Kant: Fundamentos de la Metafísica y la Ética

Conocimiento e Ideas: Para que la razón pueda adquirir conocimientos válidos, necesita ser aplicada sobre los datos de la experiencia. La metafísica funciona traspasando los límites de la experiencia. No es posible conocer los objetos de la metafísica, porque son noúmenos. El noúmeno o el objeto en sí no puede ser conocido, aunque exista. La metafísica no es ciencia, aunque sea muy importante para el ser humano.

Kant aborda la cuestión de la metafísica en la Crítica de la Razón Pura. Se propone analizar si la metafísica es una ciencia. Para ello, lo primero que hace es descubrir la naturaleza del conocimiento científico. Para Kant, toda ciencia ha de cumplir dos condiciones:

  1. Ha de basarse en datos que parten de la experiencia y a los que denomina conocimientos “a posteriori”.
  2. Ha de apoyarse en unos contenidos anteriores a la experiencia y a los que llama conocimientos “a priori”. Éstos no proceden de la experiencia sino del sujeto y son denominados también trascendentales por ser generales y necesarios.

Pero la metafísica es «un conocimiento cuyos principios jamás deben ser tomados de la experiencia, pues deben ser conocimientos no físicos, sino metafísicos» (más allá de la experiencia). Es un conocimiento «a priori». La metafísica trata sobre objetos no empíricos, como Dios, el alma o el mundo en su totalidad, y no utiliza ningún dato empírico.

La Metafísica es imposible como ciencia porque las categorías sólo se pueden aplicar a los fenómenos. El fenómeno ha sido resultado de organizar espacio-temporalmente los datos recibidos por la sensibilidad. Después, el entendimiento ha de comprender el fenómeno usando las categorías o conceptos puros. Pero no hay posibilidad de usar las categorías fuera del mundo fenoménico. Y como de las realidades metafísicas (Dios, Alma y Mundo) no tenemos experiencia fenoménica no podemos aplicarles las categorías. Por tanto, la Metafísica como ciencia es imposible. Mi conocimiento está limitado a los fenómenos, pero no puedo abarcar el mundo de los noúmenos.

Que las ideas transcendentales no sean objeto de conocimiento no significa que carezcan de valor. Kant traslada los problemas de las ideas de la metafísica al ámbito de la acción, de la ética, y las convierte en postulados de la razón práctica.

La Ética Kantiana

Kant presenta la propuesta ética kantiana, haciendo una crítica a las éticas anteriores que se fundamentaban en Dios, las pasiones, el interés… todas estas éticas al ser condicionadas eran heterónomas y, por eso, no válidas. La pretensión de Kant era encontrar una ética universal y necesaria, válida para todos los hombres.

Una ética estrictamente universal y racional no puede ser material, ha de ser formal, ha de estar vacía de contenido, no establece fin alguno, ni tampoco dice lo que tenemos que hacer, tan sólo la forma en que hemos de hacerlo (Imperativo Categórico). Por eso no puede basarse en algo no admitido por todos, sino en algo universal, por ejemplo, la razón. La ley moral procede únicamente de la razón. Condena a las éticas materiales porque son condicionadas, sus motivos son interesados, motivos indignos de un ser racional. Para Kant, la acción es buena no cuando obramos por motivos interesados, sino cuando cumplimos la ley moral (cuando obramos por deber).

Este imperativo categórico es incondicionado, obliga sin ninguna condición, prescribe una acción por sí misma, no para conseguir otra cosa. Tiene que ser cumplido por el hombre necesariamente en tanto que es un ser racional. Los mandatos morales de los imperativos categóricos exigen el respeto a la autonomía y a la dignidad del hombre, la condición que hace en última instancia posible las acciones con valor moral. Cada ser humano ha de considerarse un fin en sí mismo y nunca como un medio. Considerar a un ser humano como medio para la consecución de un fin es contrario a la moral, pues es considerarlo como una mercancía de intercambio. Kant dice: el ser humano tiene dignidad, no precio.

La Revolución Copernicana de Kant

Kant sostiene que, a diferencia de la física y las matemáticas, la metafísica no ha logrado convertirse en una ciencia, aunque la razón humana tiende naturalmente hacia sus problemas. Propone que el error radica en la forma en que se ha intentado fundamentarla. Con su revolución copernicana, Kant invierte la relación entre sujeto y objeto en el conocimiento: no es el sujeto quien se adapta al objeto, sino que el objeto se ajusta a las estructuras a priori del sujeto. El conocimiento es una síntesis entre las formas a priori (sensibilidad y entendimiento) y los datos empíricos de la experiencia. Esto lo lleva a desarrollar el método trascendental, que estudia las condiciones que hacen posible el conocimiento. Lo trascendental no trata sobre los objetos mismos, sino sobre las estructuras a priori que el sujeto aporta al conocer, tanto en la percepción como en el pensamiento.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *