Conceptos Filosóficos e Históricos Clave

Sócrates: Antropología y Ética

La filosofía de Sócrates se centra fundamentalmente en el hombre y sus acciones. La primera afirmación de su ética es que el hombre es su alma, y su cuerpo es algo accidental. En segundo lugar, la ética de Sócrates identifica la virtud y la sabiduría; esta identificación recibe el nombre de intelectualismo socrático, según el cual el mal es fruto de la ignorancia. Afirma que, mientras la virtud perfecciona la voluntad, la sabiduría perfecciona el entendimiento, colocándolos Sócrates en el mismo plano. El tercer aspecto de la ética socrática es que hacer el mal es hacerse daño a sí mismo, de manera que la primera víctima del que obra injustamente es él mismo. El mal corrompe a la persona desde dentro. Finalmente, destaca el autodominio o señorío de las propias acciones como una gran virtud, que presupone la verdadera libertad y el dominio sobre los instintos.

Sócrates: Teología

Sócrates fue condenado a muerte por impiedad/ateísmo. Esta condena era falsa, ya que él afirmaba la existencia de un solo dios, identificado con la inteligencia (*nous*). Es providente, es decir, elige los medios adecuados para alcanzar un fin. Además, sostiene que Dios es providente porque gobierna la realidad en beneficio de los hombres. La existencia del *daimon* demuestra esta providencia; el *daimon* es un ser espiritual que, según Sócrates, inspira pensamientos y acciones buenas, siendo dado por la divinidad como ayuda a los hombres.

Aristóteles: Definición del Hombre

Aristóteles define al hombre como un *zóon logikón*. Explica que, aunque el hombre es un *zóon* (animal), no es un mero *zóon* porque posee *logos*. *Logos* significa intelecto o razón, y también capacidad de hablar.

Se pueden distinguir tres funciones principales:

  • Funciones vegetativas: Destacan la nutrición, el desarrollo (en virtud de la nutrición se consigue la maduración) y la reproducción (en virtud de la maduración).
  • Funciones sensoriales: En la tendencia instintiva, el animal no puede vencer el instinto que lo domina; en cambio, el hombre domina sus actos y por eso es libre. Destacan el movimiento, el apetito sensorial y el instinto y conocimiento sensorial.
  • Funciones racionales: Se distinguen dos: el intelecto y la voluntad, la cual para Aristóteles recibe el nombre de apetito racional.

Aristóteles concluye que el hombre es una síntesis de *physis* (porque tiene cuerpo), *logos* (porque es un ser racional) y *ethos* (porque es un ser dueño de sus actos).

El Helenismo

Aparición y Expansión del Cristianismo

El cristianismo nace como una religión derivada del judaísmo. Jesús dice en Mateo 5:17: “No he venido a abolir la ley, sino a perfeccionarla”. El fundador del cristianismo fue Jesús. Cuando Dios revela su nombre a Moisés, dice “Yo soy el que soy”, que es el significado de “Yahweh” o “YHWH”. Jesús se llama así porque el ángel Gabriel le anuncia a la Virgen María que concebirá un hijo sin conocer varón, y le dice: “Le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”. Mientras Jesús es su nombre propio, Cristo es su título, que significa “el ungido” o “el mesías”. En hebreo, “mesías” significa “el ungido”, refiriéndose a alguien ungido con aceite santo en nombre de YHWH.

Sabemos que Jesús nació unos años antes, probablemente alrededor del 6 a.C., de la fecha de su nacimiento oficial (año 1 d.C.). Esto se debe a un cálculo realizado por un monje llamado Dionisio el Exiguo en la Edad Media. Jesús nació en Belén, muy cerca de Jerusalén. Jesús vivió alrededor de 33 años. La mayor parte de su vida nos es desconocida, desde su nacimiento hasta aproximadamente los 30 años. En sus últimos tres años, se dedicó a anunciar el Reino de Dios y el Evangelio, es decir, la “buena nueva”, que es el anuncio de salvación que Cristo ofrece con su vida y su palabra a los hombres de buena voluntad.

Roma: Fases Políticas y Expansión

Las etapas gubernamentales de Roma mencionadas son dos: la Monarquía y la República. La Monarquía en Roma se caracteriza por una mezcla de elementos religiosos y jurídicos. Un ejemplo es la llamada Ley de las XII Tablas, que distingue entre *fas* (acciones que agradan a los dioses) y *nefas* (acciones que son delito).

Con el tiempo, Roma cambia de gobierno e instaura la República, que para los antiguos es el estado o “cosa pública” (*res publica*). La República de Roma se instaura coincidiendo con la llamada *Lex Canuleia*, que permitió por primera vez el matrimonio entre Patricios y Plebeyos en Roma. Esto produjo un importante ascenso social. Tras esta promoción social de los plebeyos, en la República de Roma observamos elementos de democracia.

