Los Primeros Principios de la Physis
Como decíamos, lo que caracteriza a la Physis es el movimiento. Los primeros principios de la naturaleza son la materia, la forma y la privación. Estas nociones son la superación de Aristóteles de las contradicciones entre el pensamiento de Heráclito y Parménides:
Principios Fundamentales
- La materia sería el sujeto, lo que perdura en el cambio y lo que hace posibles nuevas modificaciones. La materia es potencia en el orden físico.
- La forma es el otro elemento de la sustancia que actualiza la potencialidad de la materia. Aristóteles habla de cuatro formas primeras que se corresponderían con los cuatro elementos de Empédocles: tierra, agua, aire y fuego. Todas las formas son intrínsecas (inmanentes) al individuo sustancial y son extraídas de la potencialidad de la materia por intervención de la causa eficiente. Por ejemplo, para que la materia (bloque de mármol) pueda llegar a ser una escultura como el Discóbolo (nueva forma) es necesario que intervenga el escultor (causa eficiente).
Lo que verdaderamente existe es el individuo sustancial resultado de estos dos principios, porque lo que propiamente existe es la materia informada en el individuo sustancial.
- El tercer principio es la privación, que es necesaria para salir de las contradicciones del pensamiento eleata: si solo estuvieran enfrentados la materia y la forma, el cambio sería una sucesión de muertes y nacimientos careciendo de continuidad. Para solucionar este problema, el sujeto del cambio ha de permanecer. Para ello, la “nueva forma” debe estar en la materia, pero como privación.
La nueva forma no sería lo contrario al ser, tampoco será lo diferente del ser, sino que la nueva forma está presente en el sujeto como potencialidad para llegar a ser, está en el sujeto como privación.
Definición de la Physis
La Physis la define Aristóteles como impulso innato al movimiento. La Physis, nos dice Aristóteles, no es arte, no es producto, sino que es ella misma artista y artífice; de esta manera, excluye el artificialismo (no necesita recurrir al demiurgo) y el matematicismo (no necesita recurrir a las proporciones matemáticas) platónicos. Para Aristóteles, la Physis, la naturaleza, es tanto materia como forma:
Physis como Materia y Forma
- La Physis es materia porque existe una materia prima de la que todo proviene y que es informe y pura potencialidad. Esta materia es el sustrato que perdura bajo los cambios.
- La naturaleza también es forma porque es definible, podemos conocerla, podemos hacer ciencia sobre ella.
Aristóteles tiene una concepción teleológica de la naturaleza; todo se mueve tendiendo hacia un fin predeterminado: la naturaleza como artista tiende a la causa final que es el bien, la belleza y la perfección. En el orden ético, el fin supremo de las acciones del ser humano es la felicidad. Tanto la Física como la Ética de Aristóteles son finalistas.
El concepto de Physis se constituye por oposición al concepto de techné: esta comparación, como la que se realiza entre nomos y Physis, es típicamente sofista. Aristóteles, para definir la esencia de la Physis, hace uso de conceptos como materia, forma, principio de movimiento, fin. Estos conceptos están tomados de la techné, y son los utilizados para describir la actividad del artesano. Todo ello se debe a que, en la época de la retórica y de la dialéctica sofista, la actividad del buen artesano era un modelo de humanidad y, a su vez, el saber es considerado como una techné. De este modo, los conceptos relativos a esta actividad eran los primeros que estaban a disposición para expresar el problema por el que Aristóteles estaba interesado: el problema de la Physis.
Cosmología Aristotélica
La cosmología aparece en su obra De caelo, “Acerca del Cielo”. Esta obra es del periodo platónico y tomará de este la regularidad cíclica de los planetas explicada por su origen divino.
Se diferencia de Platón porque Aristóteles rechaza la exposición mítica de la cosmología, y también el artificialismo cosmológico (demiurgo) al que recurría Platón.
Respecto al movimiento de los planetas, Aristóteles toma el homocentrismo de Eudoxo. Supuestamente, el universo se podría comparar con un nido de esferas, cuyo centro sería la Tierra; estas esferas girarían en diferentes direcciones y esta composición de movimientos explicaría la irregularidad aparente de los movimientos de los planetas que a veces parecen retroceder.
Aristóteles es así geocentrista y su modelo geocéntrico sería seguido por Ptolomeo a lo largo de la antigüedad, hasta finales del siglo XVI con la Física de Copérnico y Galileo. Sin embargo, ya antes de Aristóteles había posturas encontradas al geocentrismo, por ejemplo, Filolao defendía el heliocentrismo. Después de Aristóteles, Aristarco de Samos también rechazó las tesis geocéntricas.
El Averroísmo Latino
En el siglo XIII, el aristotelismo se introduce en Europa de la mano de la cultura árabe, dando lugar a una corriente denominada el averroísmo latino. Las teorías de estos autores generaron grandes controversias, porque mientras que el platonismo resultaba fácil de conciliar con el cristianismo, el aristotelismo conducía a herejías.
Algunas de las controversias a las que llevó el aristotelismo en su encuentro con el cristianismo son:
Controversias del Averroísmo Latino con el Cristianismo
- El Acto Puro de Aristóteles no es causa eficiente del mundo, sino causa final. Sin embargo, el cristianismo nos habla de un Dios creador de la materia (causa eficiente).
- Para Aristóteles, el alma no es inmortal; el alma es solo la forma sustancial del cuerpo corruptible. En cambio, para el cristianismo, el alma es una sustancia independiente e inmortal.
- La cuestión de la doble verdad. Los averroístas latinos, para no caer en la heterodoxia, afirmaban que existían dos tipos de verdades. Por un lado, las verdades de fe (el mundo es creado y el alma es inmortal), y por otro, las verdades de razón (que nos dicen que el mundo es eterno y el alma mortal). Para los averroístas latinos, no existía ninguna contradicción entre ambas verdades, pudiendo sostener ambas verdades a la vez, dependiendo de la perspectiva que adoptemos.