Devenir:
En la literaura filosófica a veces se usa el término “devenir” como sinónimo de “llegar a ser”; otras veses se considera como el equivalente de “ir siendo”; a veces se emplea para designar de un modo general el cambiar o el moverse. Destaca en todos estos usos, según refiere Ferrater Mora, “el proceso del ser”o “el ser como (resultado de un) proceso”.Algunas de las concepciones sobre el devenir: – la solución eleática (Parménides, Zenón), que pretenden dar cuenta del devenir negándolo, – la solución pitagórica y platónica, que tiende a separar los entes que se mueven de las realidades inmóviles para luego, sin lograrlo, deducir los primeros de las segundas, – la solución heracliteana (y sofística), que proclama que la realidad es devenir.
Nietzsche entiende muy bien la historia de la filosofía y considera que el devenir como tal resultaba inaprehensible para la razón, por ello la filosofía dogmática se dedicó a buscar y afirmar la existencia de un ser que deviene. Éste ser, ya se trate de entidades matemáticas, Idea,s o esencias, sería aquella entidad que subyace en todo cambio y que explica junto con el cambio, la multiplicidad de las cosas. El error dogmático de la filosofía griega ha sido la invención del estatismo del ser, es decir, «el espíritu puro», y el «bien en sí». La filosofía dogmática considera al Ser como algo estático e inmutable, ser que existe en su propio mundo, distinto del sensible cuya realidad es meramente aparente, pues se diluye en la fluencia del devenir. Para el metafísico la verdadera realidad no puede estar sujeta al devenir, ella permanece idéntica consigo misma, estática e inmutable, es decir, debe ser «causa sui».
Dionisíaco:
Concepción de la realidad típica del mundo griego anterior a la aparición de la filosofía. Representa el “espíritu de la tierra” o valores característicos de la vida.
El dios griego Dionisos (Baco para los romanos) era el dios de la vida vegetal y del vino, fue muy importante para este pueblo, y a él rindieron culto las bacantes. Nietzsche hace una interpretación de este dios que va más allá de su significado ordinario, considerando que con esta figura mítica los griegos representaban una dimensión fundamental de la existencia, que expresaron en la tragedia y que quedó relegado en la cultura occidental: la vida en sus aspectos oscuros, instintivos, irracionales, biológicos. Aunque Nietzsche explica este término en su obra juvenil “El nacimiento de la tragedia”, nunca lo abandonó, y lo podemos utilizar como metáfora de lo que más tarde llamó “voluntad de poder”.
Dios:
Cuando Nietzsche se refiere a Dios, se refiere al dios de la religión, particularmente del cristianismo, pero también a todo aquello que puede sustituirle, porque en realidad Dios no es una entidad sino un lugar, una figura posible del pensamiento, representa lo Absoluto. Dios es la metáfora para expresar la realidad absoluta, la realidad que se presenta como la Verdad y elBien, como el supuesto ámbito objetivo que puede servir de fundamento a la existencia por encontrarse más allá de ésta y darle un sentido. Todo aquello que sirve a los hombres para dar un sentido a la vida, pero que sin embargo se pone fuera de la vida, es semejante a Dios: la Naturaleza, el Progreso, la Revolución, la Ciencia, tomadas como realidades absolutas son el análogo a Dios. Para Nietzsche la creencia en Dios es una consecuencia de la vida decadente, de la vida incapaz de aceptar el mundo en su dimensión trágica; la idea de Dios es un refugio para los que no pueden aceptar la vida. Cuando Nietzsche declara que Dios ha muerto quiere indicar que los hombres viven desorientados, que ya no sirve el horizonte último en el que siempre se ha vivido, que no existe una luz que nos pueda guiar de modo pleno. Esta experiencia de la finitud, del sentirse sin remedio desorientado es necesario para empezar un nuevo modo de vida. La muerte de Dios nos permite vivir sin lo absoluto, en la “inocencia del devenir”. De ahí que la muerte de Dios sea la condición para la aparición del superhombre.
Egipticismo:
“Egipticismo” signica odio a la noción de devenir, Nietzsche lo utiliza para referirse a la actitud de los filosofos dogmáticos que recurren a conceptos, (en lugar de recurrir a metáforas), para describir la realidad de una forma estática, unívoca y definitiva, convencidos de que todo lo que cambia o deviene es una realidad imperfecta o de segunda clase. El egipticismo hallevado a la filosofía occidental a elaborar un conjunto de conceptos vacíos de realidad (momias conceptuales), con la absurda pretensión de que contienen lo más auténtico y verdadero de ésta.
«Muerte de Dios»:
acontecimiento histórico de máxima magnitud, no se entiende como la muerte de la divinidad sino en que la creencia en el Dios cristiano ha caído en descrédito, revelándola una ficción humana (herencia del progreso científico del siglo XIX y sus filosofías). Más que el anuncio de que Dios ha muerto efectivamente se trata de simbolizar el final de la tradición platónico-cristiana y sus valores negativos para la vida.