Durante la República, el poder se ejerce entre el Pueblo de Roma y el Senado. El Senado es el cuerpo de los ancianos, sabios y virtuosos que gobiernan junto con el Pueblo de Roma. La sigla S.P.Q.R. (*Senatus Populusque Romanus*) significa “El Senado y el Pueblo de Roma”.

Después de esto, la Roma de Occidente cayó, debilitada por la vejez y la corrupción (476 d.C.). Constantinopla, la Roma de Oriente, perduró muchos siglos después de la caída de la de Occidente. Constantinopla cayó en 1453 y su nombre fue cambiado a Estambul.

*Hispania* es el nombre dado por Roma a una tierra que ya tenía nombre, *Iberia*, derivado del río Ebro. Roma no siempre sometió militarmente a los pueblos con los que entraba en contacto. Al contactar con los pueblos de Hispania, intentaron pactar una paz aceptable en cada caso. Así, el proceso de romanización en Hispania fue relativamente pacífico en sus inicios.

Una vez dominada Hispania, Roma estableció diversas provincias, como la provincia Tarraconense. Se distinguían provincias imperiales y provincias senatoriales. Las provincias imperiales, a menudo fronterizas o menos pacificadas, tenían un gobierno militar directo en manos del emperador. Las provincias senatoriales, más pacificadas, eran administradas por el Senado. Inicialmente, las provincias Hispánicas eran senatoriales, aunque esta clasificación podía cambiar.

Judea, junto a otras regiones como Palestina, fue una de las provincias más problemáticas para el Imperio Romano.

Locke: Política y Religión

John Locke fue mucho más que un filósofo. El vínculo entre ciertos políticos y Locke se debe, además de a sus ideas religiosas, a las teorías contractualistas en defensa de la soberanía popular que Locke y otros pensadores británicos *whigs* sostuvieron contra los *realistas* tras la Guerra Civil Inglesa y la Restauración de la monarquía.

Locke es conocido casi exclusivamente como filósofo, y son pocos los estudios dedicados a la teología presente en su pensamiento. Esto se debe a una cierta deformación académica que tiende a considerar el pensamiento de Locke casi exclusivamente desde la filosofía.

Sus fuentes teológicas incluyen el *arminianismo* holandés y el *socinianismo*, un movimiento *antitrinitario*, heredero del Humanismo renacentista y de movimientos anti-eclesiásticos medievales, que hundía sus raíces en la filosofía y teología *nominalistas*. Allí, en su exilio holandés, Locke conoció y experimentó la atracción de estas ideas, a la vez teológicas y políticas.

En realidad, se puede afirmar que el interés de Locke por la teología y la religión, también en su relación con otros ámbitos del saber, constituye el punto focal que da unidad a todo su pensamiento. Este enfoque puede resultar llamativo para quien no conozca lo suficiente la figura de Locke.

Disponía de un total de 3.641 libros en su biblioteca. La materia más representada era la teología, con 870 libros, lo que representaba el 24% del total.

Monaquismo Medieval

Se entiende por monaquismo medieval el modo de vida seguido por algunos cristianos desde los inicios de la Iglesia, caracterizado por el retiro y la oración. San Agustín escribió una regla de vida monástica, que fue seguida en muchas regiones. En la Corte Palatina de Aquisgrán, fundada por Carlomagno, la mayor parte de sus estudiantes eran monjes.

La primera expresión del monaquismo es la figura del *anacoreta*, un monje que vive apartado del mundo en completa soledad. La vida *eremítica* pronto fue reemplazada por la vida *cenobítica*, en la que los monjes vivían apartados del mundo, pero en comunidad.

Por otro lado, el *neoplatonismo* afirmaba que el mundo, lugar de la materia y los cuerpos, era la realidad más alejada de Dios y el lugar del pecado. De ahí que los monjes a menudo hayan vivido en zonas apartadas de las ciudades, lejos del “mundo”.

San Antonio Abad fue un joven egipcio, cristiano de vida ferviente. Llevó largos años una vida de *anacoreta* entregado al sacrificio y la oración en el desierto. Su testimonio movió a otros a seguirlo de cerca, formando un séquito de anacoretas y, de este modo, un cierto tipo de vida común.

Especialmente relevante fue la regla de San Basilio, seguida en multitud de monasterios orientales. Más adelante, San Benito de Nursia, comprendiendo que la vida retirada del mundo no tenía por qué ser de estricta soledad, fundó una comunidad monástica *cenobítica* en Montecassino, que se considera la primera abadía o monasterio de Occidente.

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