Crítica al materialismo precedente
En la Primera Tesis sobre Feuerbach, Marx critica a los antiguos materialistas por considerar al ser humano como un sujeto pasivo que solo contempla el mundo, sin transformarlo. Aunque reconocen que el mundo existe objetivamente, no valoran la actividad humana.
Por otro lado, el idealismo (como el de Hegel) sí destaca la actividad del sujeto, pero la reduce al pensamiento, dejando fuera la acción concreta sobre la realidad.
Frente a ambas posturas, Marx sostiene que el conocimiento y la transformación del mundo no ocurren solo por pensar, sino actuando sobre él. El objeto no es solo percibido, sino transformado activamente por el ser humano.
Por eso introduce el concepto de praxis, que es la actividad transformadora del ser humano. Esta tiene tres formas:
Praxis cognoscitiva: conocer transformando activamente el objeto.
Praxis productiva: transformar la naturaleza mediante el trabajo.
Praxis revolucionaria: transformar la sociedad mediante la acción política y social.
La lucha de clases como motor de la historia
Para Marx, la historia avanza gracias a la lucha de clases, es decir, al conflicto entre grupos sociales con intereses opuestos. Esta lucha nace de la contradicción entre las fuerzas productivas (lo que la sociedad puede producir) y las relaciones de producción (la forma en que está organizada esa producción).
Según el Manifiesto Comunista, en todo modo de producción (esclavismo, feudalismo, capitalismo…) hay dos clases fundamentales: una clase dominante (explotadora) y una clase dominada (explotada).
Las clases sociales se definen por el lugar que ocupan en el proceso de producción, especialmente en relación con la propiedad de los medios de producción (tierra, fábricas, maquinaria, etc.). Además de esta posición económica, es clave la conciencia de clase, es decir, que un grupo social tome conciencia de su situación y se organice políticamente para transformarla.
La estructura jurídico-política: Teoría del Estado
Este nivel de la superestructura incluye las leyes, normas, instituciones y aparatos que organizan la sociedad. El elemento central es el Estado, que según Marx, no es neutral, sino un instrumento de dominación de clase.
El Estado sirve para proteger los intereses de la clase dominante y mantener el orden que les beneficia. A diferencia de Hegel, que veía al Estado como una instancia racional que supera los conflictos y busca el bien común, Marx lo considera una expresión de los conflictos de clase, y una herramienta para mantener la desigualdad.
Teoría de la ideología (Marx)
La ideología forma parte del nivel ideológico de la superestructura, que incluye las ideas, creencias y comportamientos sociales de una época.
Dos sentidos del término»ideologí» en Marx:
Sentido amplio o neutral:
Se refiere a todas las formas de conciencia social (como la religión, la filosofía, el arte…). En este sentido, toda sociedad produce ideología.Sentido estricto o negativo (el más importante en el marxismo):
La ideología es una forma de “falsa conciencia”: una visión deformada o manipulada de la realidad, que oculta los intereses de clase.Sirve para legitimar el poder de la clase dominante, presentando sus intereses como si fueran los de toda la sociedad.
Esta alienación afecta tanto a la clase dominante como a la dominada, ya que todos ven el mundo a través de esa visión distorsionada.
Ejemplo de ideología según Marx:
La economía política clásica (como la de Smith o Ricardo) es considerada una ideología burguesa, porque justifica el capitalismo y lo presenta como un sistema natural, justo y eterno.
También es ideológico pensar que el contrato de trabajo es libre e igual, cuando en realidad es una relación de explotación encubierta.
Capitalismo
Mercancía y teoría del valor-trabajo
Marx inicia su análisis del capitalismo por la mercancía, ya que en ella se condensan las principales características del sistema económico burgués. Una mercancía tiene valor de uso (su utilidad práctica) y valor de cambio (lo que vale en relación con otras mercancías).
El valor de cambio es solo la forma visible del valor, que según Marx, está determinado por el trabajo humano abstracto contenido en la mercancía. Así, el valor de una mercancía depende del tiempo de trabajo socialmente necesario para producirla. No importa el trabajo individual concreto, sino el promedio social requerido.
Además, Marx distingue:
El trabajo concreto (el que produce utilidad, o valor de uso).
El trabajo abstracto (el que produce valor como medida social).
También diferencia entre valor y precio: el primero es la esencia; el segundo, su expresión en el mercado.
Esta teoría del valor-trabajo es clave para denunciar cómo el sistema capitalista se basa en la explotación, ya que el obrero genera más valor del que recibe como salario.
Trabajo y fuerza de trabajo
En el capitalismo, el obrero no vende su trabajo como tal, sino su fuerza de trabajo: su capacidad de producir. El capitalista, dueño de los medios de producción, compra esa fuerza a cambio de un salario, que cubre apenas lo necesario para la subsistencia del trabajador.
El trabajador es “libre” en apariencia, pero en realidad está obligado a vender su fuerza de trabajo para sobrevivir, ya que no posee medios de producción. Esta , ya que el obrero vive subordinado al capital, aunque se le presente como un acuerdo voluntario.