es, para Nietzsche, la consecuencia directa de la ‘muerte de Dios’. Es la condición histórica en la que los valores supremos que daban sentido a la existencia se desvalorizan. Es la falta de respuestas a los ‘porqués’ fundamentales que antes se contestaban desde la creencia en Dios o en otros absolutos.
Nietzsche distingue principalmente dos formas de nihilismo:
- A) Nihilismo pasivo (o incompleto): Es la forma decadente del nihilismo. Se manifiesta como cansancio, pesimismo, resignación, falta de voluntad y búsqueda de consuelos superficiales (como el hedonismo trivial, el nacionalismo, el socialismo o un ateísmo superficial). Es un empobrecimiento del espíritu humano que no sabe cómo afrontar la ausencia de valores absolutos y se lamenta por ella o la ignora. Representa el ‘último hombre’.
- B) Nihilismo activo (o completo): Es la forma fuerte y transitoria del nihilismo. Reconoce conscientemente la ‘muerte de Dios’ y la falta de fundamento de los valores tradicionales, y actúa como una fuerza destructora para demoler esos viejos valores caducos. Es un paso necesario para limpiar el terreno y poder superar el nihilismo creando nuevos valores, basados en la afirmación de la vida y la Voluntad de Poder. Este nihilismo activo abre el camino al Superhombre.
18) ¿Qué entiende Nietzsche por superhombre? Expón las transformaciones por las que ha de pasar el espíritu del hombre para llegar a superhombre.
El Superhombre (Übermensch) no es un ser biológicamente superior ni un dictador, sino un nuevo tipo de ser humano, un ideal futuro que representa la superación del hombre actual, domesticado por la moral tradicional y el nihilismo. Es aquel que:
- Asume plenamente la ‘muerte de Dios’.
- Comprende y afirma la vida como Voluntad de Poder.
- Acepta con alegría el Eterno Retorno de lo mismo.
- Es capaz de crear nuevos valores basados en la afirmación de la tierra y la vida, situándose ‘más allá del bien y del mal’ tradicionales.
- Es un espíritu libre, creador, dueño de sí mismo y fiel a la tierra.
Para llegar a ser Superhombre, el espíritu humano debe pasar por tres transformaciones simbólicas (descritas en Así habló Zaratustra):
- El espíritu se convierte en camello: El camello representa al hombre paciente y obediente, que carga con el peso de los valores tradicionales (el ‘tú debes’ de Dios y la moral). Se arrodilla para recibir la carga.
- El camello se transforma en león: El león representa el espíritu crítico y rebelde que se enfrenta a los valores establecidos y los destruye. Conquista su libertad diciendo ‘yo quiero’ frente al ‘tú debes’. Lucha contra el ‘gran dragón’ de los valores milenarios.
- El león se transforma en niño: El niño representa la inocencia, el olvido, el juego, un nuevo comienzo, una rueda que gira por sí misma. Es el espíritu creador que, libre ya de las viejas cargas, puede crear nuevos valores desde la afirmación y la alegría (‘sí sagrado’). Es la condición del Superhombre.
19) ¿Qué entiende Nietzsche por voluntad de poder? ¿Cómo aparece la voluntad de poder en la moral de esclavos?
La Voluntad de Poder (Wille zur Macht) es uno de los conceptos más importantes y complejos de Nietzsche. No se trata simplemente de un deseo de dominio político o social, sino de la fuerza impulsora fundamental que, según él, constituye la esencia misma de toda la realidad, especialmente de la vida.
Es el impulso incesante de todo ser vivo (y, en última instancia, de todo lo existente) por crecer, expandirse, superarse, dominar, crear y dar forma. Es una lucha constante por la auto-superación y la afirmación. «Donde encontré vida, encontré voluntad de poder», dice Zaratustra. Se manifiesta en el arte, en el conocimiento, en la moral, en la política, en la naturaleza.
Incluso en los negadores de la vida y en la moral de esclavos, la Voluntad de Poder está presente, pero de forma degenerada y reactiva. Se manifiesta como voluntad de nada, como resentimiento, como deseo de igualar hacia abajo, como venganza contra los fuertes, como voluntad de imponer sus propios valores de debilidad al resto. Es una voluntad de poder que, al no poder afirmarse creativamente, se vuelve contra la vida misma.
20) ¿En qué consiste el eterno retorno?
El Eterno Retorno de lo mismo (Ewige Wiederkunft des Gleichen) es la idea más abismal y selectiva de Nietzsche. Plantea la hipótesis cosmológica y existencial de que todo lo que sucede en el universo, cada instante, cada alegría y cada dolor, se ha repetido ya infinitas veces en el pasado y se repetirá infinitas veces en el futuro, exactamente de la misma manera.
No es solo una teoría física, sino sobre todo una prueba existencial y un imperativo ético:
- Recuperar la eternidad para este mundo: Niega la dicotomía entre un mundo terrenal finito y un trasmundo eterno. Afirma que solo existe este mundo, y este mundo, con todo su devenir, es eterno a través de la repetición infinita. Recupera el sentido sagrado de la tierra y del instante.
- Máxima afirmación de la vida: La pregunta clave es: ¿Cómo reaccionarías si supieras que esta vida, tal como la vives ahora, tendrás que vivirla innumerables veces más, con cada detalle, cada dolor y cada alegría?
- Criterio selectivo: La aceptación gozosa del Eterno Retorno (‘¡Así lo quise yo!’) es la marca distintiva del Superhombre, la máxima expresión de la afirmación de la vida y la Voluntad de Poder. El nihilista pasivo o el hombre débil se desesperarían ante esta idea.
- Recuperar la inocencia del devenir: Al afirmar cada instante como eterno y necesario, se supera la culpa, el arrepentimiento y la visión lineal y teleológica del tiempo propia del cristianismo y el historicismo. Se ama el destino (amor fati).